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CISROCO, UN ESPACIO COMUNITARIO PARA CREAR LAZOS DE AMISTAD

Todos coincidirán en que la amistad es algo fundamental y muy importante a lo largo de la vida. Sin embargo pareciera ser aún más importante a medida que vamos envejeciendo. 

Hay estudios que señalan que tener una red sólida de amigos aumenta la expectativa de vida de las personas mayores, y más aún, concluyó  que los amigos influyen de manera más directa en la prolongación de la vida que los mismos familiares.

Está comprobado que mantener o crear fuertes lazos de amistad permite un envejecimiento más feliz, positivo y exitoso, puesto que no solamente es una red de contención afectiva, sino que promueve la estimulación cognitiva y funcional.

En Cisroco, los residentes conviven a diario, se encuentran, almuerzan, juegan, ven películas, participan en actividades físicas, artísticas y cognitivas que los acercan y por sobre todo en instancias creadas para promover las relaciones sociales.

La ventaja de la residencia es que existen también muchos espacios de intercambio libre y espontáneo, por lo cual no sólo se fomenta la amistad en los talleres y actividades, sino que también en sus propias “celebraciones y carretes”, en los tiempos de sobremesa y en muchas otras instancias libres.

Aunque muchos de nosotros tenemos nuestros amigos de la vida, aquellos que conocen nuestra historia y saben de nuestras alegrías y dolores, se pueden empezar nuevas amistades en cualquier momento de nuestras vidas: siempre es posible hacer nuevos amigos.  

En ese sentido, a las personas mayores les pasa que muchas veces el paso de los años va acompañado de la pérdida de personas significativas, de los amigos de la vida. Es por ello que estar en un espacio de interacción y donde se convive con personas de la misma edad o generación, propicia la formación de nuevos lazos significativos, que acompañan en este momento vital.

Cultivar la amistad es importante a toda edad, pero cuando se empiezan a experimentar cambios físicos o  cognitivos, contar con amigos que atraviesan los mismos efectos de la edad, ayuda a que se genere una mirada compartida y más positiva de la vejez, siendo un pilar importante la convivencia entre pares.

Ver que no estoy solo con los cambios que debo atravesar en la adultez mayor, ayuda a empatizar y sentirse acogido, factor protector frente al aislamiento y soledad que muchas personas mayores viven en sus domicilios.

De la misma forma, cuando se produce la pérdida de seres queridos o familiares, el estar con otros, ayuda a que se asimile de mejor forma, con alguien que escucha y contiene y que “preste oídos” a las penas y preocupaciones, ayudando también a salir de sí y abrirse a los demás.

Como vemos, son estos y muchísimos otros los beneficios de seguir fomentando las relaciones de amistad a toda edad, y en ese sentido CISROCO al ser un hogar judío, permite que los residentes al llegar acá no sólo conozcan a otros, sino también que se reencuentren y se retomen amistades, a la vez que interactúan y se acompañan como comunidad.

“El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz”,  Aristóteles.