Las tradiciones son importantes en todo momento de la vida, pues permiten traspasar entre generaciones aspectos relevantes de la identidad personal, familiar y/o comunitaria, generando sentido de pertenencia e identidad. En ese rol, las personas mayores muchas veces son las depositarias de las tradiciones familiares de cada núcleo: tienen la receta perfecta de una determinada preparación, la casa de la abuela o abuelo es el punto de encuentro donde se reúne la familia en cierta fecha importante, las personas mayores cuentan la historia familiar de aquellos que no alcanzamos a conocer, entre otros ejemplos.
Pero ¿qué pasa cuando la persona mayor ingresa a una residencia? ¿cómo seguir siendo un aporte en el núcleo familiar y comunitario?
En la residencia las personas mayores interactúan con otras, compartiendo las tradiciones familiares de cada uno, pero también aprendiendo y sintiéndose parte con lo que los une a los demás residentes. Por eso, no es raro que nuestras residentes conversen y “analicen” quién tiene la mejor receta de bollos o guefilte fish o qué se hacía en una casa u otra para la celebración de una determinada festividad.
La residencia es no solamente el espacio donde vive la persona mayor, su casa, sino también un espacio comunitario abierto a la familia y amigos de cada residente, donde las puertas están abiertas para hacer nuevas amistades e integrarse a una “gran familia”, en el cual también hay espacio para nietos, bisnietos y generaciones jóvenes.
En CISROCO es muy importante que cada persona continúe viviendo aspectos propios de su identidad personal y familiar, y por sobre todo aspectos de su identidad judía.
Es por ello que damos espacio a la celebración de festividades familiares y también festividades judías, hay lugares para el encuentro con la familia y en lo cotidiano, los amigos y familiares pueden visitar la residencia en cualquier momento.
Hace algunas semanas hemos celebrado Purim, una festividad cargada de alegría y de color: nuestros residentes se han alegrado con sus disfraces y pudieron escuchar la Meguilat Ester a la vez que compartían unas ricas oznei aman. Algunos familiares han estado presentes en la celebración o ayudando en la confección o ideas de disfraces.
En los próximos días nos aprontamos para celebrar nuevamente Pesaj, la fiesta de nuestra libertad, donde esperamos llenar la residencia de familiares y amigos de CISROCO en nuestro tradicional seder, con la presencia de diferentes rabinos y líderes comunitarios.
Pero la vivencia de las tradiciones de la identidad judía no es solo en estas dos festividades, semanalmente nos reunimos cada viernes para iniciar juntos el shabat, compartimos comida judía, tenemos la presencia de dos grupos de voluntarias que están constantemente reforzando la identidad judía, como son las voluntarias de Wizo y Bereshit, entre otros múltiples espacios cotidianos y extraordinarios.
Como vemos, buscamos continuar los proyectos de vida personal, pero también mantener y reforzar la propia identidad comunitaria, con la celebración y el respeto de las tradiciones, siendo la casa de las personas mayores de la comunidad judía, y en ese sentido, nuestras puertas están abiertas a la comunidad para seguir aportando y aprendiendo de las personas mayores que viven en CISROCO.