El reconocido ingeniero civil chileno y presidente de la XXXVIII Semana Sefaradí repasa distintos momentos que vivió junto a su comunidad.
A Samy Levy le parece muy enriquecedor que existan comunidades ortodoxas y reformistas aunque él dice que “siempre se quedaría en una comunidad judía conservadora”. En su época universitaria se unió a la Comunidad Sefaradí a través del grupo Montefiori que fundó Moisés Ergas Araf. Desde entonces pasó a ser parte de sus directorios conociendo los distintos momentos que vivió la comunidad, sus líderes y las familias que la integraron.
Recuerda que la primera generación de líderes de la comunidad integrada por Enrique Alcalay, Enrique Testa, León Telias, León Couriel, Alejandro Gateño, entre otros “eran unos viejos visionarios idealistas que con muy pocos recursos hicieron mucho: construyeron la sinagoga de Santa Isabel y compraron la sede de Lyon (antiguo), la segunda generación compuesta por Alberto Mois, Marcos León, León Tchimino, Samy Bitrán, Elías Estrugo, y otros más, se encargó de consolidar la comunidad y construyó el salón de eventos además de comprar el cementerio 2. Esa pasión por la comunidad que tenían los líderes les hizo perder sus fortunas y su salud”. Cuenta que la tercera generación de la cual él era integrante “no nos comparamos a las anteriores, pero nos encargamos de comprar la sede del frente de Av. Ricardo Lyon (# 812) y un terreno aledaño con la cual hicimos una linda sinagoga y posteriormente buscamos la integración con el EIM para que la comunidad no pasara problemas económicos. Quedamos como arrendatarios pero hoy apoyo cien por ciento construir algo propio dentro del Estadio”.
Para Samy es necesario recordar a los ancestros y conservar el legado con sus dichos y comidas, también su historia, su museo, sus libros pero no mantenerse como una entidad propiamente sefaradí no le augura sobrevivencia porque según él: ¿Qué son nuestros hijos? “Son judíos latinoamericanos, se interesan de repente por sus raíces y tradiciones pero para ser honesto, no pensé que perduraríamos tanto y hoy no creo que perdure más allá de unas generaciones porque nuestras comunidades están tan mezcladas y el concepto asquenazí-sefaradí en mi concepción quedó atrás”.
¿Y cuál sería el sentido de continuar con una Semana Sefaradí?
Eso siempre va a tener sentido porque somos judíos.
Tenemos un legado escrito que se ha mantenido y mientras tengamos esa llama encendida, la seguiremos manteniendo, pero yo no auguro como sefaradí muchas más generaciones.
Más bien pienso que a futuro veremos nuestra comunidad judía coexistiendo dentro de esta variedad como una más dentro del mundo latinoamericano. Porque lo que importa es mantener nuestra continuidad y fomentar todas las actividades comunitarias y estar insertos en la sociedad con actividades culturales sin dejar de lado nuestras raíces, el estudio, nuestro museo, coro, cementerio. Tenemos un legado y herencia importante que debemos preservar.
¿Y apoya la decisión de ser propietarios de nuestra sede (remodelada) dentro del Estadio Israelita?
Creo que el estadio nos va a enriquecer y que la gente va a participar de actividades culturales, sociales y deportivas y en determinadas ocasiones, en actividades de culto.
Entre el 14 y 18 de noviembre, Comunidad Sefaradí de Chile invita a los miembros de todo el Ishuv a la 38 semana sefaradí la cual revivirá nuestro acervo cultural a través de distintas actividades culturales y de culto. Te invitamos a participar con nosotros desde el primer día.