NBI

Sheelot: haciéndonos compañía

Por rab Pablo Gabe

¿Cómo establecer un vínculo que, al mismo tiempo pueda ser educativo, creativo, interesante, sin anular la libertad de quien está del otro lado? Un nuevo proyecto de la NBI para generar contenidos, está dando sus primeros pasos.

El concepto de Aldea Global fue acuñado por el sociólogo y filósofo canadiense Marshall McLuhan (1911-1980) para referirse a los resultados en el impacto de la comunicación inmediata sobre la población mundial. Sostenía McLuhan que al ser penetrados por la información proveniente de los diferentes medios de comunicación, se va construyendo una Aldea Global en donde lo que recibimos por diferentes medios, se convierte en algo que nos lo apropiamos. Si tenemos en cuenta que McLuhan no vivió la revolución que estamos atravesando nosotros con la masividad de información que circula en cada minuto por los diferentes medios a los cuales nos vemos expuestos, sorprende que en su tiempo ya se percibiera esta situación. Las múltiples redes sociales, generadoras de contenido que en muchos casos son solo fake news, están a la cabeza.

Entre todos los medios masivos de comunicación, desde siempre me incliné por la radio. Recuerdo de más pequeño las diferentes radioemisoras de Buenos Aires que captaban mi atención.

Con el paso del tiempo, la radio se convirtió en una gran compañía. Años más tarde pude entender alguna de las razones que me llevaban a empatizar con ella. A diferencia de la televisión o un periódico escrito (hasta hace no mucho tiempo, los Medios Masivos de Comunicación, eran solo ellos tres), la radio nos acompaña sin cooptar totalmente nuestra subjetividad. Hay quienes trabajan, estudian, limpian la casa, cocinan o realizan cualquier tarea, escuchando radio. Lejos de captar nuestra curiosidad, la radio se convierte entonces en una compañía. Nos permite realizar las diferentes tareas, pero no en soledad. Hay una voz que nos acompaña.

Antes de la existencia de las redes sociales, lo que escuchábamos en la radio eran solamente voces. Ellas nos conducían a imaginar los rostros propietarios de aquellas palabras. A partir de ahí, la radio mantenía una magia con los oyentes. Imaginábamos que estábamos ahí, sentíamos que conocíamos a quienes nos hablaban, sabíamos de sus vidas. A partir de eso, construíamos un (imaginario) vínculo con los que se encontraban del otro lado del micrófono. Reflexionábamos sobre lo que ellos hablaban, nos enojábamos, estábamos de acuerdo. O bien aprendíamos algo que jamás habíamos escuchado.

Un viernes de febrero en la tarde, a casi un año de haber tenido el primer caso COVID positivo en Chile, víspera de Shabat, conversábamos en las oficinas de la NBI junto a Henry Gherson (director ejecutivo) e Ighal Gottlieb (responsable de comunicación) sobre las diferentes opciones que teníamos para generar contenido. Pensábamos en algo original (cada día más difícil), dinámico, que pudiese llegar a una gama amplia de edades.

Y entre idas y vueltas, nació Sheelot. Con el propósito de construir un espacio educativo innovador y de establecer una relación entre todos, nos lanzamos con el Podcast.

‘Preguntas actuales de una mirada judía’, fue lo primero que se nos ocurrió. Comenzamos a pensar en diferentes temas que debiéramos abordar. La vacunación fue el primero, en plena pandemia. Los inmigrantes fue el segundo, a raíz de la crisis inmigratoria no solo en nuestro país sino en todo el mundo. Y desde el primer episodio, nos impactó haber recibido una pregunta desde Madrid. Nos dimos cuenta que ése es el camino por el cual queremos transitar.

 

Sheelot, preguntas. Porque todo empieza por una. La inquietud, querer saber, indagar, cuestionar. Y la respuesta no es algo cerrado, sino la oportunidad de seguir abriendo nuevas puertas.

Algunos episodios abordarán temas de la actualidad (cambiante día a día), otros estarán dedicados a conceptos fundamentales del judaísmo que ayudarán a construir una identidad y un conocimiento sólido. En suma, con el paso del tiempo, habremos edificado nuestra propia Aldea global judía.

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