Consejos Sionista de Chile

Israel, 1969

“La más antigua de las naciones es también la más joven”

José Luis Borges

El Estado de Israel es el único Estado judío que conocemos. Su existencia ha costado la vida de millones de judíos, de amigos de Israel, y de Justos entre las Naciones. Es hogar nacional judío y siendo así, se convirtió en el hogar de los cientos de miles sobrevivientes del Holocausto, que no solo acabó con las vidas de los 6 millones de judíos, entre esos, un millón y medio de bebés y de niños, enviados a los crematorios junto a sus padres, sin ninguna misericordia; sin piedad. Y, asimismo, Israel no se crea a raíz del Holocausto, sino por la causa sionista liderada por el legendario Theodor Herzl, y todos los demás judíos que impulsaron e incluso murieron por la misma.

La causa sionista antecede al nazismo, aunque no al antisemitismo. El antisemitismo que data de hace siglos, y que, hoy protagoniza nuevos “libelos de sangre”, promueve ataques (incluso hasta la muerte) a individuos o colectivos judíos y fomenta el vandalismo ante instituciones judías, entre otras cosas. Es muy importante visitar la tumba de Herzl en el monte del mismo nombre y conocer el monumento a los 6 millones de judíos europeos exterminados por los nazis.

El movimiento sionista es el precedente del moderno Estado de Israel. Y, lo es a causa del antisemitismo que causó terribles “pogromos” o matanzas a judíos, incluyendo vejámenes de diferentes tipos, a causa, y solo por el hecho de que eran judíos.

El Estado moderno de Israel se crea mediante la resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, que ratifica la labor y el esfuerzo del movimiento sionista internacional, y que, de alguna forma, reivindica a las naciones con los judíos ante el gran abandono que hubo durante los años en que los millones de judíos fueron llevados de forma inhumana a su fin por la mano del hombre, en este caso de los nazis y de todos sus simpatizantes y colaboradores.

Israel, tal vez es la nación que más derecho tiene a existir, ya que fue un pueblo, una nación, sin tierra por muchos años, a pesar de haber tenido siempre los requerimientos necesarios para consolidarse como Estado. Israel es una nación con derecho a defenderse, como nación perseguida históricamente, atacada sin cese por el terrorismo islámico, por el antisemitismo mundial, por la hipocresía antijudía, anti sionista, antisraelí…antisemita. Además, es y ha sido el hogar nacional de los judíos desprotegidos, perseguidos, atacados, acosados e incluso expulsados de sus naciones de nacimiento, solo por el hecho de ser judíos.

Acechado por sus enemigos, ha logrado consolidar una de las naciones líder en el mundo, con avances tecnológicos y científicos, que dan ejemplo a las demás naciones.

Lo ha hecho todo mientras se defiende. Y a pesar de eso, el enemigo se ha logrado salir con la suya, y pretende que toda la culpa sea del israelí, que lleva la frente en alto, pero no por orgullo ni por altivez, sino porque le toca.

“La más antigua de las naciones es también la más joven”, dijo José Luis Borges; escritor argentino quien muchas veces afirmó que en su pasado existían ancestros judíos. Considerado uno de los máximos exponentes de las letras argentinas, hispanas e incluso mundiales del siglo XX quien murió dejándonos solamente con sus letras.

Desde el Consejo Sionista de Chile, con este escrito, lo recordamos en homenaje citando este poema sobre Israel que escribió en 1969:

“Temí que en Israel acecharía

con dulzura insidiosa

la nostalgia que las diásporas seculares

acumularon como un triste tesoro

en las ciudades del infiel, en las juderías,

en los ocasos de la estepa, en los sueños,

la nostalgia de aquellos que te anhelaron,

Jerusalén, junto a las aguas de Babilonia,

¿Qué otra cosa eras, Israel, sino esa nostalgia,

sino esa voluntad de salvar,

entre las inconstantes formas del tiempo,

tu viejo libro mágico, tus liturgias,

tu soledad con Dios?

No así. La más antigua de las naciones

es también la más joven.

No has tentado a los nombres con jardines,

con el oro y su tedio

sino con el rigor, tierra última.

Israel les ha dicho sin palabras:

olvidarás quién eres.

Olvidarás al otro que dejaste.

Olvidarás quién fuiste en las tierras

que te dieron sus tardes y sus mañanas

y a las que no darás tu nostalgia.

Olvidarás la lengua de tus padres y aprenderás la lengua del Paraíso

“Serás un israelí, serás un soldado. Edificarás la patria con ciénagas: la levantarás con desiertos. Trabajará contigo tu hermano, cuya cara no has visto nunca. Una sola cosa te prometemos: tu puesto en la batalla”. -Jorge Luis Borges; Israel, 1969.