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Marina Rosenberg: “Tenemos que levantar la cabeza con orgullo y salir a defender el Estado de Israel”

Por Daphne Dionizis

Así lo plantea nuestra primera Embajadora de Israel en Chile, quien, a pesar de asumir su rol durante meses inciertos en nuestro país, asegura que está muy contenta con la Comunidad, sociedad chilena y su labor.

Desde pequeña soñó con ser diplomática y Embajadora de Israel en Latinoamérica, sueño que consiguió en 2019 al asumir este cargo en nuestro país.

Líder innata con una gran trayectoria diplomática en sus espaldas, que de seguro marcará el rumbo de su carrera profesional en Chile.

Conversamos con Marina Rosenberg, esposa, madre de dos hijos, vegana, feminista y animalista. Una gran mujer que asumió la gran responsabilidad de representar a Israel en nuestro país.

Embajadora ¿Cómo ha sido su experiencia en Chile? ¿Qué destacaría?

– Estoy acá hace 1 año y 9 meses, y ha sido bien diferente a lo que esperé, porque Chile ha cambiado y porque tuve muy poco “tiempo normal” de Chile.

Pocos meses después de que asumí, ocurrió el estallido social y después llegó la pandemia, entonces son desafíos no solo para el país, sino también para diplomáticos extranjeros que están acá y en otros lugares.

Tuvimos que rápidamente adaptar nuestra agenda para la realidad que ha cambiado, y la verdad es que dentro del gran desafío que existe acá para la Embajada de Israel y las relaciones entre ambos países, por el tema del lobby palestino y antiisraelí, sí he sentido que existe mucho apoyo y cariño, no solo dentro de la Comunidad, sino que fuera. Eso me sorprendió para bien, que hay mucho aprecio hacia Israel, los logros de Israel, como un país start up, innovador con impacto social, y la verdad es que ha sido una experiencia hasta hoy muy enriquecedora.

Tengo un excelente equipo en la Embajada y gracias a ellos estamos muy activos, haciendo muchos proyectos humanitarios y sociales, a pesar de que lamentablemente no tuve la oportunidad aún de pasear mucho por Chile que es algo que me gustaría hacer. Pero sí hemos llegado por lo menos virtualmente a muchas personas en regiones y Santiago, y ha sido hermoso ver cómo gente que no conoce Israel, de repente se le abren los ojos cuando recibe apoyo nuestro o de la Comunidad Judía. También ver a expertos en diferentes temas que nunca viajaron a Israel, pero que lo reconocen como un líder mundial en temas hídricos, de ciberseguridad, innovación, salud digital.

Mi tiempo aquí hasta ahora fue agotador porque no paramos de trabajar pero con muchos logros y recibiendo mucho cariño.

¿Cuál es su misión como Embajadora en Chile?

– En términos comerciales pusimos como foco la colaboración en temas de salud digital, innovación, ciberseguridad y temas hídricos, que son los principales en los que Israel se destaca y que tiene mucho que aportar a Chile y al resto del mundo. Hay grandes desafíos acá en Chile en relación a estos temas.

El segundo tema es lo político, la importancia de, a pesar del gran desafío del lobby antiisraelí que existe en Chile, promover buenas relaciones bilaterales con los diferentes ministerios y gobiernos regionales. Trabajar con municipios, con el Congreso que allí todos los años hay iniciativas anti israelíes, y obviamente trabajar junto a la Comunidad Judía.

En este año de pandemia y post estallido social, también pusimos como prioridad la ayuda solidaria con las diferentes regiones con el apoyo de Mashav, que es la Agencia de Cooperación Internacional de Israel.

¿Cómo describirías a la Comunidad Judía en Chile?

– Creo que es una comunidad muy cariñosa, activa, sionista. Es realmente emocionante ver el gran cariño que los miembros le tienen a Israel como también el énfasis que ponen en la continuidad de la vida judía y la importancia de la educación judía. He visto cómo consiguieron seguir trabajando fuertemente en sus objetivos, incluso en época de pandemia, y de mantener la vida comunitaria viva y muy activa, y también la gran importancia de la ayuda solidaria que han hecho dentro de la Comunidad como fuera.

Creo que es muy importante que la Comunidad Judía se abra y muestre al resto del país lo que se está haciendo en temas humanitarios, sociales y también para que conozcan a la Comunidad.

He visto que muchos no judíos no conocen a judíos, tienen muchos prejuicios, de que la Comunidad es enorme, que tiene una gran influencia, que la mayoría son ricos, realmente prejuicios por falta de conocimiento. El lobby anti israelí toma provecho de esto y debemos ser conscientes.

¿Cómo es la relación de la Embajada con las instituciones de la Comunidad? ¿En qué proyectos están trabajando actualmente?

– Estamos en contacto semanal, a veces diario, con las diferentes instituciones desde la CJCh hasta los centros comunitarios. Los intereses son parecidos, o sea la lucha contra el antisemitismo, la continuidad del Pueblo Judío, la importancia del contacto entre la Comunidad Judía e Israel, y el mismo interés en fortalecer las relaciones bilaterales entre Chile e Israel. Entonces es muy importante trabajar juntos.

Hicimos muchos proyectos en todo este tiempo y a lo largo de los años en conjunto con la Comunidad Judía, también tenemos proyectos sociales humanitarios que algunos hacemos juntos como lo que hicimos en San Bernardo, obviamente tema de festividades, Yom Haatzmaut, entre otros. Cuando tomamos en cuenta que la sociedad chilena en general, no distingue entre la Comunidad Judía, la Embajada y el Estado de Israel, todos son los mismos judíos, y nadie sabe la diferencia entre uno y otro (tanto para bien como para mal), todo eso significa que hay más importancia tal vez que en otros países de trabajar en conjunto.

Me gustaría destacar el trabajo que se está realizando desde el Chile Israel Council, que es el Consejo Chile-Israel para la Innovación, Tecnología y Humanidades. Es una fundación que se creó hace menos de dos años atrás por personas judías destacadas, como Eliel Hasson (Presidente del Consejo), Sima Rezepka, Eduardo Ergas, entre otros. Ellos trabajan en los temas centrales que pueden ser de interés Chile-Israel, en temas hídricos, ciberseguridad, cultura, academia y mesa de género. Al final se enfocan en la diplomacia de la ciencia y creo que esta iniciativa se formó en una fundación muy activa, con varios proyectos, con el apoyo también del Ministerio de Ciencias, y hoy en día la mitad son judíos y la otra mitad no, y eso es lo lindo. Nosotros como Embajada estamos presentes en las diferentes mesas de trabajo, hacemos eventos juntos, entre otros. Espero haya más iniciativas de este estilo.

Con el nivel de antisemitismo que hay en Chile, no debe ser fácil ser la Embajadora de Israel. ¿Cómo se vive diariamente en esta posición?

– Yo soy una persona que en general me gustan los desafíos, porque sino me aburro. Yo sabía de antemano al elegir venir a Chile que existe este gran desafío no solamente de antisemitismo, sino que, realmente de un movimiento anti israelí que actúa casi a diario por la deslegitimación del Estado de Israel, promoviendo mucho odio y hasta violencia. Se nota mucho en redes sociales, pero también fuera de estas, y bueno yo como Embajadora obviamente también soy foco de crítica y de discurso de odio de ciertos personajes chilenos. No es agradable y no ocurre así en otros países de Latinoamérica.

Creo que el desafío de un embajador/a israelí en Chile es bien único y especial, pero al final la mayoría de mi día me enfoco en la agenda positiva de colaboración Chile-Israel.

Son muchos logros, y hay disposición a colaborar, y como mencioné anteriormente, todos los temas en que Israel se destaca como un líder mundial y especialmente en este año de pandemia con el proceso de vacunación y todas las invenciones tecnológicas en temas de Covid-19 han sido temas centrales. Entonces se hace mucho más fácil porque realmente la gran mayoría de chilenos está interesado en la colaboración con Israel, entendiendo que tenemos mucho para aportar y pone de lado todo el discurso de odio, el movimiento BDS y el antisemitismo que existe. Es un trabajo en paralelo en los dos temas, sería más fácil trabajar solo en la cooperación y temas positivos, pero es parte del rol y vamos a seguir adelante para, a pesar del antisemitismo y el movimiento antiisraelí, seguir reforzando las relaciones bilaterales.

Usted es la primera mujer que asume el cargo como Embajadora de Israel en Chile ¿Cuál es su visión en torno a la equidad de género en nuestro país?

– La verdad que es uno de los pocos temas de colaboración en los cuales Israel no lleva una gran ventaja.

En el tema de equidad de género, lamentablemente Israel está en la misma situación que una gran parte de los países del mundo, incluso Chile.

Así es que el diálogo y los proyectos que creamos en este ámbito, forman una colaboración entre pares que están enfrentando los mismos desafíos, problemáticas y casi los mismos datos negativos de falta de participación de mujeres en todas las tomas de decisiones en diferentes ámbitos de la sociedad.

Por eso me interesa trabajar tanto este tema, y lo estamos haciendo también a través de nuestra colaboración con el Ministerio de la Mujer, como con fundaciones chilenas dedicadas al tema de género y en el Congreso tocando diferentes temas. Por ejemplo, el año pasado organizamos para el mes de la mujer un evento de mentoring con la cancillería chilena, iba a ser una iniciativa a largo plazo, pero por la pandemia tuvo que ser solo un encuentro online con embajadoras chilenas y extranjeras. Participó la entonces Subsecretaria de la Mujer, Carolina Valdivia, y las estudiantes de la Academia de Diplomacia de Chile, y generamos un muy lindo diálogo donde las embajadoras contamos nuestra experiencia.

Después con el Ministerio de Ciencia, estamos trabajando con el tema de niñas y mujeres en STEM, que es todo el tema de ciencia, matemáticas, ingeniería y tecnología, en donde Chile e Israel tienen el mismo desafío: no hay suficientes mujeres que estudien y trabajen después en estos temas. Estamos trabajando también junto al Consejo Chile-Israel, que tiene una mesa de género y allí llevan adelante el tema de gerofeminismo, que es el feminismo de mujeres mayores de 60 años, que al final están enfrentando doble discriminación: por ser mujeres y por ser adultos mayores. Estamos trabajando en un hackathon en tecnologías para enfrentar la violencia de género, entre otros proyectos.

Yo vengo de una visión en que cada uno y una de nosotros, mujeres y hombres, tenemos la obligación de activamente promover equidad de género, entonces veo que también bajo mi rol como Embajadora debo seguir en este desafío.

Usted tiene una participación muy activa en RRSS ¿Qué la motiva a utilizar esta plataforma? ¿Es algo que le nace naturalmente o se preparó para su uso?

– Nace de entender que la diplomacia del siglo XXI no puede ser la misma que la del siglo XX, XIX, XVIII, etc., y que, si seguimos con la diplomacia tradicional que es mandar notas a Cancillería y esperar respuesta, etc., no es suficiente hoy en día.

Hoy la diplomacia requiere contacto con las personas y la ciudadanía. Las relaciones bilaterales no solamente son entre gobiernos, sino que entre pueblos.

Entonces para fortalecer estas relaciones uno tiene que tener contacto directo con el pueblo, y la manera más fácil y obvia de hacerlo es a través de las Redes Sociales.

Antes de asumir mi rol aquí, fue la primera vez que yo abrí mi cuenta de Twitter porque antes yo no veía la necesidad. En cancillería nos hacen una preparación muy básica, pero al final creo que uno sí necesita una facilidad personal, una motivación y entender la importancia. También tiene su gran desafío obviamente porque uno en este rol tiene que cuidarse mucho más que una persona privada, entonces yo no soy una persona privada en Twitter y tengo que tener cuidado de lo que digo como diplomática y Embajadora. Creo que es una herramienta fabulosa para la diplomacia y relaciones internacionales, pero a la vez con grandes desafíos por el gran discurso de odio que existe no solo hacia Israel o al Pueblo Judío, sino que en general. Uno ve la polarización que existe como fenómeno mundial en las RRSS, es muy fuerte. Es una herramienta que nos sirve a nosotros, pero también a esa gente que solo quiere promover el odio y discriminación.

Una carrera excepcional

Marina cuenta con una gran trayectoria laboral, que la convierten sin duda alguna, en una gran profesional. Dentro de su carrera se puede destacar su participación en tres misiones en países del exterior: dos veces en países del Golfo y una vez en Berlín como consejera de política exterior. Cuando estuvo en Cancillería, la última vez antes de venir aquí, fue directora del Depto. del Golfo en el Centro de Estudios Políticos. Anteriormente, estuvo como subdirectora del Depto. de Agencias Especializadas de la ONU y al comienzo de su carrera, fue consejera del Depto. de Lucha Contra el Antisemitismo.

Usted fue Primera Secretaria en el Departamento de Lucha contra el Antisemitismo de la Cancillería israelí… ¿cómo ve este tema en el Cono Sur y en Chile?

– Lamentablemente vimos cómo durante el año pasado siguen subiendo los números de eventos y dichos antisemitas en todo el mundo, incluso en países muy amigos como EEUU, Alemania, Francia. Allí se habla de varios actos violentos en contra de judíos, muchos de ellos ortodoxos.

El Antisemitismo es un fenómeno global, en el que todos tenemos la obligación de activamente luchar contra él.

También en Latinoamérica se ve esto, pero por suerte menos eventos violentos y más violencia verbal en redes sociales, prensa, etc.

Como bien sabes, el Centro Simon Wiesenthal nombró a Daniel Jadue como uno de los 10 personajes más antisemitas del mundo en el 2020, ya que conocemos que abiertamente es antisemita, aunque él no se define así. Esta situación la vemos acá en Chile en radios y televisión por cable, en donde hay programas que se dedican casi exclusivamente a un discurso de odio contra los judíos, personajes israelíes y de nuestra Comunidad, el Estado de Israel y contra mí. Es un desafío muy grande y creo sumamente importante que todos tomemos una posición activa porque no va a desaparecer solo. Si mantenemos el silencio, nos mantenemos callados esperando que pase, no va a pasar, en la realidad vemos todo lo contrario, que solamente el antisemitismo en el mundo va creciendo.

Por eso creo que debemos luchar contra él, en colaboración de los gobiernos en Chile y Latinoamérica. Ya hay países en la Región que adoptaron la definición de antisemitismo de la IHRA, la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto y otros países que están proceso de entrar y ser miembros de esta Alianza. Creo ya hay 34 países miembros y ojalá que Chile también asuma esta responsabilidad y abiertamente acepte esta definición de antisemitismo, ya que aquí, al contrario de otros países como EEUU, Canadá o varios países latinoamericanos y europeos, no existe un mecanismo o persona oficial que trate este tema y en esto estamos trabajando en conjunto con la Comunidad Judía.

Cuando usted dice que debemos asumir un rol activo ¿Cuál cree que es la mejor manera para ayudar a combatir este antisemitismo?

– Primero, denunciar cuando ven que hay un dicho o acto antisemita y avisar a la Comunidad Judía o Embajada. Segundo, hablar y criticar cualquier dicho antisemita, no quedarse en silencio. Tercero, pedir que las autoridades tomen una posición activa y clara contra el antisemitismo, porque al final estamos hablando de ciudadanos y ciudadanas judíos y judías, que son también chilenos antes que todo, y tienen todos los derechos para que los gobiernos y las diferentes instituciones los protejan no solo de hechos violentos, sino que de discursos e incitación al odio y violencia.

Hay también todo un tema de educación. Y ahí vuelvo a referirme a la importancia de abrirse al mundo no judío para educar y que conozcan qué es el judaísmo, qué es la Comunidad Judía y qué proyectos importantes se está realizando como Comunidad Judía Chilena. Y esto creo que es una forma de combatir el antisemitismo, dar información y abrirse a otros.

Actualmente en la pandemia ¿están trabajando Chile e Israel en algún proyecto juntos en torno a este escenario?

– Sí, desde el comienzo de la pandemia estuvimos aportando muchísimo al Minsal y a las diferentes organizaciones, también fundaciones, academias, el Congreso, en todo lo que es la lucha contra el Covid-19. Al principio, les recuerdo que la pandemia llegó a Israel y Europa, después de Asia, entonces Israel tuvo esa ventaja de poder compartir sus buenas prácticas con el resto del mundo y es lo que hicimos también en Chile, ofreciendo desde tecnologías gratuitas de open sources, hasta protocolos a webinars con expertos de hospitales israelíes para comentar cómo están haciendo y actuando bajo la pandemia. Más adelante empezamos también con muchas donaciones a diferentes regiones, desde mascarillas y equipos de protección personal, a equipos de salud digital. También hicimos una gran donación al Minsal con la presencia del ministro Paris, de una tonelada y media de equipos de protección personal.

En los últimos meses estamos trabajando más en el tema de vacunación y pasaporte verde, con diferentes diálogos entre los ministerios en Israel y Chile, para aprender de las buenas prácticas de Israel y dialogar sobre los desafíos.

Porque al final es un desafío global y se necesita colaboración y soluciones globales.

Uno de sus objetivos como Embajadora era apoyar proyectos sociales para la sociedad chilena. Actualmente la Embajada de Israel colaboró activamente para que la Comuna de San Bernardo pudiera comenzar su plan de inoculación ¿en qué otros proyectos están trabajando?

– El proyecto de San Bernardo es un buen ejemplo porque colaboramos no solamente la Embajada, sino que la CJCh, Cadena y Hatzalah, con el gran apoyo e iniciativa del Dr. Alfredo Mizrahi, quien empuja toda esta ayuda a la Comuna. No es la primera donación que hacemos a San Bernardo, justamente hace unos meses atrás donamos unos equipos de Tyto Care al Hogar de Cristo, que es un equipo de salud digital. Después del estallido social y con el comienzo de la pandemia, entendimos que no podemos seguir con la diplomacia como si no hubiese pandemia ni estallido social. Yo tuve la oportunidad de conocer más a fondo los desafíos de la sociedad chilena más allá de las ciertas comunas donde está la Embajada y mi residencia, y así conocer las necesidades de las personas incluso fuera de Santiago. Así que creamos el Task Force Chile Israel Covid-19, con el grupo de amistad parlamentario Chile-Israel, y a través de nuestros amigos y amigas parlamentarios y parlamentarias, les hicimos llegar ayuda a las diferentes regiones desde el Norte hasta el Sur.

En Aysén, por ejemplo, donamos tablets a niños y niñas para que se puedan conectar a los estudios por Internet, y en otras regiones donamos cajas de alimentos, mascarillas, equipos de salud digital, entre otros. Muchos de estos proyectos estamos realizándolos con el apoyo de Mashav, que es la Agencia de Cooperación Internacional de la Cancillería en Jerusalén, que gracias a ellos nos dieron el aporte y la posibilidad de llevar a cabo todos estos proyectos humanitarios. Debo decir que para mí es uno de los temas no solamente más importantes, sino que más me gusta tocar porque realmente es ver cómo uno puede influir de una manera positiva en otras personas. También hicimos donaciones a hospitales en otras regiones para que los médicos y el personal médico tenga facilidad de trabajar como debieran. También estamos trabajando en proyectos de empoderamiento de mujeres en situaciones vulnerables y creando huertos comunitarios con tecnología de riego israelí.

¿Cómo los miembros de la Comunidad Judía pueden apoyar y aportar al trabajo de la Embajada?

– Realmente creo que no se necesita una nominación de Cancillería para ser Embajador o Embajadora, ya que creo que cada uno y una de nosotras lo es del Pueblo Judío y del Estado de Israel. Eso significa que cada uno puede aportar su granito de arena empezando con apoyo en Redes Sociales, desde un “like” que es lo mínimo a retwittear o compartir en Facebook o Instagram, a mandar noticias en todos tus grupos de WhatsApp para que sepan qué está haciendo la Embajada, qué está ocurriendo en Israel, qué está sucediendo en las relaciones bilaterales, entre otros. Hoy nosotros como Embajada tenemos el newsletter semanal que cualquiera puede apuntarse para recibirlo todos los viernes, mandamos información por WhatsApp, subimos todo a RRSS. Nosotros tenemos un alcance limitado, pero si cada miembro de la Comunidad Judía ayuda a difundir la información a sus contactos y fuera de la Comunidad, ahí podríamos llegar a mucha más gente. Creo que empezar por eso, que es básico y no requiere mucho esfuerzo, pero que sí es un gran aporte.

Nosotros vemos cómo el lobby palestino antiisraelí se fue extremando en los últimos años con un tono bien violento, llamando a deslegitimar el Estado de Israel, con una línea antisemita contra la Comunidad Judía de Chile, y ahí creo que no solamente es un derecho sino una obligación de cada uno y una de tomar acciones. Si es reaccionar en RRSS o prensa digital a dichos antisemitas o críticas no legítimas al Estado de Israel, como también escribir cartas a la prensa, columnas y cada uno en sus lugares de trabajo. Cada uno y una se debería ver a sí mismo como un embajador y embajadora de la causa, que es luchar contra el antisemitismo, contra el discurso de odio, y las fake news contra Israel.

Si todos los miembros de la Comunidad Judía, por lo menos un tercio de ellos fuesen activos en los ámbitos públicos, sería una ayuda tremenda y creo que podríamos lograr mucho más para el bien de ambos países.

No tenemos nada que ocultar ni tener vergüenza, sino que, todo lo contrario. Especialmente en este año, se ve cómo Israel es apreciado a nivel mundial por todo su logro, entonces tenemos que levantar la cabeza con todo nuestro orgullo y salir a defenderlo como también al pueblo judío.

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