Mayo: un mes de memorias, emociones y esperanza
El pasado miércoles 7 de mayo, nuestra residencia se llenó de emoción y orgullo al conmemorar Iom Haatzmaut, el Día de la Independencia de Israel. No es una fecha más. Son 77 años desde aquel momento histórico en que, tras siglos de exilio, persecuciones y sueños compartidos, el pueblo judío volvió a levantar su hogar en la Tierra Prometida. Para quienes vivimos en la diáspora, este día representa mucho más que una celebración: es un símbolo de identidad, de esperanza, de pertenencia.
Nuestra casa se transformó en un verdadero rincón de Israel. Banderas azul y blanco decoraban cada espacio, anunciando la llegada de una jornada especial.
Con el corazón abierto y el alma conmovida, recibimos a nuestros invitados: el querido embajador de Israel, Gili Arzyeli, y su esposa Viviana, entrañables amigos de la casa; David Anzarout, Primer Secretario de la Embajada; Gabriel Gurovich, Presidente del Directorio de Beit Israel; nuestro Gerente General, Sergio Garriga; Dafne Englander, Directora Ejecutiva de la Comunidad Judía de Chile; el rabino Daniel Zang; Andrés Abramovicz, Presidente del KKL; Roberto Avram, Sheliaj del KH; Evelyn Schatloff, Presidenta de WIZO; rabinos, dirigentes comunitarios y, por supuesto, nuestros queridos residentes, quienes son el alma de este hogar.
La emoción de reencontrarnos con nuestras raíces fue profunda, pero también estuvo teñida de tristeza. No pudimos, ni quisimos, mirar hacia otro lado.
Nuestros corazones laten con angustia por los hermanos que aún permanecen secuestrados en Gaza. No hay celebración completa mientras haya dolor, mientras nuestros Jayalim arriesgan su vida día a día por traerlos de vuelta, por proteger nuestras fronteras, por defender nuestra existencia.
El acto fue íntimo, sencillo y profundamente conmovedor. Iniciamos con los himnos nacionales, cantados con fuerza y lágrimas en los ojos. El embajador encendió una vela en memoria de los caídos en la Guerra de la Independencia, de los asesinados el 7 de octubre de 2023, de los secuestrados y de nuestros soldados caídos en su noble misión. La morá Lina Aizenberg, con dulzura y sabiduría, nos regaló unas palabras que tocaron el alma. El jazán Fernando Ramos elevó su voz en una bendición por nuestros soldados, una plegaria que se sintió como un abrazo.
Las palabras de Gabriel Gurovich y del embajador Gili Arzyeli nos recordaron el valor de la unidad, la fortaleza de nuestro pueblo. Luego, el residente Isaac Testa nos llevó a través del tiempo, reviviendo la historia de la creación del Estado de Israel. Finalmente, los rabinos Daniel Zang y Efraim Rosenzweig elevaron una bendición por Medinat Israel, seguida de la vibrante y esperanzadora canción “Am Israel Jai”, que cerró el acto entre aplausos, abrazos y miradas cargadas de emoción.
La celebración continuó en el comedor, donde nuestra cocina nos sorprendió con un delicioso menú típico israelí: falafel, preparado con el mismo amor con que se cocina en casa. Fue un momento de compartir, de recordar, de estar juntos.
El domingo 11 de mayo rendimos un homenaje a todas nuestras mamás de la residencia, tanto residentes como colaboradoras, en el Día Internacional de las Madres, a las cuales les entregamos un lindo presente y la cocina las agasajó con un exquisito almuerzo.
También tuvimos un nuevo encuentro de “Almorzando con el Rabino Daniel Zang”, donde reflexionamos sobre la festividad de Lag Baomer. En tiempos tan complejos, estas palabras nos dieron consuelo, perspectiva y luz.
Y como broche de oro, recibimos la visita de un grupo de alumnas del colegio Maimónides School. Junto a nuestros residentes, compartieron una hermosa actividad de decoupage, que no solo decoró nuestras paredes, sino que tejió lazos entre generaciones, sembrando sonrisas, risas y memorias compartidas.
Mayo nos dejó el alma llena. De orgullo, de emoción, de gratitud.
Porque aún en la dificultad, seguimos celebrando la vida, la memoria, la identidad. Porque mientras haya unidad, habrá esperanza. Y mientras nos sigamos reuniendo, recordando y abrazando, el espíritu de nuestro pueblo seguirá más vivo que nunca.