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Edan Alexander: La liberación del último rehén estadounidense en Gaza tras la presión ejercida por Trump

Luego de 584 días de cautiverio en manos de Hamás, el soldado israelí-estadounidense de 21 años fue liberado el pasado 12 de mayo. Fruto de negociaciones secretas entre Estados Unidos, Qatar y Egipto, la liberación de Edan marca un punto crítico en el conflicto en Gaza, donde Israel estima que aún quedan 58 rehenes retenidos por grupos terroristas, incluyendo 35 muertos.

Por: Gabriel Koenig

El 12 de mayo de 2025, Edan Alexander, un joven soldado de 21 años con doble nacionalidad israelí-estadounidense, recuperó su libertad después de vivir 584 días en manos de grupos terroristas en la Franja de Gaza. Capturado durante el devastador ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, Edan se convirtió en el último rehén estadounidense vivo, mientras que los cuerpos de otros cuatro norteamericanos secuestrados aún permanecen retenidos en Gaza, según Estados Unidos.

A diferencia de algunas liberaciones pasadas, donde Hamás organizó eventos en los que los rehenes eran presentados ante multitudes y medios de comunicación antes de ser entregados a la Cruz Roja de una forma humillante y propagandística, Edan fue entregado por tres militantes armados y enmascarados del grupo terrorista y un trabajador de la Cruz Roja en Gaza a las Fuerzas de Defensa de Israel.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un mensaje de video calificó la liberación de Alexander como “un momento muy conmovedor” y agradeció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atribuyendo la liberación de Alexander a la “presión militar de Israel y a la presión política ejercida por el presidente Trump”.

Captura de Alexander 

Nacido y criado por padres israelíes en Tenafly, un municipio en el estado de Nueva Jersey, Estados Unidos, Alexander inició su aliá en 2022, a los 18 años, y se unió a la Brigada Golani de las Fuerzas de Defensa de Israel, luego de haberse graduado de la escuela secundaria de Tenafly.

Edan decidió quedarse de manera voluntaria durante Sucot en la base militar donde se encontraba realizando su servicio, cerca de la ciudad fronteriza de Nirim. La mañana de ese 7 de octubre de 2023, Edan habló con su madre, Yael Alexander, quien se encontraba de visita en Israel en ese momento. Ella lo llamó cuando empezaron a caer los misiles esa mañana, y Edan le dijo que estaba a salvo. Eso fue poco después de las 6:30 a.m. 

“Le envié mensajes de texto una y otra vez y no recibí nada”, dijo Yael Alexander en una entrevista con CNN.

A las 7 de la mañana ya no pudo comunicarse con Edan y una semana después la familia fue informada de que Edan había sido llevado como rehén a Gaza luego de que los terroristas ataquen la base militar en la cual se encontraba realizando su servicio militar.

Como soldado israelí capturado en uniforme, fue objeto de un trato especialmente severo por parte de sus captores. Tras su secuestro, Alexander fue abandonado en un túnel solo, ya que fue el primer rehén israelí en llegar a esa zona en particular, dijo su padre, Adi, al Canal 12. Adi dijo que “cuando llegaron los Nir Oz-niks (rehenes del kibutz Nir Oz) y los trabajadores tailandeses, él (Eden) fue quien los saludó primero”.

“Llegaron muy asustados”, dijo Adi, y contó que los civiles secuestrados “se sintieron muy aliviados al ver a un soldado de las FDI en el túnel, que les transmitió tranquilidad y tenía un aire de autoridad porque vestía uniforme”.

Estuvo encadenado en túneles sin acceso a luz solar ni aire fresco, lo que le causó una pérdida significativa de peso y deterioro de su salud. 

Su padre relató que sufrió torturas físicas y aislamiento, además de sobrevivir con una alimentación mínima y sin condiciones de higiene adecuadas.

Las primeras semanas de cautiverio fueron “muy duras” para Alexander, según dijeron sus padres, y Yael señaló que fue sometido a interrogatorio. En un momento crítico, el túnel donde estaba retenido colapsó, causándole una lesión en el hombro y provocando la muerte de varios de sus captores, compartió Adi.

“Fue uno de esos momentos en los que pensó que estaba prácticamente perdido. Fue un milagro que sobreviviera”, señaló el padre de Edan.

Los testimonios de otros rehenes liberados también confirmaron que Edan fue sometido a interrogatorios intensivos y torturas, y que estuvo esposado durante casi todo el cautiverio. 

A pesar de estas circunstancias extremas, mostraba una fortaleza mental notable y se preocupaba por el bienestar de sus compañeros de cautiverio.

Durante ese periodo, Edan Alexander fue utilizado por Hamás como una herramienta de propaganda, mediante la difusión de videos que pretendían mostrarlo como un rehén desesperado y crítico con los líderes israelíes y estadounidenses. Estas grabaciones, cuidadosamente editadas, buscaban presionar a la opinión pública y a los gobiernos involucrados, presentando a Alexander en un estado de vulnerabilidad emocional y física.

Uno de los videos más destacados fue publicado el 12 de abril de 2025, coincidiendo con la festividad de Pésaj, un momento simbólico que celebra la libertad. En la grabación, de aproximadamente tres minutos, Alexander aparecía visiblemente afectado, con signos de agotamiento y estrés, mientras declaraba haber estado en cautiverio durante 551 días. 

En su mensaje, hizo un llamado directo al presidente estadounidense Donald Trump y al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, instándolos a tomar medidas para asegurar su liberación y la de los demás rehenes. La elección de la fecha de publicación no fue casual; al coincidir con Pésaj, Hamás buscaba resaltar la contradicción entre la celebración de la libertad y la realidad de los rehenes aún en cautiverio.

Presión política de Estados Unidos

Según comentó la tía de Alexander, Sharon Senyor, las condiciones del cautiverio de Edan mejoraron tras la toma de posesión del presidente estadounidense Donald Trump en enero pasado. 

“Él dijo que desde que Trump asumió el poder, su condición mejoró. Desde el momento en que empezaron a hablar de él, le dieron más comida para que subiera de peso”, declaró Sharon al sitio de noticias israelí Ynet.

Ynet también informó, citando conversaciones que Alexander tuvo con otras personas desde su liberación el lunes, que después de la toma de posesión de Trump, el rehén liberado fue trasladado a un “túnel VIP” con altos funcionarios de Hamás para servir como escudo humano y brindarle mayor protección debido a su ciudadanía estadounidense.

Esto está en línea con las declaraciones que, según informes, Alexander hizo en su conversación telefónica con Trump luego de haber sido liberado. De acuerdo con el Canal 12, cuando el presidente estadounidense le preguntó sobre su trato por parte de Hamás, Alexander respondió: “Desde que fuiste elegido, mi situación ha mejorado drásticamente. Hay muchísimas cámaras y gente a mi alrededor ahora mismo; no puedo compartir mucho por el momento. Hablaremos en privado”.

Las negociaciones se intensificaron en las semanas previas a la liberación, coincidiendo con la planificación de la visita del presidente Trump a Oriente Medio. Hamás anunció que la liberación de Alexander era un “gesto de buena voluntad” hacia Estados Unidos, en el contexto de estos esfuerzos diplomáticos.

De esta manera, la liberación de Edan fue el resultado de una intensa campaña diplomática liderada por Estados Unidos. Desde los primeros días de su cautiverio, Washington consideró su liberación una prioridad nacional, dada su doble nacionalidad israelí-estadounidense y el simbolismo que representaba su caso.

El gobierno estadounidense, bajo la administración del presidente Donald Trump, desplegó una estrategia que combinó presión política, negociaciones a través de intermediarios y coordinación con aliados regionales como Qatar y Egipto.

La presión diplomática también incluyó la coordinación con Egipto, que, junto con Qatar, desempeñó un papel mediador. Ambos países consideraron la liberación como un “paso positivo” hacia la reanudación de las negociaciones para poner fin al conflicto en Gaza. Aunque Israel negó haber hecho concesiones, permitió un “corredor seguro” para facilitar la entrega de Alexander a la Cruz Roja y su posterior traslado a territorio israelí .

Finalmente, Trump calificó la liberación como una “noticia monumental” y agradeció a los mediadores por sus esfuerzos. El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, expresó su esperanza de que este acontecimiento marque “el comienzo del fin de esta terrible guerra”.

Liberación

La noticia de una posible liberación se dio a conocer el 11 de mayo, pero Adi casi se la pierde. Cuando finalmente revisó su teléfono, dijo haber notado ocho llamadas perdidas de Steve Witkoff, enviado del presidente Donald Trump para Oriente Medio, quien participaba en negociaciones directas con Hamás.

“Mi teléfono estaba en silencio y estaba trabajando con el ventilador afuera, y había demasiado ruido”, recordó. “Vi esas ocho llamadas perdidas y les devolví la llamada inmediatamente”, continuó Adi, y añadió que Witkoff les dijo a él y a Yael que en 10 minutos tendrían buenas noticias.

Luego, el lunes 12 de mayo, el Comité Internacional de la Cruz Roja trasladó a Alexander desde Gaza a las autoridades israelíes, poniendo fin a un cautiverio de 584 días.

Alexander está “de pie” y habla, dijo el Dr. Hagar Mizrahi, jefe de la División Médica General del Ministerio de Salud de Israel, durante una conferencia de prensa desde el Hospital Ichilov después de que Edan fuera transferido al hospital desde la Base Militar de Reim, donde tuvo un emotivo reencuentro con su familia.

La madre de Edan, Yael, habló el martes 13 de mayo por la noche -un día después de la liberación de Edan- en el hospital sobre las dificultades que padeció su hijo, incluyendo hambre, falta de agua y pésimas condiciones sanitarias.

“Cada día que pasaba parecía una eternidad. Cada minuto era una lucha entre la esperanza y la desesperación. Los sonidos más aterradores eran los de la guerra que se desplegaba sobre sus cabezas”, relató. “Explosiones ensordecedoras, el silbido de los misiles y los sonidos del derrumbe, la destrucción y el temblor de tierra. Cada momento podría haber sido el último”.

Expresó su agradecimiento al presidente Donald Trump, junto con sus enviados Steve Witkoff y Adam Boehler, así como a otros funcionarios de su administración, por los esfuerzos realizados. Además, dirigió un mensaje al primer ministro Benjamin Netanyahu en el marco de la reanudación de las negociaciones en Doha.

“En Israel, el corazón del pueblo es fuerte, claro y unido. Una abrumadora mayoría del público, de todos los sectores de la sociedad, cree que traer a los rehenes a casa es un deber moral supremo, judío y nacional”, declaró. 

“No se trata de una cuestión de derecha o izquierda, religión o nacionalidad, sino de compasión humana fundamental”.