La Comunidad NBI se caracteriza por ser acogedora, cálida y por sobre todo estamos comprometidos con el bienestar de todos quienes son parte ella.
Es por esta razón, que nuestra colectividad constantemente se está adaptando a los cambios, incorporando nuevas ideas para crear lazos y oportunidades para todos. Así mismo, y que de forma orgánica y sin necesitar gran notoriedad, se crean los grupos de voluntarias, que sin pedir nada a cambio, su compromiso es inigualable; un eslabón fundamental para socios y amigos que necesiten de un abrazo contenedor en momentos que más se requieran. Estas mujeres, con su compromiso inquebrantable, demuestran una vez más que el poder transformador de la unión femenina y del trabajo voluntario, radica en el corazón de las personas dispuestas a hacer una diferencia.
Grupo Shevet
Desde hace un tiempo un grupo de jóvenes voluntarias se juntó con el propósito de incorporar nuevos aires a la comunidad. Es así como nace el grupo Shevet (tribu en hebreo) con el enfoque principal de apoyar y vincular a las familias jóvenes de la comunidad.
Las voluntarias le dan la bienvenida a los bebés recién nacidos de las familias de la NBI, haciendo llegar un kit de shabat para los papás y puedan celebrar este día especial junto al nuevo integrante de la familia.
“Pertenecer a un voluntariado significa formar parte de una comunidad comprometida con una causa o un objetivo común, donde puedes aportar tu tiempo, esfuerzo y habilidades para ayudar al prójimo.
Es una experiencia que te permite crecer como persona, aprender de otras realidades y generar un impacto positivo en la sociedad.
Además, el voluntariado te brinda la oportunidad de crear vínculos significativos y sentirte parte de algo más grande que tú mismo. Shevet nació desde el interés de un grupo de mamás jóvenes, de aportar a las familias de la NBI con hijos pequeños y hemos estado en la constante búsqueda de ideas que nos permitan aportar nuestro granito de arena. Ha sido una gran experiencia, que espero siga evolucionando y encontremos aquel rinconcito que la NBI nos necesite más”, nos cuenta Karen Pincus, voluntaria de NBI.
Grupo Jesed
El término “Jesed” en hebreo se traduce como “amor incondicional” o “bondad”.
En la tradición judía, representa uno de los valores más fundamentales, que implica hacer el bien a los demás sin esperar recompensas.
Este grupo de la NBI nace hace más 3 años, bajo la necesidad de ofrecer apoyo a quienes requieren compañía, consuelo y el respaldo de una comunidad solidaria.
Se organiza en tres áreas de asistencia:
- Bikur Jolim: Se dedica a acompañar a los enfermos y sus familias. Antes de la pandemia, se realizaban visitas a clínicas y hospitales. Actualmente, Jesed se manifiesta cada viernes al enviar jalot, velas y rezos para Shabat.
- Shivá: Durante el período de duelo de siete días tras la pérdida de un ser querido, Jesed ayuda a los avelim orientándolos sobre los pasos a seguir. Esto incluye preparar el hogar para los rezos (tapando espejos, abriendo ventanas y encendiendo velas), ofrecer la comida simbólica (huevo, aceitunas y maní) y proporcionar material impreso para los rezos.
También se les lleva comida, cocinada y preparada por las mismas integrantes del grupo, para que los avelim no tengan que preocuparse por cocinar, por lo menos durante los primeros 3 días de este difícil periodo .
- Adulto Mayor: El grupo se ocupa de los miembros de la NBI de 85 años o más, realizando llamadas telefónicas y organizando actividades que se ajusten a sus necesidades, además de ofrecer transporte a la comunidad si es necesario. Durante este año se aumentó la participación de Jesed en Cisroco. Creando un grupo de conversación, compartiendo vivencia y opiniones personales, generando un espacio muy enriquecedor para todos.
“Para mí, ser parte del voluntariado de la NBI ha sido un privilegio, es entregar tiempo, dedicación, cariño y compromiso, y a cambio es sentir la plena satisfacción personal de poder ayudar y hacer comunidad”, comenta Claudia Ventura, voluntaria NBI.
Gracias al compromiso, ganas de ayudar y la fuerza femenina de estas maravillosas mujeres, NBI cuenta con un hermoso legado de ayuda social y afectivo que enriquece el valor del Tikun Olam dentro de la comunidad.
Su capacidad para gestionar, cuidar y transformar entornos de forma desinteresada es una muestra clara de cómo el compromiso social es una herramienta poderosa para avanzar hacia una comunidad más inclusiva y equitativa.