Muchos de nosotros hemos experimentado alguna vez lo que significa dar: hemos colaborado económicamente, regalado bienes materiales o bien compartido nuestro tiempo, algún talento, o incluso solo nuestro afecto con alguien que ha necesitado.
Quienes han tenido la experiencia de lo que significa entregarse a los demás de manera voluntaria, posiblemente han salido muy gratificados, afirmando que indudablemente hay más valor en dar que en recibir, o lo que es más, la edificación personal ha sido mayor, porque cuando alegramos o aliviamos la vida de una persona, nos sentimos bien y recompensados.
En CISROCO, desde hace años, hemos venido desarrollando un fuerte trabajo con voluntarios, tanto con los grupos de voluntarias que nos colaboran regularmente, como con personas que realizan labores personalmente.
Respecto a nuestros grupos de voluntarias, tenemos un trabajo fuerte y consolidado con los tres grupos que asisten regularmente a CISROCO: el grupo Yad de Wizo quienes por años nos acompañan cada semana visitando a nuestros residentes y colaboran en celebraciones y actividades especiales, así como acompañan al grupo Sablanut, agrupación de Wizo formada por mujeres residentes de la institución.
Así también desde hace ya casi 7 años, recibimos mucha colaboración del grupo de voluntarias Bereshit, el cual surgió como una agrupación de familiares de residentes y que con el paso de los años se ha consolidado e incorporado nuevas integrantes. Así Bereshit nos colabora con una actividad semanal, con un shabat al mes y diferentes espacios de encuentro y celebración con residentes.
Desde el año pasado, también se ha integrado al trabajo permanente en CISROCO un tercer grupo, compuesto por voluntarias de la comunidad NBI, quienes cada semana realizan una actividad de conversación sobre diversos temas culturales e interesantes lecturas.
Los tres grupos están integrados a la vida del hogar, ya sea por el aporte que realizan en las actividades y espacios de participación grupal, pero también porque en estos años el vínculo de cada una de las voluntarias con los residentes es fuerte y cercano. Nuestros residentes quieren y se alegran con la visita de las voluntarias, las esperan con cariño y son personas significativas para cada uno.
Por otro lado, y especialmente desde el 2020 en adelante hemos recibido a personas que han querido compartir sus talentos y habilidades y ponerlos a disposición de nuestros residentes. Es así como hemos tenido bellas presentaciones musicales en actividades y eventos, talleres manuales, charlas de diferentes temáticas y de gran interés, así como un sinnúmero de actividades a cargo de personas voluntarias, algunos con frecuencia semanal y otros ajustados a los tiempos de cada voluntario.
Tenemos personas voluntarias que vienen a acompañar a algún residente, como otras personas que desean poner a disposición de las personas mayores su talentos y profesiones en actividades grupales o intervenciones terapéuticas.
Tanto los residentes como la Fundación en su conjunto, agradecemos la iniciativa de querer poner sus dones al servicio de las personas mayores, valorando la tzedaká realizada, y por lo mismo, invitamos a más personas que quieran sumarse y colaborar mostrando aquello que saben hacer, compartiendo talentos, y aprendiendo de las experiencias e historias de vidas de nuestros residentes.
Continuamente desarrollamos festividades donde es bienvenida la música y la danza, tenemos talleres diversos y charlas de actualidad y cultura, cada viernes celebramos shabat, y así muchas otras instancias en las cuales podemos conocer la vida de la residencia y colaborar diversificando la oferta programática.
Para quienes quieran sumarse, invitamos a contactarse con nosotros en info@cisroco.cl, para canalizar inquietudes y motivaciones, que sin duda, serán acogidas.
Donar tiempo y talento nos ayuda a construir un mundo mejor, a dar calidad de vida a personas mayores y nos permite hacer crecer nuestro corazón.