Guardianes de la vida en tiempos de guerra
En esta edición quisimos mostrar otro lado de la guerra, en donde se ven milagros, rehabilitación, voluntariado, amor por el Estado, y, sobre todo, una gran unión de todo Am Israel.
Tuvimos el privilegio de conversar rápidamente con el Dr. Samuel Moscovici, Director de la Unidad de Cirugía de la Pituitaria y la Base del Cráneo del Hospital Médico Hadassah en Israel, quien, como muchos otros profesionales, están actuando en primera línea de respuesta ante esta emergencia nacional.
Desde Chile, les enviamos un afectuoso saludo a todos los profesionales del Centro Médico Hadassah y de todos los hospitales de Israel, quienes están cumpliendo una labor fundamental al salvar, cuidar y rehabilitar a todos los heridos y masacrados en manos de Hamás.
Dr. en las primeras cuatro horas del ataque recibieron más de 20 helicópteros que llegaban al Hospital. ¿Cómo manejaron el flujo de pacientes de emergencia ese día?
Inmediatamente cuando ya empezó a llegar información del ataque que estaba ocurriendo, antes de que se supiera la magnitud pero ya se entendía que era un ataque muy importante, todos los equipos del hospital fueron avisados y puestos en alerta. Todos los que estaban de guardia ya estaban presentes, y los que no estaban de guardia estaban también al teléfono y parte de ellos fueron al hospital. En poco tiempo todos estaban organizados de una manera que es una cadena informativa que está preparada para este tipo de casos donde se necesita una respuesta rápida y masiva.
El 07/10 tuvieron que realizar 150 cirugías extras de lo que regularmente se hace en el Hospital. ¿Cómo se vio afectada la capacidad del Hospital para manejar la situación? ¿Cómo lo sacaron adelante?
Obviamente que un hospital como el nuestro, que es grande y está preparado para eventos de esta magnitud, de todos modos, se sintió el peso y la cantidad de operaciones y pacientes que estaban llegando. Pero se abrieron cuartos extras, todo el personal estaba ahí, y de una manera organizada pudimos solventar el problema y todo el mundo recibió su tratamiento. Obviamente que hay equipos que reciben al paciente y pueden decir quien debe acudir de inmediato al quirófano, quién debe realizarse exámenes antes, quién puede esperar un poco más, quién necesita terapia intensiva quién puede estar en una unidad de cuidados medios, o en unidad menos complicada y de esa manera se puso organizar y solventar el problema.
A pesar de que están preparados para ver escenas terribles y trabajar en situaciones críticas, en estas circunstancias la carga emocional es muy fuerte. ¿De qué manera se está resguardando al equipo médico?
A pesar de que estamos acostumbrados a ver cosas terribles como atentados terroristas, heridas de armas de fuegos, accidentes de tránsito y todo tipo de traumatismos, lo que se vio el 7 de octubre, ese sábado negro donde los asesinos de Hamás masacraron a personas, vimos imágenes que son difíciles de ver para cualquier ser humano. Por más que uno esté acostumbrado a ver imágenes fuertes, estuvimos expuestos a todo ese tipo de imágenes. Por suerte el Hospital tiene un equipo especializado con trabajadoras sociales, psicólogos y nuestro mismo equipo de médicos, enfermeras y paramédicos que trabajamos juntos, nos apoyamos unos a otros.
El Hospital no solo está atendiendo a los miles de heridos, sino que sigue sus casos de rutina. ¿Cómo se están organizando para poder responder todas las necesidades? ¿Han recibido ayuda internacional?
Sí, seguimos atendiendo los casos de rutina, pero obviamente al principio aquellos casos que eran menos urgentes, tuvimos que cambiarlos, pero todos los casos que había que seguir haciendo sin tener conexión con el atentado o la guerra, los seguíamos haciendo porque la enfermedad no entiende de guerras ni atentados. El que está enfermo necesita su tratamiento y lo debe recibir.
Sí llegaron médicos de todas partes del mundo a ayudarnos, voluntarios que obviamente al darse cuenta como cualquier persona del mundo bueno/libre, se da cuenta que esto no es una entado solo contra Israel, los judíos o contra todo los que vivimos en este país sin importar su credo, raza o religión, donde hay víctimas de muchas partes del mundo, obviamente que se sintieron en la necesidad de dar su granito de arena y médicos de diferentes partes del mundo llegaron a voluntarizarse y a colaborar con nosotros.
Hadassah está terminando el Centro de Rehabilitación más grande de Medio Oriente. Dada la contingencia tuvieron que armar en el subsuelo un hospital de emergencia. ¿Nos podrías contar acerca de esta medida y cómo se están preparando las necesidades de terapias de recuperación a futuro?
Sí, es cierto que se está construyendo un centro de rehabilitación, con todas las facilidades, que es increíble. Yo creo que no solo es el más grande de Medio Oriente, sino que es comparable con los grandes centros de rehabilitación a nivel mundial.
Tuvimos que armar en el subsuelo un hospital de emergencia, eso explica que no solo los médicos, enfermeras o el personal paramédico que trabaja con nosotros está haciendo un trabajo muy fuerte, sino que ingenieros, todas las personas de construcción rápidamente entendieron que estamos en una situación de emergencia.
Entendieron que al principio uno tiene que tratar a todos los heridos, pero que esas heridas de gran magnitud y esas personas que fueron totalmente masacradas, no todo termina en una o cinco cirugías y en un tratamiento médico, sino que después van a necesitar un tratamiento de rehabilitación físico y psicológico que toma mucho tiempo.
Entonces organizaron que fuera en el subsuelo porque no sabemos cuánto tiempo va a durar esta guerra, y sabemos que los terroristas de Hamás van a seguir atacando y para ellos no existe diferencia si es un hospital una escuela, si es un civil, un bebé, niño, anciano o mujer embarazada, o soldado. Entonces para tener las precauciones y poder seguir rehabilitando a nuestros pacientes, construyeron este Centro de rehabilitación en el subsuelo.
El lema del hospital en estas semanas ha sido “Hadassah está con Israel”. ¿Cómo ha sido el apoyo de los ciudadanos que se ofrecen como voluntarios, por ejemplo, como donantes de sangre y de los otros centros asistenciales?
La verdad es que el país en general está unido, sin importar las personas que son más o menos religiosas, personas de izquierdas, de derecha, los que creen en A, B o C. El lema ha sido estar juntos y esto se ha visto en Hadassah. Y Hadassah obviamente está con Israel en toda y cualquier decisión que haga. Nosotros somos un centro médico para el Estado de Israel y vamos a dar servicios a cualquier paciente del Estado de Israel, no solo en el Hospital como tal, sino también hay grupos que han ido a otros hospitales a ayudar.
Tenemos un grupo de enfermeras que están trabajando en Eilat, nos han llamado médicos de otros hospitales para inter consultarnos y hacer discusiones y nosotros estamos abiertos para todo. Hay mucha cooperación entre los ciudadanos; han venido al hospital y han llenado muchos puestos que han quedado vacantes, ya que muchos soldados se han unido a la reserva. Muchos jóvenes han venido a limpiar el Hospital, tenemos voluntarios ayudando a los pacientes, otros que visitan a los heridos, para donar sangre había filas, entre otros. ¡Se ve muchísima cooperación!
Desde el interior de los pasillos de Hadassah junto a tantos sobrevivientes de esta masacre ¿De qué manera se ve reflejado el espíritu de Am Israel Jai?
El país y cada uno de nosotros está pasando una etapa muy difícil, es un gran sufrimiento ver lo que pasó. Cada uno de nosotros está afectado y conoce alguna persona que fue asesinada, masacrada o que tiene familiares en el frente, pero dentro de esa tristeza hay mucha motivación, mucha unión y amor por el Estado.
Nosotros entendemos que es el único Estado que tiene el pueblo judío, que es el único lugar donde podemos vivir, y de esa manera la motivación de que Am Israel Jai es clara y las personas están actuando. Dentro de toda la tristeza de los heridos, ver cómo muchos de ellos con heridas muy severas han podido recuperarse, da mucha motivación; ver cómo soldados que han llegado heridos, están esperando salir de alta para volver al campo de batalla. Todas estas cosas nos suben la moral y con eso concluimos en esas tres palabras que son muy claras: AM ISRAEL JAI.
¿Nos podrías contar acerca del fundamental rol que están desempeñando varios especialistas y asistentes sociales entregando asistencia psicológica a médicos, pacientes y familias en el sur de Israel?
Hay mucho personal de Hadassah, no solo médico, sino que enfermería, paramédicos, psicólogos, trabajadoras sociales, que se han movilizado sobre todo al Sur y a los lugares donde están las personas afectadas que se están refugiando en lugares más seguros. Ahí han llegado todos estos especialistas que están haciendo un trabajo extraordinario tratando a todas estas personas, para que puedan de alguna manera, volver poco a poco a sus vidas como antes del 7 de octubre, el sábado negro.
¿De qué manera podemos contribuir los que estamos en la Diáspora con el Centro Médico Hadassah?
Creo que la respuesta y lo más importante, es primero no olvidarse de lo que está pasando. Muchas veces tendemos a entrar en los primeros días del fuerte impacto y todos queremos hacer muchas cosas, pero poco a poco cada uno va volviendo a su vida cotidiana y nos acostumbramos a lo que está pasando y eso no podemos permitirlo.
Tenemos que entender que las personas que nos ayudaron el primero, segundo o tercer día, la primera y segunda semana, es muy importante, pero todavía los pacientes necesitan tratamiento y hay muchas medicinas y materiales que usamos en alta cantidad las primeras semanas que tenemos que recuperarlas. Creo que eso es lo más importante, seguir y entender que es una guerra larga, es una guerra por la independencia del Estado y de alguna manera borrar de la faz de la Tierra a este grupo terrorista que no solo afecta a Israel, sino que a todo el mundo y a cada persona que está fuera del país como judío o como persona de cualquier raza, credo o religión libre. Esto no fue un evento aislado, no es algo que pasó el 7 de octubre y va a terminar, sino que la guerra va a seguir siendo larga y el Centro Médico de Hadassah, el principal en atender a los heridos, va a seguir necesitando su apoyo por un largo tiempo.
No solo desde el punto de vista del voluntariado, económico o equipos médicos. Todas las ayudas son bienvenidas porque esto es una guerra de desgaste, y obviamente del uso y del tiempo, y va a agotar los recursos. Lo más importante es el mantenimiento del apoyo y no entrar en la rutina porque esto va para largo.
Para realizar una donación al Centro Médico Hadassah dirigirse a este link: https://helphadassahnow.org/