Rosh Hashaná y Fiestas Patrias
Por Fernando Ramos
El 18 de agosto comenzó el mes de Elul, el cual marca el comienzo de un período de reflexión y preparación espiritual antes de Rosh Hashaná.
Para nuestros residentes es muy importante poder conectarse con sus tradiciones por lo que desde el primer día del mes de Elul en nuestra residencia se empiezan a escuchar los sonidos del shofar, el cual los invita a vivir su espiritualidad, y les recuerda la importancia de su relación con Dios. El mes de Elul es un período de preparación espiritual importante para ellos, los ayuda a reflexionar sobre sus acciones, buscar el perdón y prepararse para Rosh Hashaná.
Como nuestra residencia es multicultural, se da un fenómeno muy interesante, los residentes que no profesan nuestra religión y que participan en el taller de judaísmo con mucho entusiasmo, viven las fiestas de nuestro pueblo como si fueran parte de sus tradiciones.
Igualmente, todos colaboradores de la residencia ponen lo mejor de sí y se esmeran para que esta celebración sea todo un éxito desde todo punto de vista
Por fin llega el día tan esperado, el primero del mes de Tishrei día de Rosh Hashana que este año cayó en septiembre junto con las Fiestas Patrias, donde los residentes se visten con tenidas de gala para participar en nuestra tradicional cena de Año Nuevo, donde los simanim, las bendiciones y los deseos de buenos augurios se transformaron en el centro de nuestra cena.
Este año nos acompañó en la cena un grupo de residentes de Cisroco, acompañados de Marjorie Salazar, Jefa Técnico de Salud, quienes quedaron muy agradecidos de haber sido considerados para esta ocasión
En resumen, la celebración de Rosh Hashaná es un evento que combina elementos religiosos, culturales y sociales que enriquecen la vida espiritual y emocional de los residentes, al tiempo que promueve la unidad y la conexión con la comunidad judía en la residencia.
Una vez terminado Rosh Hashana dimos paso a la celebración de las Fiestas Patrias, ya nuestra residencia estaba adornada para la ocasión, los adornos tricolores embellecieron el hall de nuestra casa para dar comienzo a esta festividad cargada de tradiciones chilenas; las infaltables cuecas, tonadas guarachas y otras melodías típicas resonaron por los pasillos invitando a todos a ser parte de esta linda fiesta dieciochera.
Los residentes juntos con nuestros colaboradores participaron de los diferentes juegos típicos chilenos como: El emboque, la carrera de sacos, tiro de argollas a las botellas, la carrera de la cuchara con el huevo, la sillita musical entre otros, que alegraron y entretuvieron a todos los participantes. También no pudo faltar el baile de la cueca y por supuesto la gastronomía típica de esta celebración: Las empanadas, los dulces chilenitos y un almuerzo dieciochero.
Los colaboradores también tuvieron su propia celebración con un rico asado de camaradería.
El mes de septiembre fue un mes lleno de celebraciones donde se mezcló lo espiritual junto con la celebración de las tradiciones chilenas.