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Construyendo un futuro seguro para nuestra Comunidad

Por Daphne Dionizis

 

Con una misión clara y una estrategia integral en seguridad, rescate, tecnología, salud y emergencias, la Fundación Reitich promete ser un pilar de apoyo fundamental para el desarrollo y la protección de la Comunidad Judía de Chile, no solo cubriendo las necesidades esenciales, sino que también brindando un apoyo estratégico para asegurar su crecimiento y resiliencia a largo plazo.

Su fundador, Philippe Reitich, nació en Francia pero llegó de muy chico a vivir a Chile, donde vivió casi toda su vida. En la actualidad vive en Miami pero pasa mucho tiempo en nuestro país. “Estoy casado con una mujer espectacular que me aguanta todas mis locuras y tengo dos hijos exquisitos que son la razón por lo que hago todo”, asegura. 

Este proyecto representa un profundo compromiso con el bienestar y el continuo desarrollo de las instituciones judías, proporcionando las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del futuro. 

Conversamos con Philippe, quien nos cuenta en profundidad sobre esta nueva Fundación. 

¿Cómo nació la Fundación Reitich? ¿En qué te inspiraste para su creación?

Desde hace varios años vengo ayudando a la Comunidad Judía de Chile en muchas cosas, principalmente relacionadas con las áreas de salud y seguridad. Así que, después de un tiempo, con algunos amigos que me acompañan, decidimos crear una fundación que canalizara mejor estos aportes, los formalizara para poder seguir ayudando, pero de una manera más organizada.

Lo que me inspira a hacer todo esto es mi familia. Quiero que mis hijos aprendan que uno, con la ayuda de D’s, a veces puede tener muchas cosas y otras veces no, pero que cuando uno puede, siempre tiene que ayudar a los demás.

Te cuento algo que muestra esto. Si te fijas, vas a ver que las ambulancias que doné a Hatzalah tienen un dibujo de un oso polar. Eso fue porque cuando doné la primera, a mi hijo Yared, que era una guagua, le encantaban los osos polares. Y ahora, cada vez que él ve la ambulancia, sabe que esa donación fue inspirada por él. 

¿Cuál es el objetivo principal de esta Fundación?

Legalmente, el objetivo de la Fundación es cubrir las necesidades de la Comunidad Judía de Chile y sus instituciones, promoviendo su desarrollo, enfocado en las áreas de seguridad, rescate, salud, emergencias y tecnología. Y esa es nuestra idea. Poder contribuir a la Comunidad desde estos ámbitos, que además están relacionados con mi experiencia profesional y creo que es donde más puedo aportar.

Además, especialmente después de lo del 7 de octubre, creo que, si queremos que la Comunidad pueda seguir haciendo sus actividades de manera normal y no solo eso, sino que seguir creciendo y desarrollándose, estas áreas, lamentablemente, son y van a ser fundamentales.

¿De qué manera planean contribuir activamente al bienestar de la Comunidad 

Judía?

Nuestra idea es ayudar a las distintas instituciones comunitarias en los ámbitos que te comentaba, principalmente en salud y seguridad.

Estamos ayudando de manera transversal a la mayor cantidad de instituciones posibles. A instituciones deportivas, culturales y de culto; a colegios, Hatzalah y la Bomba Israel; a instituciones religiosas y no religiosas, tanto en Santiago como en Viña, y ojalá pronto podamos extendernos a otras regiones.

¿Qué valores guían las acciones y decisiones de la Fundación?

Nuestra visión es la de una Comunidad Judía segura, que pueda funcionar plenamente, no obstante el contexto político y social en que esté envuelto el país. Lo que queremos es contribuir, con la ayuda de D’s, a garantizar el desarrollo de la Comunidad Judía y sus instituciones en Chile, a través del mantenimiento preventivo de las condiciones de seguridad que permitan el funcionamiento efectivo de sus actividades y el pleno desarrollo de sus miembros, buscando que las instituciones estén preparadas para enfrentar situaciones de emergencia y tengan una correcta y adecuada capacidad de respuesta efectiva en situaciones de crisis. Y nuestro principal valor consiste en que un judío es un judío, independiente de dónde viene, dónde vive o dónde (o si) reza, por eso nos preocupamos de ayudar lo más transversalmente posible.

Además de las recientes donaciones ¿Qué programas o iniciativas específicas están en desarrollo para fomentar el bienestar comunitario? 

Hasta ahora hemos hecho donaciones a Hatzalah (dos ambulancias, parte del equipo de comunicaciones que usan, además de otras cosas), un tanque de agua a la Bomba Israel, equipos de comunicaciones a distintas instituciones comunitarias, para que todas puedan estar comunicadas si hubiera un problema extendido con la red de comunicaciones en Santiago, equipamiento de seguridad para los encargados de seguridad de cada comunidad, barreras de contención, además de muebles de emergencia en nueve instituciones de Santiago y una de Viña. 

Además, hemos organizado distintas charlas y capacitaciones, incluyendo una reciente en agosto, en la que el Chief Juan Carlos Cardona, ex jefe de Bomberos de Coral Springs en Estados Unidos, con una gran experiencia en situaciones de emergencia, capacitó tanto a distintas organizaciones comunitarias como a los trabajadores de varias instituciones acerca de cómo debe ser la primera reacción ante una emergencia, mientras se está a la espera de la llegada de Hatzalah o de los servicios de emergencia.

Actualmente estamos trabajando con algunas instituciones para mejorar sus sistemas de emergencia, por ejemplo, ayudándolos a construir salas seguras, o mejorando sus sistemas de televigilancia. Todo esto al final tiene como objetivo que estemos seguros y protegidos para que podamos seguir desarrollando nuestras actividades comunitarias. Además, hemos tenido el honor de poder ayudar a la Embajada de Israel en Chile en distintas instancias. 

¿Cómo ha sido la recepción y feedback por parte de las diversas instituciones comunitarias?

En general la recepción ha sido buena. Hemos podido ayudar a muchas instituciones que están súper agradecidas de la ayuda. Pero creo que esto es algo que debemos mejorar como Comunidad. Muchas veces, por distintas razones, cuesta mucho que colaboremos entre distintas instituciones. Es algo que tenemos que trabajar. Pero gracias a D-os, hemos encontrado buenos socios con los que colaborar para canalizar la ayuda, que como Fundación, queremos entregar a la Comunidad.

¿Cuáles son los próximos proyectos futuros comunitarios en los que están trabajando?

Por el momento estamos terminando algunos proyectos para mejorar la seguridad en tres instituciones. Una vez que terminemos esto, queremos reunirnos con más comunidades para que nos digan en qué las podemos ayudar. Y claro, también va a depender de los recursos con los que la Fundación disponga.

Además, estamos trabajando en un proyecto muy ambicioso, y en el que esperamos poder contar con la colaboración de la gente para llevarlo a cabo.

Estamos trabajando para poder donar la construcción de 100 casas en el norte de Israel para cuando la gente evacuada pueda volver. Se requiere de mucho esfuerzo, coordinación y muchos recursos, pero estamos por buen camino.

Esperamos que en poco tiempo más podamos tener novedades.

¿Qué sueños tienes para la Fundación Reitich y la Comunidad Judía en general?

Mi sueño para la Fundación, y es algo para lo que estamos trabajando con medidas concretas, es que la Fundación Reitich en Chile pueda ser parte de una agrupación internacional, con la que podamos ayudar no solo a la Comunidad acá, sino también en Israel, Estados Unidos y otros países a los que podamos aportar para el desarrollo de la vida judía en cada uno de ellos.

¿Qué acciones pequeñas crees que todos pueden hacer para ayudar a la Comunidad?

Creo que el chiste del náufrago judío que construía en la isla desierta dos sinagogas, una a la que iba y la otra la que no pisaría ni loco, tiene algo de verdad. Muchas veces, como el 7 de octubre, viene gente de afuera para recordarnos que todos los judíos somos hermanos. Lo que creo que todos podemos hacer es estar conscientes de esto, comportarnos como hermanos los unos con los otros. Mirar qué necesita mi hermano, cómo lo puedo ayudar. Aunque vaya a otro colegio, otra sinagoga u otra tnuá. Para los nazis, todos los judíos éramos iguales; para Hamás y Hezbollah, también. Eso es lo que tenemos que llegar a sentir nosotros para poder canalizarlo en un sentido positivo y fomentar así la continuidad de nuestra Comunidad y nuestro pueblo.

¿Qué personas o historias te inspiran a seguir ayudando?

Históricamente siempre ha habido gente que está en contra del pueblo judío. Algunos han querido matarnos, otros han querido que abandonemos nuestra forma de vida. Paradójicamente, ellos han sido los que más me inspiran. No podemos dejar que ganen. Tenemos que ayudarnos entre todos, colaborar cada uno con lo que puede, para que nuestra Comunidad, para que nuestro Pueblo, florezca y se desarrolle. Siempre he sentido esto, pero especialmente después del 7 de octubre lo siento con más fuerza, y eso es lo que me motivó para finalmente crear esta Fundación, para poder amplificar el efecto de mis donaciones y ojalá lograr que más gente pueda sumarse a este esfuerzo.

Fundación Reitich financió la expedición “Eslabón Perdido”, que busca identificar un supuesto submarino nazi hundido en territorio marítimo argentino. ¿Cuál fue tu motivación para financiarla?

El tema de los nazis en Sudamérica es un tema que siempre me ha apasionado y llevo estudiándolo en distintos ámbitos por más de 25 años. Mi motivación es develar la realidad, la verdadera historia de los jerarcas nazis después de la Guerra, para que dejemos de creer las mentiras que hemos escuchado siempre. La evidencia es abrumadora. El submarino es solo un ejemplo. Este submarino está a solo 26 metros de profundidad, pero por alguna razón no estaba en las cartas de navegación argentinas. Y al respecto, en los próximos meses, con la ayuda de D’s, la Fundación Reitich organizará una charla con el escritor Abel Basti, gran experto en estos temas, que nos revelará información que hará a todos cuestionarse lo que siempre nos han dicho o hecho creer.

 ¿Algún mensaje que te gustaría enviar a la Comunidad?

Como te comenté, nuestro objetivo como Fundación es que podamos seguir teniendo una vida comunitaria que se desarrolle con total normalidad. Y para eso, lo más importante, es que todos participemos. Como judíos, algo por lo que históricamente nos hemos destacado es por nuestra vida comunitaria. Y mi mensaje para la comunidad es justamente ese. Participen de la vida comunitaria. Vayan a la sinagoga en las fiestas, vayan al Estadio, manden a sus hijos a los colegios de la Comunidad, vayan a las actividades, los actos, las obras de teatro, los conciertos, ayuden a las distintas instituciones. Eso es al final lo que significa vivir una vida judía plena ¡Estar en Comunidad!