Sabemos que este sistema no es el ideal y que aún nos falta mucho por aprender, sin embargo, el profesionalismo, compromiso y cariño por parte de toda nuestra comunidad educativa, han hecho de este homeschooling una experiencia muy enriquecedora.
Sabíamos que las consecuencias de la llegada del virus al país se veían venir, por lo que la semana anterior al 16 de marzo -cuando se dictó la medida de suspensión de clases presenciales- ya habíamos comenzado a prepararnos. Anticipándonos al anuncio, cancelamos todas las tareas administrativas de nuestro equipo docente, con el fin de que pudieran dedicarse a generar y seleccionar material para el tan esperado homeschooling.
Nuestros morim de Preschool y Elementary School prepararon booklets con actividades ordenadas para 15 días, que fue lo que consideramos podría ser el periodo de suspensión. Como llevábamos poco tiempo de clases, éstas se concentraron en repasar aquello que sería requisito para el año en curso y aquello que había quedado más débil el año anterior, lo que les permitiría a los alumnos hacer un trabajo un poco más autónomo. Para High School, en tanto, preparamos un taller para los profesores sobre cómo utilizar Google Classroom para crear un curso virtual en donde poder asignar tareas, actividades y conectarse de forma remota.