Actualidad, MAIMONIDES SCHOOL

Responsabilidad Mutua

Primer viaje de voluntariado para apoderados a Israel: Un acto de jesed, unidad y compromiso, guiado por los valores de la Torá

La Torá nos enseña que nuestra conexión con Eretz Israel y con Am Israel es sagrada. Cada acto en favor del prójimo no es solo un gesto de bondad, sino una expresión de justicia, santidad y responsabilidad mutua. Como está escrito en Vaikrá (Levítico 19:18): “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Este mandamiento fundamental resuena con fuerza cuando asumimos el compromiso de estar presentes para nuestra nación en momentos de dificultad.

El primer viaje de voluntariado de apoderados de Maimonides School a Israel no fue únicamente una muestra de solidaridad, sino una manifestación concreta de jesed (bondad), ahavat Israel (amor por el pueblo judío) y ajdut (unidad), pilares esenciales de nuestra tradición. 

Fue una vivencia de tikún olam, la responsabilidad de reparar el mundo, especialmente cuando Am Israel enfrenta desafíos profundos como los vividos tras el 7 de octubre.

Los 28 apoderados que participaron respondieron al llamado espiritual de estar con nuestros hermanos y hermanas en la Tierra que Hashem nos entregó. No fueron como espectadores, sino como participantes activos de la historia viva de nuestro pueblo, encarnando el principio de Kol Israel Arevim Ze LaZe —“Todo Israel es responsable uno del otro”—. Esta mitzvá guió cada momento del viaje, transformándolo en una experiencia trascendental de entrega y conexión espiritual, y una manifestación concreta de los valores y principios que rigen la educación en Maimonides School.

Bajo el lema “MyResponsibility”, y con el apoyo de Taglit, el viaje incluyó actividades de voluntariado, visitas a lugares clave tras el ataque del 7 de octubre y encuentros profundos con diversas voces; Rab Avi Horowitz, Rab Tzvi Elion (soldado de las FDI y Rabino principal de Bnei Akiva), el Dr. Mauricio Cohen, Sivan Gobrin (vocera de los chilenos en Israel) y un residente del Kibutz Beeri que compartió la dolorosa experiencia de tener familiares secuestrados por Hamas. Cada testimonio reforzó el valor de la unidad (ajdut) y la continuidad del pueblo judío, sin importar las diferencias.

Ari Wurmann, Headmaster de Maimonides School e impulsor de esta misión, señaló: “En nuestro colegio cultivamos una conexión viva con Israel basada en la Torá. Luego del 7 de octubre sentimos un llamado interno profundo a actuar. Uno de los valores centrales que promovemos es el jesed, y sabíamos que debíamos hacer algo concreto. Nuestra relación con Medinat Israel es esencial para nuestra identidad. Estar ahí fue una experiencia transformadora en todos los sentidos.”

Cada actividad del viaje fue guiada por valores de la Torá: bajo el pilar de jesed, se armaron cajas de alimentos para familias necesitadas. 

Conectados con el valor de la tierra de Israel, ayudaron en el desmalezamiento de hortalizas y la siembra de árboles y flores en el kibutz Khatserim donde actualmente viven las familias desplazadas del Kibutz Beeri. Inspirados por el valor de ajdut, visitaron un programa de las FDI que integra a personas con necesidades especiales. En ahavat Israel, se dirigieron a la base Shura, donde se honra la memoria de los soldados caídos y se resguardan las Torot que acompañan a las tropas.

El grupo también visitó Sderot, el sitio del Festival Nova, el cementerio de vehículos atacados, y el puesto “Shuba”, un espacio para el descanso de los soldados, sostenido íntegramente por donaciones —un testimonio viviente de la generosidad y el amor entre los hijos de Israel.

Iarena Sadovnik, una de las participantes, compartió “vine con la intención de dar, pero recibí mucho más. En ‘Shuba’ vi el jesed hecho acción. El amor y la unidad del pueblo de Israel son conmovedores. Hoy, más que nunca, no importan las diferencias: todos estamos unidos por un mismo propósito. Me voy con un amor más profundo por Am Israel.”

El matrimonio Hoires-Chocrón, que donó más de 200 lentes de sol a soldados bajo el lema “BeYajad ve-Natzeaj” (“Juntos venceremos”), expresó: “este viaje ha sido un reencuentro con nuestras raíces y una afirmación de que nuestro pueblo está más vivo y más unido que nunca. Vivamos donde vivamos, tenemos la responsabilidad de contribuir a la continuidad de Am Israel.”

Este viaje fue más que un proyecto de voluntariado. Fue una expresión viviente de Torá, un acto de fe, esperanza y compromiso con nuestro legado espiritual. 

Los apoderados de Maimonides School no solo representaron a su comunidad, sino que llevaron con ellos el alma de nuestra tradición: el deber de estar presentes, de actuar con amor, y de fortalecer los lazos eternos entre todos los miembros del pueblo judío.

Am Israel Jai.