Por: Paola Zalaquett Grosz
Entrevista a Karen Pupkin Rutman, presidenta de la División Femenina
En el marco del Mes de la Mujer, Keren Hayesod Chile quiere destacar la importante labor de la División Femenina, presidida por Karen Pupkin, cuyo liderazgo ha sido clave para el crecimiento y éxito de nuestra campaña. Bajo su dirección, el sector a su cargo ha logrado fortalecer la red de mujeres comprometidas con la causa, impulsando un espíritu de solidaridad y acción que ha tenido un impacto significativo en nuestra Institución.
A continuación, queremos compartir una entrevista a Karen Pupkin, presidenta de la División Femenina.
¿Qué significa para ti ser la presidenta de la División Femenina de Keren Hayesod Chile?
Si tuviera que definirlo muy brevemente, te diría que es un gran honor, y también un gran desafío.
Al asumir este cargo, debo reconocer que lo que inicialmente me motivó, no fue tanto el hecho de liderar una división de mujeres ni el enfoque de género, sino el propósito fundamental de la Institución. Mi interés principal era contar con un espacio dedicado a trabajar en favor de Israel y del pueblo judío, de contribuir a la misión de Keren Hayesod, institución en la que ya llevaba de voluntaria 15 años y de poder participar en el diseño y ejecución de campañas especiales.
A lo largo de los años, he comprendido el valor y la importancia de reunir a un grupo de mujeres de manera independiente. Este enfoque nos ha permitido crear un espacio para realizar actividades que verdaderamente inspiran y motivan a las participantes, eventos que, en muchos casos, no tendrían el mismo impacto en un entorno mixto. Además, nos brinda la flexibilidad y libertad para desarrollar campañas y proyectos con un enfoque único, adaptado a las necesidades y perspectivas de las mujeres.
Con el tiempo, me he dado cuenta de que la existencia de una División de mujeres no solo enriquece nuestra labor, sino que se justifica plenamente. Nos permite potenciar la colaboración y el liderazgo femenino, ofreciendo una plataforma para que las mujeres puedan involucrarse, crecer y tener un impacto más significativo dentro de la Institución.
La División Femenina de Keren Hayesod Chile realizó un desayuno bajo la temática “Reconstruyendo Israel post 7/10” junto al director de Keren Hayesod para América Latina, España y Portugal, Dani Alaluf.
Cuéntanos acerca del funcionamiento de la división de mujeres a nivel Internacional
La División Femenina Internacional, cuenta con 40 Divisiones en los cinco continentes, con miles de mujeres participando. Funciona con una presidenta Internacional, Estrella Cohen de España, con vicepresidentas regionales (América del Sur, de América del Norte, Europa y de los países de habla inglesa) y con la presidenta local de cada uno de los países.
En la historia de Israel moderno, la solidaridad judía mundial alcanzó nuevas alturas luego de la milagrosa victoria de la Guerra de los Seis Días, y del trauma que ocasionó la Guerra de Yom Kipur. Las mujeres comenzaron a movilizarse en algunos países para establecer campañas específicas de mujeres. En 1974, la Oficina Central de Keren Hayesod en Jerusalem, estableció el Departamento de la División Femenina. Al año siguiente, la Agencia Judía para Israel adoptó una resolución instando a todas las campañas a crear una División de mujeres.
En 1978, un grupo de mujeres de Keren Hayesod de varias comunidades se reunieron en París y Ámsterdam a conversar y tratar los objetivos comunes. La División Femenina Internacional fue oficialmente proclamada en una convención internacional en Londres en 1981.
Es interesante mencionar que el logo de la División Femenina, está constituido por un Maguen David entrelazado con un corazón. El Maguen David simboliza la relación de D´S con el Pueblo judío: con un triángulo apuntando hacia arriba que representa nuestra búsqueda por D´S y el otro hacía abajo que expresa la conexión de D´S con nosotras.
¿Puedes contarnos sobre algún proyecto o experiencia que te haya marcado en estos 5 años?
Al asumir el cargo en 2019, rápidamente nos enfrentamos a una serie de desafíos inesperados. Al final de ese año, estalló la crisis social en Chile, y en marzo de 2020, la pandemia mundial comenzó a impactar nuestras actividades. Esto, como es lógico, planteó serias dificultades en cuanto a una de nuestras labores esenciales que es la recaudación de fondos.
Recuerdo que varias personas sugirieron que no era el momento adecuado para llevar a cabo campañas de recaudación, dada la situación que vivía Chile en forma puntual, y luego por el impacto global de la pandemia. Sin embargo, otros opinaban que esa era una decisión que debía tomar cada persona en forma privada, y decidir si quería seguir aportando a las necesidades que surgían en Israel, y a las que se mantenían pese a la pandemia como, la Aliá y absorción. Decidimos, entonces, continuar con más fuerza que nunca. A pesar de las dificultades de la pandemia, logramos llevar a cabo actividades innovadoras y conmovedoras: realizamos encuentros virtuales, entrevistas por zoom, sesiones de mindfulness y hasta un recorrido virtual por el Museo Agam en Israel. Lo más significativo fue que, a pesar del contexto, las donantes se sintieron acompañadas y valoradas, lo que resultó en una campaña muy exitosa, a pesar de la adversidad.
Me emocionó recibir comentarios de mujeres mayores que señalaban que en los momentos de soledad que vivían en sus casas en plena pandemia, Keren Hayesod les había entregado mucho más de lo que ellas mismas habían dado. Muchas de ellas se sintieron acompañadas y participando de un proyecto comunitario.
Otro proyecto que nos llenó de entusiasmo fue la campaña para recaudar fondos, para construir una Escuela Tecnológica en la aldea juvenil de Ben Yakir. Ese fue un desafío enorme en plena pandemia, pero gracias a la ayuda de Hashem, y del esfuerzo del equipo de la oficina (especialmente de Sara Sissa), del Sheliaj (Dani Kaplan) y de las voluntarias (askaniot) que estaban completamente comprometidas, logramos recaudar fondos muy por sobre la meta, y ver finalmente la escuela inaugurada y en funcionamiento.
Escuela tecnológica en la aldea juvenil de Ben Yakir.
En 2023, decidimos no emprender un proyecto específico para las mujeres, sino unirnos a la campaña general de recaudación de fondos, centrada en apoyar principalmente la Aliá, la absorción de nuevos inmigrantes en Israel, y la reducción de las brechas sociales a través de diversos proyectos de ayuda. Luego llegó el fatídico 7 de octubre que vino a remecernos a todos, y a cambiar muchos paradigmas que teníamos hace décadas de lo que pensábamos sobre la identidad judía, el antisemitismo, y sobre la necesidad que tiene Israel de seguir recibiendo el apoyo de los judíos de la diáspora.
¿Cómo fue la participación de la gente después del 7 de octubre?
Para mi hay un antes y un después del 7 de octubre. Sin embargo, aún hoy vivimos los efectos de esta terrible desgracia, no es una historia del pasado. Hoy más de 500 días después, tenemos más de 70 secuestrados (muchos que ya se saben están muertos) en manos de Hamas.
En lo personal te cuento, que en mayo del año 2023 estuve en el Congreso Internacional de la DF en Israel, celebrando los 75 años de Independencia del Israel Moderno, y jamás me hubiera podido imaginar que ese mismo año en diciembre, solo algunos meses después, estaría regresando a Israel, pero esta vez a una Misión de Solidaridad de Keren Hayesod, para visitar las comunidades masacradas en el sur, a los desplazados por la guerra, y a reunirnos con los familiares de los secuestrados entre muchas otras experiencias muy dolorosas.
Escuela en el norte de Israel, cerca de Kiryat Shemona apoyada por Keren Hayesod (actualmente todos evacuados) | Karen Pupkin y Jaco Leopold en misión de solidaridad en Kfar Aza diciembre de 2023, zona fronteriza de Gaza. |
A nivel de la respuesta de las mujeres acá en Chile, debo decir, que esta fue impresionante. Ese mes de octubre es el mes que más donantes hemos tenido, la gente aportaba antes que las contactáramos, la mayoría quería estar presente y trata de ayudar.
Además, observamos que muchas personas que se habían distanciado de la comunidad y sus instituciones, vieron resurgir la chispa de su identidad. Para todos los menores de 70 años, era la peor experiencia que les había tocado vivir o presenciar como judíos en sus vidas. Llevábamos algunas décadas de “años dorados”, que sentimos llegaban a su fin. La magnitud de lo ocurrido ha impulsado a muchos judíos a retomar su compromiso y a colaborar de manera activa.
¿Hay alguna campaña en particular que te gustaría destacar?
Un ejemplo significativo, fue la campaña de emergencia que Keren Hayesod llevó a cabo al inicio de la guerra en Ucrania. Al comienzo del conflicto, estuvimos directamente involucrados como Institución en el rescate de judíos de las ciudades invadidas por Rusia, facilitando su traslado a lugares seguros, y en muchos casos llevando a los refugiados a Israel. Esta campaña se destacó por la extraordinaria solidaridad de la comunidad judía a nivel global, y fue un recordatorio poderoso de la fortaleza de nuestra unidad, demostrando que, sin importar las distancias geográficas, siempre nos apoyamos mutuamente.
Los tiempos habían cambiado en esa zona. En la segunda guerra mundial, ser judío era un pasaporte eventual a la muerte, hoy con la existencia del estado de Israel, y la cohesión de la judería mundial a través de instituciones como Keren Hayesod, ser judío era un pasaporte a la vida y la libertad.
Fue impactante ver cómo Keren Hayesod no solo apoya a los judíos en Israel, sino también al pueblo judío en cualquier rincón del mundo donde surja un riesgo grave que atente contra la vida.
¿Qué le dirías a las mujeres que aún no se han sumado a este grupo y cómo las invitarías a involucrarse en el trabajo que realizan?
Este grupo es una instancia maravillosa para estar conectada en el día a día con la historia presente del pueblo judío y de Israel. Te demuestra que es posible desde la diáspora estar integrada al destino del pueblo judío, y al desarrollo de Israel; y que cada donación se transforma en un milagro real para la continuidad de nuestro pueblo.
Es un espacio transversal de participación, donde no nos dividimos en seculares o religiosas, mujeres ashkenazi o sefaradí, dati leumi, o Haredi. Acá solo somos “mujeres judías” que amamos a nuestro pueblo.
Charla junto a la R. Tzila Tamim y R. Gachi Waingortin bajo la temática del rol de la mujer judía en el siglo XXI |
Para terminar, me gustaría señalar que debemos seguir luchando en todos los frentes y desafíos que tenemos, no podemos cansarnos, ni ahora ni nunca. Es verdad que la guerra ya lleva más de un año, que no queremos ver ni oír más historias tristes, que muchos ya prefieren no saber lo que pasa cada día con los secuestrados, que muchos están cansados del horror y la destrucción de la guerra, y dejan de ver las noticias de Israel y las redes sociales. Entiendo ese agotamiento, pero solo tenemos un Estado judío, que debemos cuidar, y apoyar más aún en estos tiempos tan difíciles.
AM ISRAEL JAI