Cuando aprovechamos el tiempo que de manera “obligada” nos regala la pandemia, somos capaces de enfrentar mejor este periodo: ya sea cultivando algún talento, expresando sentimientos por medio de las artes, o bien, dedicando nuestro tiempo a quienes nos necesitan.
Sin duda, el encontrar algún sentido en medio del encierro e incluso la soledad, ayuda a vivir de mejor manera.
En CISROCO también algunos de los residentes pasan los días cultivando talentos: leer, bordar, pintar o escribir son algunos de ellos.
En esta ocasión compartimos las palabras de uno de nuestros residentes, Roberto Lowy, quién utiliza su tiempo de encierro y mayor introspección para cultivar su principal pasatiempo: escribir.
Roberto deleita a sus amigos con sus palabras y constantemente está escribiendo poemas y reflexiones para celebraciones, eventos y ocasiones especiales.
Les compartimos uno de sus escritos titulado: el valor de una lágrima.
El Valor de una Lágrima
¿Cuál es el valor de una lágrima? ¿Qué contiene esa gota que recorre el pequeño trecho de la mejilla, sin explicar el motivo por el cual aparece? ¿Qué intención transporta? ¿Representa acaso algo que un laboratorio de cuento podría analizar? ¿Qué ingredientes la componen?
Desde luego, sabemos que la lágrima es la manifestación de algún dolor físico o de algún dolor impensado, de alguna alegría inesperada o de un capricho…
Pero hay lágrimas que hay que saber entender: la muestra silenciosa de un ser incomprendido; lo que representa la oración que alguien dirige a lo alto ya sea para agradecer o pedir; la de alguien, solitario o inmaduro que desconoce los caminos que hay en la vida para rectificar rutas erradas.