Tefilá por Chile 2025: fe, unidad y responsabilidad compartida
El 2 de septiembre, en la Sinagoga Or Hayam de Viña del Mar, la Comunidad Judía de Chile celebró una nueva edición de la Tefilá por Chile, una oración republicana e interreligiosa por el país que reunió a autoridades de gobierno, representantes religiosos y cientos de asistentes. La ceremonia contó con la presencia de la ministra Macarena Lobos (Segpres) y del canciller Alberto van Klaveren, quienes destacaron el valor del diálogo y la convivencia en la diversidad.
Desde 2010, la Tefilá por Chile se ha posicionado como un hito anual —“equivalente al Tedeum”, que convoca a rezar por el bienestar de la nación y sus autoridades. En esta versión, la asistencia fue multiconfesional: participaron representantes de iglesias y comunidades religiosas, entre ellas, la Diócesis de Valparaíso y La Iglesia de Jesucristo, subrayando el carácter fraterno y plural del encuentro.
El discurso de Alfredo Misraji, presidente de la CJCh, tomó como punto de partida la pregunta bíblica de Génesis, “¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?”, para convertirla en imperativo ético y compromiso ciudadano: sí somos responsables unos de otros, y sí el cuidado mutuo construye un Chile más humano.
Ese llamado se enlazó con una convicción comunitaria:
“cuidar, acompañar y preocuparnos por el bienestar de los demás”, anclada en el espíritu de Hiné ma tová —“¡Qué bueno es que los hermanos estén juntos en armonía!”.
La Tefilá se realizó pocos días después de la vandalización de la sinagoga Bicur Joilim, hecho condenado públicamente por las autoridades presentes. El llamado fue claro: rechazar toda forma de discriminación e intolerancia y reafirmar que la libertad de culto es pilar de la democracia. En esa línea, el discurso advirtió que “el antisemitismo es un cáncer social”, e instó a robustecer la Ley Zamudio para tipificar de forma explícita todas las formas de discriminación y el discurso de odio.
La oración elevó peticiones “por nuestros gobernantes… y por los ciudadanos, para que vivan con dignidad y en paz”, e incluyó un ruego por la pronta liberación de los 48 civiles secuestrados por Hamás desde el 7 de octubre de 2023: ninguna causa justifica el sufrimiento de inocentes.
La ministra Lobos enfatizó que Chile es una gran familia que exige respeto a la dignidad de todas las personas y la condena a cualquier forma de odiosidad; el canciller Van Klaveren subrayó el sentido de paz, tolerancia y convivencia que inspira la Tefilá.
La Diócesis de Valparaíso valoró públicamente la instancia de oración por el país; otras comunidades religiosas también hicieron presencia, reafirmando que la búsqueda del bien común trasciende credos y doctrinas.
La cobertura nacional, televisión, prensa y plataformas institucionales, dejó testimonio de una ceremonia masiva y transversal, con alrededor de 350 asistentes, entre autoridades, parlamentarios y miembros del cuerpo diplomático.
“Somos chilenos, orgullosos de nuestra patria, agradecidos de esta tierra que acogió a nuestros abuelos y bisabuelos, y comprometidos con trabajar por su presente y su futuro”.
La frase, pronunciada durante la Tefilá, resume el hilo conductor del encuentro: amor por Chile y decisión de servirlo desde la educación, la cultura y el diálogo.
El cierre recuperó palabras de Gabriela Mistral: “Chile no es un suelo solamente; es un espíritu que hay que cuidar para que dé siempre frutos de justicia y bondad”. Un recordatorio de que la vida republicana se cuida con gestos concretos, respeto activo y una cultura de encuentro.