El bloguero palestino-israelí Nuseir Yassin, más conocido como Nas Daily, llegó a Santiago para presentar su conferencia abierta ‘Despolarizados’, enfocada en el poder de las historias para construir sociedades más empáticas y conectadas. Con más de 60 millones de seguidores en redes sociales, ha usado su voz para tender puentes entre comunidades. Conversamos con Jonathan Herzfeld, Ronny Majlis y Deborah Apeloig, tres figuras clave tras la organización del evento.
Por: Gabriel Koenig
El pasado miércoles 28 de mayo, el reconocido creador de contenido palestino-israelí Nas Daily se presentó en la Sala Omnium frente a 600 personas para exponer ‘Despolarizados’, una conferencia abierta dirigida a influencers, periodistas, emprendedores, profesionales del marketing, estudiantes y líderes de opinión, enfocada en el tema que ha motivado su carrera: la coexistencia.
Con una comunidad de más de 60 millones de seguidores en redes sociales y habiendo recorrido más de 100 países, Nas se ha consolidado como uno de los blogueros más influyentes a nivel mundial por sus videos breves —de apenas un minuto— que capturan historias humanas desde distintas partes del mundo.
Su enfoque ha ganado popularidad por destacar relatos que fomentan la empatía, el entendimiento entre personas y la riqueza de la diversidad cultural.
Sin embargo, la visita de Nas a Chile no fue algo casual ni turístico, sino que fue parte de una apuesta valiente por abrir un espacio de encuentro en medio de un clima local cargado de tensiones.
La charla fue organizada por un grupo diverso de personas con el objetivo de abrir un espacio para la reflexión y el diálogo, entre ellos se encontraban Jonathan ‘Nony’ Herzfeld, Ronny Majlis y Deborah Apeloig, sin embargo, la producción del evento estuvo a cargo de Nony a través de fiiS (Festival Internacional de Innovación Social), compañía que creó en 2013 dedicada a “diseñar experiencias y eventos de impacto”.
Aprovechando la gira de Nas Daily en México, Nony movió sponsors y gestiones de última hora para traerlo a Chile, sorteando desafíos logísticos y ofreciendo finalmente un espacio abierto al público general donde el creador palestino-israelí compartió su historia y su mensaje de coexistencia activa.
¿Quién es Nas Daily?
Nas Daily es el alias de Nuseir Yassin, un narrador digital originario de Arraba —ciudad árabe ubicada en el norte Israel— que saltó a la fama por contar historias cotidianas con profundidad y cercanía.
En 2016 decidió dejar su empleo en tecnología para emprender una travesía de 1.000 días de viaje continuo, creando un solo video diario de un minuto. En ese lapso asombró al mundo, conectando con comunidades diversas, documentando culturas, emprendedores y causas sociales con una narrativa simple pero poderosa.
Ese proyecto viral marcó el inicio de un ecosistema multimedia global liderado por Nas Daily. A partir de ahí, fundó Nas Academy, lanzó Nas Studios y desarrolló Nas.io, herramientas enfocadas en formar creadores, producir contenido y fortalecer comunidades digitales.
Una de sus frases más emblemáticas,”The world is a lot better than you think” (“El mundo es mucho mejor de lo que crees”), resume el espíritu optimista que impregna su trabajo y que lo ha convertido en una figura influyente en la forma de contar historias globales.
Hoy, Nas Daily es reconocido por sintetizar temas complejos —diversidad, emprendimiento, cambio social— en cápsulas visuales accesibles y emotivas, convirtiéndose en un referente global de empatía y narración contemporánea. Su enfoque sencillo y optimista ha demostrado que, con un minuto, se puede inspirar a cientos de miles a reflexionar, actuar y conectar más allá de fronteras.
Origen e inspiración
La chispa de este evento nació hace más de una década, cuando Nony fundó fiiS (Festival Internacional de Innovación Social) con la convicción de que el espectáculo y el pensamiento social pueden ir de la mano. Después de años dedicado a la producción y diseño de eventos masivos, Jonathan sintió la necesidad de dar un giro y materializar una idea ligada al emprendimiento y la innovación social.
“Creamos este formato que era poner charlistas antes de que los músicos tocaran con sus bandas, entonces mientras esperaban nosotros le poníamos un contenido de un emprendedor o innovador social en ese momento, y eso se llamaba fiiS.” — Jonathan Herzfeld
En mayo de 2023, fiiS llegó por primera vez a Miami, bajo la dirección de Jonathan, quien reunió a figuras como Patch Adams (médico y activista mundialmente conocido por su enfoque humanista y uso del humor como herramienta terapéutica), Rohan Marley (empresario e hijo de Bob Marley, comprometido con causas sociales), y Deborah Apeloig, fundadora de Tikun Talks (plataforma de comunicación que ya acumula más de 45.000 seguidores en redes sociales centrada en promover el Tikun Olam — reparación del mundo — y la sanación a través del diálogo). Todo esto en el marco de los 10 Days of Connection, una iniciativa local que busca tender puentes entre comunidades diversas a través del diálogo, la empatía y la acción colectiva.
El festival ofreció una experiencia única que entrelazó arte, activismo y conversaciones transformadoras. Invitó a los asistentes a coexistir con personas de distintas realidades, a inspirarse con iniciativas de impacto local, y a convertirse en agentes de cambio en sus propias comunidades. Fue una celebración viva de la diversidad y del poder de las historias para sanar, conectar y movilizar.
Aunque Nas Daily no participó en esa edición, Jonathan confiesa que le quedó la inquietud: “Nos habíamos quedado con las ganas de seguir haciendo coexistencia, pero sabíamos que era difícil, súper difícil”, comenta.
Pero nada de eso habría sido posible sin el encuentro previo entre Jonathan y Deborah Apeloig, propiciado por Lazos, una plataforma que conecta a líderes e innovadores judíos de toda Latinoamérica. En febrero de 2023, durante los preparativos de los 10 Days of Connection, Diego Goldman —fundador de Lazos— los puso en contacto al percibir que compartían una visión y misión similares.
En menos de tres meses, ya estaban coorganizando el primer fiiS Miami.
Así nació una alianza que unió a Tikun Talks (el proyecto de Deborah), fiiS (desde Chile) y Radical Partners (organización líder detrás de los 10 Days of Connection), en una sinergia poderosa en torno al diálogo, la diversidad y el cambio social.
La gestión detrás del evento
En marzo de este año, el agente que trabaja con fiiS y colabora en la gestión de charlistas le comentó a Jonathan que Nas se encontraba en México, lo que abría una oportunidad concreta para intentar traerlo a Chile.
Así, Nony comenzó a mover todos los hilos necesarios para hacer posible una visita de Nas Daily. Dentro de estas gestiones, contactó a Deborah Apeloig, una figura clave en la organización del evento, para sumarla desde el área comunicacional a través de Tikun Talks.
Tikun Talks, plataforma de comunicación y consultoría fundada por Deborah en 2022, nació inspirada en la historia de sus abuelos, sobrevivientes del Holocausto.
Impulsada por el deseo de honrar su legado y contribuir a la sanación del mundo, creó este espacio con la misión de reparar a través del poder de las conversaciones.
En poco tiempo, Tikun Talks se ha consolidado como un canal influyente que visibiliza historias profundas y significativas, y ha hecho de Deborah una voz con peso propio en redes sociales, donde reúne a una comunidad de casi 45.000 seguidores.
En paralelo, Jonathan también se comunicó con Ronny Majlis, cofundador de ETM (Emprende Tu Mente) —una corporación que apoya emprendedores y startups conectándolos con empresas, inversionistas y mentores— y socio de The Cow Company, agencia especializada en eventos y producción audiovisual. Ronny y Jonathan ya habían desarrollado varios proyectos juntos, tanto desde lo profesional como desde lo humano.
“Jonathan llevaba varios años tratando de llevar a Nas Daily a Chile, me lo comentó. Nosotros llevamos como uno o dos años hablando del tema de la coexistencia, de que hoy más que nunca se necesita educar a la población y a la gente de que sí se puede colaborar aunque seas competencia, aunque tengas pocos puntos en común. Tratamos de hacer cosas con la ONU, nos metimos en un programa para tratar de meternos en las universidades de Estados Unidos, y nada de eso funcionaba mucho, pero siempre el nombre Nas Daily estaba ahí arriba de la mesa”, destaca Ronny.
Para Jonathan, Nas representaba mucho más que un creador de contenido global: encarnaba un símbolo de un valor central de la tradición judía. Derej Shalom, que en hebreo significa “el camino hacia la paz”, es un principio que promueve la armonía y el respeto entre los diferentes. “Nas era como el símbolo para nosotros de la coexistencia, y de lo que se conoce como Derej Shalom. Entonces él cumplía con esa lógica de hacer eso, y encontramos una persona que donó su participación en Chile, y con eso nos pusimos a hacer el evento”.
Todo se aceleró entre marzo y abril, cuando Ronny recibió un llamado de Jonathan: Nas estaría en México y había una ventana de tiempo para traerlo a Chile. “Me llamó Jonathan y me dijo ‘Ronny, Nas Daily va a estar en México, ¿tú crees que podemos movernos rápido y aprovechar su ida a México para que lo llevemos a Chile también?’”, cuenta.
Sin garantías, pero con una fuerte convicción, se lanzaron a la búsqueda de apoyo económico. “Agarré el teléfono y empezamos a llamar a posibles sponsors, gente que nos podría colaborar”, relata Ronny. “Tuvimos ahí algunas personas que nos ayudaron, y particularmente una que se llevó parte importante de la inversión de esto. Y lo hicimos, y dijimos, bueno, nos fuimos un poco a riesgo porque no sabíamos, o sea, no era con fines de lucro, ni yo ni Jonathan cobramos por hacer esto. Lo hicimos solamente porque pensamos que era importante hacerlo”, agrega.
Desde el inicio, Deborah fue una figura fundamental en la articulación del relato del evento en la convocatoria de aliados estratégicos y en la difusión del mensaje central de coexistencia a través de Tikun Talks.
Como ella misma expresó: “Nas es una personalidad del internet. Y que él, siendo no judío y siendo palestino y siendo árabe, defienda a Israel, tiene un peso enorme. Y tiene un tikun enorme. Yo siento que Dios le puso toda esta trayectoria y toda esta fama que él construyó durante tantos años para hacer un cambio en este momento tan crítico que estamos viviendo. No es lo mismo que lo diga yo, que lo digas tú, que lo diga cualquier judío, a que lo diga él. Entonces, tiene un poder muy grande”.
Una experiencia transformadora y bien recibida
Finalmente, tras una gestión a contrarreloj, Nas Daily se presentó el miércoles 28 de mayo en la Sala Omnium ante un público de 600 personas. Para quienes estuvieron detrás de la organización, la jornada fue un éxito: logró convocar, generar conversación y dejar una huella en los asistentes.
“A mí me encantó, yo creo que a la gente que estuvo ahí le gustó mucho”, afirma Jonathan Herzfeld. Para él, el valor del evento radicó en su capacidad de provocar reflexión: “Más allá de si tú estabas de acuerdo con lo que estabas escuchando 100%, creo que era un evento que incomodaba, y eso era bueno, te hacía pensar”. También destaca la atención que generó en el público: “Estaba lleno, y a la gente le encantó, y le escuchó con mucha atención a Nas, que la verdad que escucharlo es increíble. Primero en su formato charla, y después en una entrevista, que le hizo un periodista que se llama Juan Vallejos, y fue súper interesante ese ejercicio, estar sentado, escuchando una conversación, de nuevo, de alguien que no es uno, es un tercero, que está hablando de su realidad, y cómo él ve las cosas”.
Para Ronny Majlis, el resultado también fue contundente: “Yo creo que fue un éxito rotundo, no por mérito ni mío ni del Jonathan, yo creo que fue un éxito rotundo porque, en parte, tuvimos suerte”. Se refiere al impacto que tuvo la publicación de un video por parte de Nas en sus redes: “Lo han visto más de 700.000 personas, lo cual para nosotros es un golazo. O sea, no teníamos con qué pagar un video que lo vean 700.000 personas”.
“Que venga un palestino que te diga que sí se puede coexistir es algo que yo creo que vale la pena escuchar…
Y esa fue nuestra motivación principal, te diría yo, el tratar de generar un cambio. Obviamente con un solo evento no se genera un cambio, se necesita hacer una serie de actividades para que la cosa realmente penetre, pero al menos dar la pelea. Ese era el motor que estaba moviendo esto detrás”, destaca.
Además, subraya el efecto que tuvo en ciertos sectores. “Creo que en ciertas personas de la comunidad sí levantamos un despertar. De hecho, hablamos con algunos empresarios que se comprometieron a hacer otra actividad como un ‘segundo paso’ de esto. Tuvimos muy buena llegada con la gente de la Federación de Estudiantes Judíos, como que todo el público más universitario aprendió mucho, nos pidieron que por favor lo trajéramos de vuelta a Chile, que lo llevemos a hacer un ciclo de charlas por las universidades”.
Pero quizás el impacto más valioso, según Ronny, vino del público general: “Lo que también me sorprendió es que a toda la gente no judía que invitamos y que sí participaron, salieron impresionados. Eso fue lo que a mí más me gustó. Gente que no tiene nada que ver con la comunidad judía, diciendo que es el mejor charlista que han escuchado en años. Este mensaje hay que hacerlo global, nos han llamado gente de otros países para replicar el evento”.
Los desafíos tras el evento
A pesar de que la charla fue un éxito, Jonathan y Ronny enfrentaron varias dificultades. Uno de los principales desafíos fue conceptualizar un evento abierto a todo público, algo poco común dentro del mundo comunitario. “Este era un evento abierto, no era un evento comunitario, y eso en sí mismo era un desafío, porque en general estos son eventos que se hacen a puertas cerradas”, explicó Jonathan.
La decisión de abrir las puertas al público general significó asumir riesgos, desde la posibilidad de protestas hasta el reto de convocar a audiencias diversas en un contexto sensible.
Ronny, por su parte, fue más crítico al referirse al escaso respaldo con que contaron para llevar a cabo la iniciativa: “O sea, no tuvimos apoyo de nada ni de nadie, esa es la verdad total. Hicimos esto a pulso entre Jonathan y yo, con el aporte de este gran donante, y te diría que unos cuatro o cinco donantes más que pusieron algo de dinero y una o dos personas más que nos ayudaron con parte de la gestión, y el resto fue cero”.
A pesar de las dificultades, rescató el valor de la experiencia como un punto de inflexión necesario: “Yo creo que aprendimos bastante, yo creo que sí fue un aprendizaje fuerte para la comunidad judía de Chile, de que se pueden hacer cosas distintas, de que no hay que tener miedo a levantar la voz de alguna manera u otra”.