Por Daphne Dionizis
Las siete tnuot de Chile están de acuerdo en una cosa: pase lo que pase, activar es lo más importante, ya que el rol que cumplen los madrijim es fundamental e indispensable en la vida de todos los janijim.
Si hay algo mágico que recuerdo de mi infancia (aunque no fue hace mucho), es mi participación tnuatí. Cada sábado, como janijá y madrijá, viví algo único, especial e inigualable. Si bien pasé por dos de ellas, dejaron una huella imborrable en mi vida, como seguro en la de muchos de ustedes también.
¿Se imaginan hacer un forongó online? ¿Una peulá, reunión de shijvá y disfrutar de juegos frente a una pantalla? Parece imposible, pero esta es la nueva realidad de las tnuot. Una realidad que si bien podríamos pensar que no es la ideal, se ha convertido en el modo perfecto de acompañar a cada niño en su casa, llenándolo de cariño, apoyo y alegría en esta situación que nos tocó vivir a nivel mundial.
Conversamos con los Roshim de cada tnuá, quienes nos cuentan cómo están organizándose y haciendo de cada tnuá virtual, el mejor lugar para ellos. Un aplauso es poco. Me saco el sombrero por ellos.
Una anibá y un computador
Si antes el uniforme debía estar en perfecto estado, hoy lo más importante es asegurar la conexión a Internet y registrarse en Zoom. Qué diferencia, ¿no?
Pablo Straji, Rosh Tnuá de Tikva, nos confiesa que al comienzo no fue fácil organizarse y tomar las nuevas medidas de esta realidad virtual. “Nos costó al principio, y la decisión más importante fue decidir hacer peulot todos los domingos (tuvimos que moverlas por Shabat) de manera online, para poder seguir con Tikvá y para eso también decidimos tener reuniones semanales obligatorias para todos los madrijim y así lograr que todos los javerim sigan teniendo a Tikvá presente durante su semana”, agrega.
Bet-El también modificó su día al igual que Tikvá. “Los sábados tradicionales de Bet-El en el Mercaz, se cambiaron por domingos de Bet-El online. Con respecto a las actividades, los madrijim son libres de ocupar la plataforma que quieran para hacer juegos y peulot. La gran mayoría de los madrijim ocupan Zoom para comunicarse con los janijim y hacen juegos con aplicaciones como Kahoot, Drawise y hasta Club Penguin”, asegura el Rosh Tnuá, Javier Calderón.
Del mismo modo, Yosi Sokolowicz, Rosh Tnuá de Maguen Hador, nos cuenta que activan los domingos por Zoom y transmiten un mensaje de Torá que se relacione con las actividades de cada semana. “Tenemos grupos de WhatsApp de Tzévet y hacemos una clase semanal en la cual traemos a un charlista y damos las informaciones. Lanzamos un nuevo proyecto, el cual trata de que cada semana, uno de los madrijim da un mensaje sobre la parashá de la semana, ya que consideramos muy importante la enseñanza que se les transmite a los janijim”, explica.
Gabriel Kuperman, Rosh Tnuá de Maccabi Viña, nos cuenta que “Hemos estado haciendo distintas actividades con todas las kvutzot a través de plataformas como Zoom e Instagram. La conexión online ha sido nuestro mejor recurso en esta época, aunque no es para nada ideal”, agrega.
A su vez, Sara Rivero, Rosh Tnuá de Hashomer Hatzair señala que “nos esforzamos para que las actividades virtuales sean lo más parecidas a como lo hacíamos presencialmente. Siempre tuvimos en mente seguir activando. No nos podíamos quedar de lado en una situación así, con lo importante que es el movimiento para los janijim”.
Juegos virtuales
Mientras yo jugaba al ameba o hacía gymkanas, los madrijim de hoy se desenvuelven en diferentes plataformas tecnológicas. ¡Ellos sí que son líderes del Siglo XXI!
“Lo primero que hicimos fue buscar nuevas formas de hacer Tzeirei. Es así como surgió la idea de crear una nueva cuenta de Instagram llamada “Tzeirei en el bolsillo”, en la cual subimos concursos, juegos y actividades educativas cada semana exclusivamente para nuestros janijim y madrijim. Además creamos los “Talleres tzeireianos”, los cuales semanalmente son dictados por nuestros madrijim, existiendo una gran variedad de opciones entre las cuales el janij puede elegir dependiendo de su gusto (guitarra, arte, deporte, etc)”, nos cuenta Daniel Camhi, Rosh Tnuá de Tzeirei Ami.
Itamar Csaszar, Rosh Tnuá de Maccabi Hatzair, nos cuenta que en su tnuá “las actividades que hacen los madrijim varían constantemente. Hacen conferencias en Zoom con sus janijim, les mandan videos por WhatsApp con tutoriales de distintas cosas para hacer durante la semana con su familia (desafíos, recetas, juegos, etc) y además hacen peulot de vez en cuando para no dejar de lado el toque místico que nos identifica”, agrega.
Un apoyo incondicional
Definir a un madrij puede ser algo complejo: amigo, mentor, guía espiritual, hermano mayor, entre muchas otras opciones. Sin importar qué apodo le pongamos, todos concordamos en que su rol es único, y más aún en esta pandemia.
“Creemos importante que el madrij ayude al janij a reflexionar sobre cómo se siente y cómo está enfrentando esta situación, y que se genere un ambiente cómodo en la kvutzá para compartir y conversar lo anterior”, expresa Daniel.
“Los tratamos de llamar todas las semanas, cuando logramos contactarnos hablamos por teléfono sobre cómo están, cómo va su semana. Así siempre tienen la posibilidad de contarnos cosas y conversar con nosotros”, nos cuenta Sara.