Por Daphne Dionizis
No todo en estos tiempos es negativo. Valores como la empatía, compañerismo y solidaridad, sin duda han sobresalido estos meses. Y nuestra Comunidad no se queda atrás; muy por el contrario, ha sido un ejemplo a seguir con sus iniciativas voluntarias.
La solidaridad es más contagiosa que el virus, solo depende de nosotros abrir nuestros ojos más allá de nuestra zona de confort y tomar acción.
Podríamos escribir una lista de diversos programas de apoyo y ayuda social, sin embargo, nos enfocamos en cinco proyectos que marcan valiosas tendencias. Y tú ¿qué estás esperando para emprender en este boom solidario?
PonteSolidaria.cl
Tamara Simon (22) e Isidora Mac Niven (23), son las fundadoras de esta cuenta de instagram, que se dedica a donar y vender ropa y accesorios; el dinero recaudado se convierte en fondos para la Fundación Apaña.
“Somos muy sensibles ante el dolor ajeno y no queríamos quedarnos sin hacer nada. Como todavía somos estudiantes y no trabajamos, no ganamos un sueldo que nos permita donar dinero a alguna causa así que nos pusimos a pensar en cómo podríamos ayudar. Llegamos a la conclusión de que lo único que teníamos son cosas y ropa, así que decidimos hacer orden, quedarnos solo con lo necesario y el resto venderlo”, nos explica Tamara.
Agrega que, somos fieles creyentes de que querer es poder, nosotras queríamos solamente ayudar y tuvimos que darle un par de vueltas al “cómo”, pero lo logramos y con mucho éxito, lo que nos tiene muy felices y con el corazón lleno por estar haciendo algo tan lindo y de una forma innovadora.
¿Cómo se puede donar?
– Ayudarnos es muy fácil y se puede hacer de muchas formas. A muchos nos encanta vitrinear o comprarnos cosas que nos gusten, en Pontesolidaria.cl te invitamos a vitrinear, pero con sentido. Elige algo que te guste y solo por comprarlo, ya estarás aportando.
El total de la compra se deposita directamente a la fundación, así que todo es muy transparente y honesto.
Si lo que te gustó ya se vendió o no te gustó nada, también nos puedes ayudar, dándole una mirada a tu closet y donándonos lo que ya no uses. Las prendas deben estar en buen estado (sin manchas, hoyos, desteñidos ni muy gastado). Del resto nos encargamos nosotras. Y obviamente, compartiendo y difundiendo la cuenta sería la forma más fácil de ayudar.
No solo ayudan donando sus ropas, sino que a personas que hacen delivery y al medio ambiente ¿Nos cuentan un poco más?
– Queremos construir una red de ayuda más amplia que solo vender ropa, así que creamos un proyecto que ayuda desde todas sus aristas. Necesitábamos a alguien que realizara los envíos de los paquetes, y a la Isi se le ocurrió que podíamos contratar a Johnny, un ex guardia del colegio Instituto Hebreo, que se había quedado sin trabajo. Se lo ofrecimos y desde ahí él nos ha acompañado en todo. Así que nos ayudamos mutuamente. Además, semana por medio salen de nuestras casas bolsas llenas de ropa (lo que no se vende) destinadas a una población de escasos recursos en Lo Barnechea. Por otro lado, también aceptamos ropa, juguetes, libros y cosas para niños. Esto no se vende, pero va destinado a la fundación Viveniño, que ayuda a niños con problemas oncológicos.
Por último, y para terminar de convencerlos de que somos una buena idea para colaborarnos, la alternativa de utilizar o comprar ropa vintage, es un aporte a nuestro medio ambiente, dándole un respiro de todo lo que contamina la industria de la ropa y el fast fashion. Es darle una segunda oportunidad a prendas que ya no usas o no necesitas.
Regalar nuestras cosas no siempre es un acto fácil ¿qué las motiva?
– Es verdad que desprenderse de ciertas cosas (para algunas personas, sobre todo de la ropa), no es una tarea fácil. Pero al ver que había familias enteras que no estaban cubriendo una necesidad tan básica como la comida, o el abrigo, nos dimos cuenta de que no necesitamos ni un cuarto de lo que tenemos.