Por Daphne Dionizis
¿Estás cansado de las terapias tradicionales y no ver resultados efectivos? ¿Esa fobia o adicción sigue invadiendo tu vida? ¿Aumentaron tus miedos por causa del Coronavirus? O simplemente, ¿te gustaría obtener cambios y mejoras en tu autoestima, relaciones familiares o laborales? Tal vez, sea el momento de probar PNL.
Aunque el nombre puede ser confuso, e incluso abrumador, esta disciplina tiene resultados efectivos y permite conocer la manera en que procesamos la información, y así descubrir patrones de conducta, y a través de diversas técnicas, lograr cambios concretos a nivel emocional y conductual. A su vez, ha sido una herramienta muy utilizada en esta pandemia ya que logra disminuir los niveles de angustia y miedo a contagiarse.
Alan Frenk, Fundador y Director Académico de la Sociedad Chilena de PNL (SCPNL), es una destacada autoridad a nivel nacional e internacional sobre esta materia.
A su vez, es creador del Coaching Neuro-Lingüístico de Estructura Profunda (CNL). Desde 1992, se dedica en sus consultas a mejorar la calidad de vida de muchas personas, y a enseñar y preparar a cientos de personas en sus diplomados, programas y talleres, tanto en Chile como España y Brasil. Conversamos con Alan sobre esta terapia.
¿Qué es la PNL?
– La PNL, hoy en día, es un conjunto de conocimientos y procedimientos que permiten generar un cambio concreto y verificable en temas emocionales, intelectuales, conductuales y cognitivos.
Proviene, inicialmente de los estudios que hicieron John Grinder y Richard Bandler en la búsqueda de un formato terapéutico efectivo y confiable.
El nombre proviene del efecto que tiene el lenguaje sobre nuestro sistema nervioso y sus formatos de “programas”: Programación Neuro-Lingüística.
¿Para qué se utiliza?
– En la mayoría de los casos se utiliza para mejorar comunicación y relaciones y para generar cambios concretos en temas emocionales y conductuales.
La PNL abarca temas de motivación, autoestima, fobias, depresiones, adicciones, relaciones familiares, entre otros.
¿En qué se diferencia de otras terapias psicológicas?
– Algunas de las diferencias podrían ser por ejemplo; en PNL no hay diagnóstico, no se rotula lo que está ocurriendo con una palabra, más bien se busca describir multisensorial (visión, audición, propiocepción, emoción) y sistémicamente las dinámicas y reacciones para con eso, establecer “estado actual” y “estado deseado”. Después se procede a encontrar maneras concretas (técnicas de cambio o prácticas mentales) para que se pueda generar un cambio que lleve del “estado actual” (que se desea cambiar) al “estado deseado” (que es cómo se desea vivir de ahora en adelante el tema siendo tratado).
Otra diferencia es que en PNL cada trabajo se estructura basándose en los requerimientos y estructura de cada persona, no tiene maneras generalizadas para tratar los diferentes temas. Existe un protocolo general, pero la o las técnicas que se utilizan para generar un cambio y cómo ellas se estructuran y presentan, son completamente orientadas para la persona que las requiere. Por esto la PNL funciona bien independiente de edad, género, creencias o valores de cada uno, porque se logra con ella, respetar a todos.
En PNL, adoptado de Gregory Bateson, trabajamos con el concepto de Ecología personal y transpersonal en la generación de cualquier cambio. Esto se traduce a que para cualquier cambio, buscamos mantener todos los beneficios que puede tener el Estado Actual y también reducir al máximo y, preferiblemente eliminar por completo, posibles consecuencias indeseadas que pudiera generar el Estado Deseado. También se considera el corto, mediano y largo plazo junto con las reacciones de personas significativas. Todo esto para generar, lo que llamamos, un cambio “ecológico” para la persona.
¿Va acompañado de hipnosis?
– Puede incluir la utilización de Hipnosis Ericksoniana, pero esto depende más bien de la predilección de quién está aplicando.
Ahora que estamos en pandemia ¿Puede ayudar la PNL a disminuir la angustia por el confinamiento y el miedo a contagiarse?
Sí, con la PNL se puede ayudar muchísimo a disminuir la angustia y ansiedad ante la incertidumbre que la pandemia genera, y también sirve para reducir el miedo de contagio a niveles sanos.