Actualidad, KEREN HAYESOD

Uniendo nuestros corazones con Israel

por Debbie S. Schwartstein

El 7 de octubre fue una fecha que nos dejó marcados y horrorizados, a mí y a todos los judíos del mundo. En Israel, comunidades enteras, que durante años habían florecido en un ambiente de solidaridad y esfuerzo colectivo, fueron destruidas por la violencia y el terror. En medio de la tragedia, mientras las familias enfrentaban pérdidas inconmensurables, surgió una luz de esperanza gracias a nuestro trabajo en Keren Hayesod y los proyectos enfocados en la reconstrucción y fortalecimiento de estas comunidades.

Después del 7 de octubre, en Israel han habido más de 70 mil víctimas del terrorismo y 11.760 solicitudes de incapacidad permanente por salud mental.

Uno de los programas más significativos impulsados en la región es Kehilot Beyajad. Este proyecto se centra en apoyar a las comunidades israelíes del sur, brindándoles recursos para su recuperación y desarrollo. Tras el ataque del 7 de octubre, Kehilot Beyajad ha jugado un papel clave en la resiliencia de estas comunidades, trabajando incansablemente para proporcionarles ayuda inmediata y a largo plazo.

El Impacto de Kehilot Beyajad

Kehilot Beyajad significa “Comunidades Unidas”, y su nombre refleja fielmente su propósito: unir a las personas en torno a un objetivo común de fortalecimiento y superación.

Con la destrucción de hogares, escuelas y centros comunitarios, en Keren Hayesod, a través de este programa, hemos activado una serie de medidas de emergencia. Estas incluyen la construcción de refugios temporales, la distribución de alimentos y suministros esenciales, y el establecimiento de redes de apoyo psicológico para las víctimas del trauma.

Nuestro compromiso en Keren Hayesod no se detiene en la ayuda humanitaria inmediata. El enfoque de Kehilot Beyajad también contempla el futuro: la reconstrucción de las comunidades, no sólo en términos materiales, sino también en el ámbito social. Esto incluye programas de reintegración para las familias desplazadas, talleres de capacitación profesional y la restauración de centros educativos y culturales que son el corazón de estas comunidades.

Testimonios de Resiliencia

En palabras de aquellos que han vivido de primera mano los horrores del 7 de octubre y que ahora comienzan a ver los frutos del apoyo de Keren Hayesod, la gratitud es inmensa. 

Hugo Wolaj hizo aliá desde Argentina cuando era un niño, junto con su madre y hermana. En 1992, a los 15 años, se incorporó Kibbutz Be’eri como parte de la comunidad judía Programa de Aliá Juvenil de la Agencia. Allá, conoció a Shani, quien se convirtió en su esposa y juntos tuvieron tres hijas: Tamar, Yael y Ella.

El 7 de octubre, Hugo y su familia pasaron 20 horas en el bunker de su casa. Ahora evacuado, dice: “Queremos regresar a Be’eri, cuando sea seguro para nosotros y nuestros niños. Tomará algún tiempo pero cuando volvamos será mejor que antes.”

Tamara Blinder hizo Aliá desde Argentina y llegó al Kibutz Mefalsim, donde creció junto a su familia. “Recientemente, nos mudamos a nuestra casa soñada, el lugar perfecto para criar a nuestros hijos, pero los eventos del 7 de octubre destruyeron ese sueño mientras nos encontramos atrapados en nuestro cuarto seguro por 24 horas, temiendo por nuestras vidas.” 

“Después de evacuar el kibutz, el Fondo para las Víctimas del Terrorismo nos brindó un apoyo crucial. No solo nos ofrecieron ayuda financiera y acceso a recursos básicos, sino también nos ayudaron con psicólogos y actividades para lograr distraernos un poco. Esta asistencia me está ayudando a comenzar el largo camino que tengo por delante y a encontrar una nueva sensación de seguridad.

Gracias a Keren Hayesod, su ayuda es esencial para que nosotros podamos comenzar el camino a la recuperación”, comenta Tamara Blinder.

El Camino hacia la Recuperación

A pesar de la tragedia, el sur de Israel no está solo. En Keren Hayesod, a través de Kehilot Beyajad, nos hemos comprometido a seguir caminando junto a las familias afectadas en su camino hacia la recuperación. La solidaridad de la golá (diáspora) es vital en este proceso. 

Las donaciones que se canalizan a través de Keren Hayesod, no solo brindan asistencia, sino que representan un mensaje claro de apoyo y hermandad.

En un momento en el que el dolor podría haber debilitado el espíritu de estas comunidades, el trabajo conjunto de Kehilot Beyajad y Keren Hayesod está restaurando no solo edificios, sino también la esperanza. En cada ladrillo que se coloca para reconstruir un hogar, en cada sonrisa que regresa a los rostros de los niños, se siente el impacto transformador de esta red de apoyo global.

Un Futuro Juntos

El futuro de las comunidades en el sur de Israel es incierto, pero lo que sí está claro es que, con el apoyo de iniciativas como Kehilot Beyajad, trabajamos en conjunto con las comunidades para su reconstrucción. 

Cada contribución, cada gesto de solidaridad, cuenta en este proceso de sanación colectiva.

Hoy más que nunca, el mensaje de unidad y resiliencia que promovemos en Keren Hayesod es una fuente de fortaleza para el pueblo de Israel, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, la luz de la esperanza nunca se apaga.