Por DaPhne Dionizis
En esta época no solo debemos tomar especial cuidado con la salud. Nuestros bolsillos también necesitan de un trato especial
Los números y cuentas no son la pasión de muchos, y es probable que se hayan convertido en un gran dolor de cabeza en tiempos de pandemia. Sin embargo, con una adecuada educación al respecto, podríamos dejar ese paracetamol y ordenar nuestras finanzas personales.
Conversamos con Pamela Auszenker, Subgerente de Renta Variable y Estrategia, en Banco BCI, quien nos explicará conceptos y temáticas actuales en el área financiera.
¿Qué nos recomiendas para tener un buen manejo de nuestras finanzas personales durante el fin de año?
– En general, la recomendación es siempre gastar de manera muy responsable y ser ordenado, respecto a ingresos y gastos.
Lo ideal es siempre gastar menos de lo que uno gana, logrando ahorrar, aunque sea un porcentaje muy bajo. La mejor manera de realizarlo es poniéndose un objetivo inicial. Obviamente estamos en una situación muy particular y muy difícil para muchos, por lo que, si bien no siempre es posible lograr este objetivo, sí el llamado es a ser sumamente responsables.
Como medida general, siempre es bueno hacer algún tipo de presupuesto, donde uno tenga claridad de los gastos “recurrentes” (constantes) que tiene, comparado con sus ingresos en tiempos normales. Y en función de eso, se puede determinar un ahorro mensual, o bien ir ajustando los gastos para no exceder los ingresos.
¿Estás de acuerdo con el retiro del 10%?
– Claramente estamos pasando por un periodo muy complejo, donde un gran número de personas y familias, se han visto muy afectadas por la crisis económica derivada, en primer lugar, tras el estallido social en octubre pasado y luego por el coronavirus y cuarentena. A raíz de ello, se requerían medidas para contrarrestar estos impactos.
El objetivo de los ahorros que uno tiene en la AFP tienen un fin previsional, es decir, para la jubilación una vez que llegue el momento. Por lo tanto, debemos entender que sacar un porcentaje de dichos ahorros va en desmedro de la pensión futura de cada uno. A pesar de eso, es difícil obviar el momento por el que se está pasando, donde se requerían medidas también extraordinarias. Probablemente dichas medidas podrían haber sido alcanzadas de otra manera, pero es una realidad que esos fondos van a ser de ayuda para muchas familias.
En resumen, es difícil tomar una posición drástica respecto al retiro del 10%. A priori, hay que entender que las consecuencias del retiro van a ser importantes en términos de pensiones futuras y de la carga adicional para las finanzas de Chile eventualmente, pero uno también debe ser sensible a la situación actual en la que estamos. Dicho todo lo anterior:
Hoy ya es un hecho el retiro del 10%, por lo tanto, lo importante es determinar qué hacer con esos fondos.
Sin olvidar, sin embargo, que hay algunos proyectos de ley que apuntan a retirar mayor porcentaje de los fondos de las AFP (en línea con otros países), lo que podría ser complejo.
En ese sentido ¿qué nos recomiendas para aprovechar de mejor manera ese retiro? ¿Qué hacemos con ese 10%?
– Apelar a la responsabilidad. Y acá, entender que no existe una respuesta única de lo que es óptimo o recomendable, ya que va a depender de la situación de cada uno. Para aquellos que se encuentran en una situación compleja por la coyuntura, donde han visto disminuidos fuertemente sus ingresos por la crisis, claramente que el uso del 10% irá a gastos corrientes o cotidianos, que era precisamente el objetivo final de este retiro del 10%.
Por otra parte, aquellos que no han visto sus ingresos disminuir de manera relevante, o que tienen cuadrados los ingresos con sus gastos recurrentes, pero que arrastran deudas “caras”, es recomendable pagar estas deudas. Con deudas “caras”, me refiero especialmente a aquellas con altas tasas de interés, como por ejemplo líneas de crédito, tarjetas de crédito (de casas comerciales o bancarias) o créditos de consumo con tasas elevadas. A mi juicio, no entran en esta categoría los créditos hipotecarios, que tengan tasas más bajas y que son además de largo plazo y con fines habitacionales.
Por último, para aquellos que no caen en las categorías anteriores: lo ideal es ahorrar (e invertir). Más aún, como decía anteriormente, no hay que olvidar que el retiro del 10% va en directo desmedro (o disminución) de las pensiones futuras de cada uno, por lo tanto, aquí es recomendable reinvertirlo para las pensiones, es decir, APV o cuenta 2 de la AFP. Las diferencias entre ambas son hartas, y uno siempre tiene que además considerar los costos de cada uno (es decir, cuánto cobra la AFP o administradora de fondos o aseguradora por el APV que estamos contratando. En el caso de la cuenta 2, por el retiro de estos fondos la AFP no cobrará comisión, por lo que también debe entrar en la balanza este aspecto).
No hay que olvidar que invertir en APV, además de contribuir a mejorar la pensión futura (los fondos solo pueden ser usados a la hora de la jubilación, no así la cuenta 2, y tienen beneficio tributario. Y acá, el régimen a elegir (entre A y B), dependerá del nivel de renta o ingreso de cada uno (en general, es seguro decir que con rentas mensuales superiores a $2 millones, conviene el régimen B, pero también dependerá de si uno ya invierte en APV, porque existen montos máximos para aprovechar los beneficios tributarios).
Lo más importante, en resumen, es entender que no hay una recomendación única, ya que depende de la realidad de cada uno.
Pero como regla general, siempre ser responsable, y asesorarse.
¿Nos conviene usar ese 10% para comprar acciones de LATAM Airlines a mil pesos? Valía $7. 000.. ¿en algún momento se recuperarán, ¿no?
– Uf. El tema de LATAM Airlines es mucho más complejo y extenso. La respuesta es definitivamente no, y por varias razones. La primera, es que uno debe ser responsable con el 10%, entendiendo que el fin es la jubilación, y considerar las respuestas de la pregunta anterior. Además, entender que las acciones son un producto con un alto nivel de riesgo, donde eventualmente (no es muy común, pero puede pasar), uno puede perder el total de lo invertido. Es cosa de pensar precisamente al revés que la pregunta, el que invirtió a $7.000, en un par de meses perdió cerca del 90% de su inversión. Con esto, no quiero decir que estoy en contra de invertir en acciones (por el contrario, es parte importante de mi trabajo recomendar precisamente en qué instrumentos y/o acciones invertir a nivel global), pero uno debe tener presente su perfil de riesgo (qué tan dispuesto estoy a perder parte de mi inversión, dado que existe la posibilidad de ganar también), y por supuesto el objetivo y horizonte de la inversión (no es lo mismo si estoy invirtiendo para la vejez, o para la universidad de mis hijas, o para irme de viaje en unos meses). Las acciones no son para todos, ni para todo tipo de inversión.