En este desafiante contexto, y con mucha esperanza, el Instituto Hebreo se encuentra recibiendo a las familias postulantes con un nuevo formato de admisión online. Pero no por eso, menos emotivo y repleto de expectativas como siempre.
Sergio Herskovits, director general y Déborah Miranda, coordinadora del departamento de Admisión, expresan en esta entrevista cómo el colegio ha logrado convertirse en una comunidad educativa solidaria, valórica, judaica plural y con crecientes logros medibles en la excelencia académica (primer puesto en la PSU 2019). Además, nos cuentan cómo, en este particular escenario, el colegio ha logrado adaptarse cómodamente a un escenario digital, conteniendo emocionalmente a toda su comunidad.
¿El Hebreo estaba preparado para este escenario de enseñanza online?
– SH: Creo que estábamos muy bien parados, desde el punto de vista metodológico y si tomamos en cuenta la cultura digital que logramos impulsar en el colegio. El modelo Yuval, que comenzamos hace diez años, propone llevar el quehacer educativo a la “nube” y que las herramientas tecnológicas sean un recurso natural para el alumno mientras estudia en el aula, o en su casa.
Sin duda, el modelo Yuval ha tenido un rol fundamental en este nuevo escenario de educación a distancia, y ha sentado las bases para que toda la comunidad educativa se adapte con éxito a esta nueva modalidad de aprendizaje online.
Si bien durante esta emergencia sanitaria, tuvimos que hacer adaptaciones y aprender a operar en lo específico, nuestros estudiantes ya estaban familiarizados con muchas de las plataformas educativas que hoy, gracias a la pandemia, han cobrado mayor popularidad: por ejemplo, Google Classroom. Actualmente, los talmidim tienen a su servicio una plataforma educativa que les permite seguir aprendiendo y encontrar en el colegio apoyo socio emocional. Sabemos que este cambio de paradigma recién empieza, por eso hay que estar muy atentos.
¿Cómo ha sido y cuál fue la respuesta de los distintos actores de la comunidad?
– SH: Todos los actores de la comunidad han hecho un esfuerzo inmenso. Descubrimos que somos una comunidad educativa que pudo sacar de sí misma recursos para seguir aprendiendo y cuidándonos.
Los profesores han trabajado horas interminables, los padres y madres, co-educando a sus hijos, en medio de sus rutinas de trabajo. Y los talmidim, han reaccionado con autonomía y responsabilidad.
Y otra dimensión que es fundamental mencionar es el cuidado emocional de toda la comunidad: niños, morim, funcionarios y padres. A lo largo de este período, nos dimos cuenta de que nuestro rol no era sólo académico, sino que se trataba de un proceso humano y que debíamos acompañar a las familias del Hebreo en todas sus necesidades.
El apoyo psicológico, los talleres o comunicaciones que el colegio envía periódicamente para apoyar a los padres en su nueva labor coeducativa, o la preocupación por los morim y funcionarios a través de encuestas o consultas socioemocionales, fueron grandes herramientas para transitar juntos este particular escenario.
¿Están cumpliendo con los objetivos curriculares establecidos por el Mineduc?
– SH: Estamos terminando el primer semestre y estamos conformes con los resultados. Porque no solamente estamos cumpliendo los objetivos establecidos por el Ministerio, sino que los superaremos cómodamente. Y esto nos genera mucha tranquilidad y alegría. El esfuerzo de todos, está dando sus frutos.