B´NAI B´RITH

Archivo Judío: centro de memoria colectiva

Por Ana María Tapia Adler

Las historias de los individuos, las familias y las comunidades se conectan para formar la memoria colectiva, y nuestra historia como país.

Memoria e historia son la base de la identidad judía por ello es importante resguardar las huellas y testimonios materiales de la participación de los migrantes judíos en la historia y patrimonio de una comunidad o localidad del país.

Leo de Jong, Werner y Lutz Simonsohn, miembros de Filial Pacífico, la logia fundadora de B’nai B’rith en Chile, conscientes de la importancia de rescatar la historia de los judíos en nuestro país para saber quiénes son, desde donde y cuando llegaron, cuáles han sido las razones que los trasplantaron desde sus lugares de origen hasta esta tierra lejana, dieron su apoyo total a la idea de rescate y puesta en valor de una memoria judía en Chile que lentamente parecía irse diluyendo con el paso del tiempo.

Filial Pacífico, advierte en el rescate del patrimonio cultural judío la vía a través de la cual ella misma perduraría a lo largo del tiempo y para ello creó una Fundación que albergara el Archivo Judío de Chile con la finalidad justamente de recuperar y salvaguardar esta memoria, tarea que toda la filial aceptó gustosa.

Zajor lo tishkaj, recordar, no olvidar es la premisa que se le ha ordenado al pueblo de Israel y que el Archivo hace suya a fin de preservar la memoria de la comunidad judía de Chile.

Este trabajo es una contribución a la recuperación del patrimonio cultural de Chile y de toda la humanidad. Un Archivo que se precie de tal no es solo un depósito donde se guardan “papeles y documentos viejos”, tampoco es un lugar destinado a reunir y guardar el material para sí, egoístamente. Un Archivo está para proteger, organizar y dar acceso a los documentos -independientemente de su soporte material (escritos, gráficos o audiovisuales), que han sido acopiados por una persona o institución pública o privada en el transcurso de su vida y que sirven como testimonio y fuentes para construir una historia plural, diversa e inclusiva. Su función es “ponerlo en valor”, trabajarlo de acuerdo a los estándares internacionales, y volverlos lo suficientemente amables para que investigadores de hoy y del futuro puedan acudir a él para descubrir acerca de los orígenes, desarrollo y aportes de la judería chilena a nuestro país. Una historia que muchos se quejan de “conocer poco o nada”.

El trabajo de un archivo va más allá de la simple recolección de materiales.

El Archivo Judío de Chile posee un fondo documental de más de 70 mil documentos en diversos soportes, entre manuscritos, fotografías familiares e institucionales, documentos administrativos, etc., que ilustran además de la experiencia de la comunidad judía en Chile, de hechos históricos, políticos y culturales relevantes para la comprensión del mundo del siglo XIX y XX.

De este modo su contenido ayuda a construir una memoria colectiva, nacional e individual que permite visibilizar una sociedad diversa y plural, rica y compleja en sus relaciones y encuentros.

El Archivo cuenta con un equipo profesional altamente calificado y en sus cortos años, en el ámbito internacional, cuenta ya con el reconocimiento del Consejo Internacional de Archivo de la UNESCO, con el Archivo Nacional del Pueblo Judío (Jerusalén) y es miembro de la Red Latinoamericana de Archivos Judíos, es miembro de Google Arts and Culture. Ha firmado convenios de colaboración con el Centro Genealógico Judío de Colombia eI WO en Argentina. Participa, además, en actividades fundamentales como el reciente Congreso de Curadores de Judaica realizado en Israel la semana pasada, participará en la dictación de un Seminario y talleres especiales para personas que trabajan en archivística a nivel latinoamericano, y asesora a la red LAES en materia de gestión de información.

En al ámbito nacional posee vínculos de trabajo colaborativo con importantes instituciones culturales como Memoria Chilena en la Biblioteca Nacional, colaboró activamente con el Archivo Nacional en la puesta en valor de los Documentos del Depto. 50 de la PDI y en el en ámbito comunitario presta apoyo tanto a la Fundación Memoria Viva como al Museo Interactivo Judío.

A lo anterior debemos sumar un hecho significativo: está en proceso de ser reconocido como Monumento Nacional en la categoría Monumento Histórico.

Y además, desde este año nuestro trabajo está acogido a la Ley de donaciones Culturales.

Memoria es historia y ambas construyen identidad.

Los invitamos a ser nuestros socios en esta enaltecedora tarea de recuperación y salvaguarda de memoria comunitaria a fin de evitar pérdidas que más tarde habremos de lamentar. Participen con nosotros en esta aventura singular y pionera. Las generaciones posteriores lo agradecerán y la sociedad general podrá, merced a la visión de la Filial Pacífico de B’nai B’rith-Chile y nuestro esfuerzo conjunto, conocer acerca de la historia y el aporte de los judíos a nuestro país.

Acompáñanos en nuestra web: https://archivojudio.cl/

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A través de nuestro Facebook ArchivoJudio.cl e Instagram: @archivojudio.cl

Y en nuestro canal de Youtube: Archivo Judío de Chile

¡Te esperamos! ¡Solo faltas tú!

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