WIZO-chile (1925-2025)
100 años haciendo lo que importa
Por Susy Baron
WIZO (Women’s International Zionist Organization), la Organización Internacional de Mujeres Sionistas, se fundó en 1920 en Inglaterra. Cinco años después, en 1925, se creó la Federación WIZO de Chile, siendo la primera en Latinoamérica.
Desde sus inicios, el objetivo fue brindar protección, educación y cuidado a bebés, niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores en Israel. Hoy, WIZO continúa su infatigable misión ayudando a 70.000 personas cada día, liderando iniciativas trasformadoras que promueven la resiliencia social y la igualdad de género.
Durante más de 100 años, WIZO Chile ha sido un socio activo y permanente, consolidando su compromiso con los fundamentos de la organización.
Asimismo, en Chile desarrollamos una valiosa labor a través de WIZO CEFI en apoyo a 14 establecimientos municipalizados que pertenecen a la red de Escuelas República de Israel que llevan el nombre de Israel, Golda Meir, Ben Gurion y Ana Frank, desde Arica hasta Traiguén, promoviendo además diferentes programas educativos, seminarios para profesores, colaborando en campañas solidarias y de emergencia entre otros.
Mis inicios en WIZO
En octubre del año 1963, nació el grupo Kalanioth por iniciativa de la señora Ilse Bab (z’l). Bajo el alero del Centro Henrietta Szold creado en 1937, este agrupaba a damas de habla alemana que llegaron a las costas chilenas huyendo del nazismo.
A mis veinte años me integré al nuevo grupo sin tener mucha conciencia de la importancia que tendría WIZO a lo largo de mi vida.
Ya son más de 60 años de ininterrumpida pertenencia a mi grupo, consolidando un círculo mágico de verdaderas amigas.
Si bien en el camino sufrimos la pérdida de entrañables compañeras, su recuerdo permanece imborrable en cada una de nosotras. Juntas hemos visto transcurrir el tiempo… trayendo alegrías y penas como la vida misma. Y, mientras las fuerzas nos sigan acompañando, seguiremos riendo y llorando, consolando y ayudando, haciendo los máximos esfuerzos por mantenernos activas y entusiastas, sin dejar de solidarizar con quienes más nos necesitan.
WIZO me abrió las puertas
En 1974 me ofrecieron participar en el Congreso Latinoamericano de WIZO en Brasil. Debo reconocer que, al ser elegida tan joven a este importante evento, las dirigentes del Centro Henrietta Szold fueron mujeres visionarias, un ejemplo que traté de seguir promoviendo el ingreso de nuevas generaciones a nuestras filas.
Al regresar a Santiago, Renée Cogan (z’l), recordada presidenta y maestra mía, me solicitó hacerme cargo del departamento de Socias. Todos los lunes a las 15 horas, el Directorio de WIZO se reunía en el segundo piso del Círculo Israelita en calle Serrano 202 esquina con Tarapacá.
En abril de 1976 tuve la oportunidad de viajar por primera vez a Israel. WIZO Mundial había instaurado el Primer Seminario Internacional Aviv para mujeres jóvenes, con la visión de atraerlas y asegurar el futuro de nuestra organización.
Pisar por primera vez suelo israelí fue una vivencia emocionante. Me maravillé con su historia, sus paisajes, su gente y en especial con la increíble obra de WIZO, la que pude apreciar en vivo y en directo.
Esto motivó que a mi regreso formara dos grupos de mujeres jóvenes: Athid y Carmel.
En 1985 repetí por segunda vez la experiencia junto a siete compañeras de mi grupo Kalanioth. Antes de partir nos entregaron dos sacos marineros llenos con ponchitos tejidos por la señora Cata Froimovich (z´l), los que repartimos a los niños de la guardería “WIZO Chile” en Tiberias.
En 1986, las oficinas de WIZO se trasladaron a la calle Manuel Montt 207 y nuestra nueva sede, entregada en comodato por el Círculo Israelita de Santiago, cumplió todas nuestras expectativas.
Renée Cogan (z’l) ocupó la presidencia por veinticuatro años junto a Perla Kleiman (z’l) como su eficiente tesorera. En el 21° Congreso WIZO del año 1988, Juanita Wechsler (z’l) fue electa vicepresidenta y a mí me nombraron vicepresidenta ejecutiva, un cargo que nunca había existido antes.
En 1996 Juanita asumió la presidencia y permaneció en el cargo durante nueve años, período en que pudimos comprar la propiedad de calle Las Tranqueras 370 esquina García Pica, en la comuna de Las Condes, gracias al legado recibido de la señora Lotte Haymann (z´l), a quien conocí personalmente. ¡Fue una alegría y un logro enorme para WIZO Chile! ¡Habían transcurrido ochenta años y al fin éramos dueñas de nuestra propia sede! Después de meses de refacciones, en octubre de 2004 nos mudamos y el 2 de diciembre fue la inauguración oficial.
El abril de 2005 se realizó el 23° Congreso de WIZO Chile y con la aprobación de las socias, asumí como presidenta por un período de tres años, los que fueron renovados por otros tres de acuerdo con los Estatutos. En total ejercí seis años (2005-2011) como presidenta, además de continuar con el cargo de vicepresidenta ejecutiva. Fue algo novedoso, nunca una presidenta había ejercido ambos cargos y en principio no estuve de acuerdo, pero después de varias reuniones en que trataron de convencerme, finalmente acepté el desafío.
La primera misión fue insuflar vida a nuestra sede y atraer a nuestras socias a las diferentes actividades. Comenzamos a organizar programas culturales, cursos, talleres y seminarios, exposiciones de pintura, campeonatos de Bridge, festividades judías y conmemoraciones como la Noche de los Cristales Rotos, el Día Internacional de la Mujer, cursos de Bat Mitzvah, reuniones de grupos y mucho más. Hubo días en que no quedaba una sala libre. Para todas estas actividades, culturales y sociales, tuvimos que contratar más personal y gracias a que pude contar con un magnífico equipo de mujeres comprometidas, hicimos de la sede WIZO nuestra segunda casa.
Durante mi presidencia, asistí en enero de cada año a la Asamblea de Representantes en Israel, donde di a conocer el informe de nuestra federación. Recuerdo que en dos oportunidades fui invitada por las presidentas Michal Modai (z’l) y Helena Glaser al Congreso de la Organización Sionista Mundial en Jerusalem. La primera vez fue en agosto de 1997 para la conmemoración de los “100 años del Primer Congreso Sionista”, un evento único y memorable.
Todas fueron experiencias invaluables que atesoro profundamente y que llenaron mi espíritu con una renovada energía, más aún cuando nuestra federación chilena era elogiada por haber cumplido sus metas, resultado del incansable compromiso y solidaridad de nuestras socias.
Un agradecimiento especial va también para nuestros valiosos donantes, quienes con su generoso apoyo hicieron posible la modernización de nuestros tres centros infantiles de WIZO Chile en Ramot Eshkol, Maalé Adumim y Kiriat Motzkin.
También fue un honor representar a WIZO Chile en los Congresos Latinoamericanos en México, Panamá y Uruguay. En 2007 fui invitada por Laura Albornoz, entonces directora del SERNAM (Servicio Nacional de la Mujer) a la “X Conferencia Regional de la Mujer” en Quito, Ecuador, un reconocimiento a nuestra federación.
El Anuario “Nosotras Somos” es el más fiel testimonio de lo logrado en esos años, donde no existían las redes sociales y las informaciones no eran inmediatas como hoy.
Al volver la vista atrás y aquilatar lo realizado, pienso que pude salir airosa de la prueba, que, si bien fue demandante, me dio muchísimas satisfacciones, involucró dedicación a tiempo completo, visión y criterio, aprendizajes y desafíos, comprensión y empatía, y más que todo, amor a WIZO y a su magnífica labor.
Cuando Renée y Juanita, presidentas que me antecedieron, me insistieron tanto en que aceptara el cargo, jamás pensé que sería una experiencia tan enriquecedora en mi vida. Fueron años de soñar en grande…