A un año de la masacre del 7 de octubre de 2023, Israel sigue recuperándose de uno de los episodios más traumáticos de su historia reciente. El ataque perpetrado por Hamás en esa fatídica mañana dejó una cicatriz profunda en la nación: más de 1.400 vidas se perdieron, entre ellas 36 menores de edad. Además, miles resultaron heridos y cientos fueron secuestrados, muchos de los cuales aún permanecen en cautiverio. La destrucción material fue devastadora, especialmente en las comunidades del sur, donde el conflicto dejó casi 2.000 edificaciones dañadas, forzando la evacuación de familias enteras.
Más allá del dolor físico y material, el impacto psicológico ha sido inmenso. Los testimonios de sobrevivientes, como Itzik, quien perdió a su tía en el Festival Nova, y Sarit, que vio cómo se destrozaba su comunidad, reflejan el trauma que miles de israelíes han tenido que enfrentar. “Cada día es una batalla para encontrar la fuerza y continuar”, compartió Itzik, quien ahora recibe tratamiento en Kfar Izun, un centro especializado en el manejo del estrés postraumático.
Proyectos de rehabilitación y apoyo psicológico
Ante este escenario, Keren Hayesod ha intensificado su labor de apoyo a las víctimas del terrorismo y la guerra, especialmente en el ámbito psicológico y emocional.
A través de una serie de proyectos, se está brindando asistencia a los más afectados por la guerra, desde soldados hasta civiles, con un enfoque en la rehabilitación integral y la reconstrucción de la resiliencia comunitaria.
Uno de los programas destacados es el de surf terapéutico, que utiliza el mar como herramienta para ayudar a jóvenes y adultos jóvenes a procesar sus emociones y superar el trauma. Este proyecto, llamado HaGal Sheli, ha sido crucial para más de 1.500 jóvenes que participan anualmente en sesiones terapéuticas que mitigan el desarrollo del trastorno de estrés postraumático.
Otro proyecto importante es Mifrasim, una organización que emplea la navegación terapéutica para ayudar a las víctimas del terror y el conflicto a superar su dolor a través de la confianza y el trabajo en equipo. Este programa ha ayudado a más de 7.000 personas a reencontrarse con su fuerza interior y empezar a sanar.
La ONG NATAL (por sus siglas en hebreo: víctimas de trauma en un contexto nacional) también ha jugado un papel crucial en este proceso. Ofrece apoyo psicológico a través de su línea de ayuda, que ha recibido más de 40.000 llamadas desde el inicio de la guerra, y su Unidad Clínica ha tratado semanalmente a más de 2.000 pacientes, incluyendo a víctimas directas del terrorismo, veteranos, y familias de secuestrados. La contribución de Keren Hayesod a NATAL permite que personas afectadas por el trauma reciban tratamiento especializado para trastornos de estrés postraumático, incluyendo apoyo para reintegrarse en la vida laboral.
Además, el Centro Médico Shamir ha implementado un tratamiento innovador para víctimas de trauma severo, utilizando oxígeno hiperbárico para reparar la función cerebral afectada por el estrés postraumático. Este protocolo pionero ha beneficiado a cientos de personas desde el inicio de la guerra.
Impacto en las comunidades del sur
El proyecto de rehabilitación del sur de Keren Hayesod se enfoca en 10 comunidades devastadas cercanas a la Franja de Gaza. Este ambicioso esfuerzo incluye el fortalecimiento del liderazgo local, la rehabilitación psicológica para todas las edades y el apoyo a programas como Masá, que proporciona voluntarios para ayudar en la reconstrucción.
En el área de salud mental, Keren Hayesod también apoya el Centro Eden, que proporciona terapia a mujeres y jóvenes que han sido testigos de la violencia del 7 de octubre. Estas mujeres, como R., quien perdió a varios amigos y fue testigo de la destrucción de su comunidad, reciben atención individual y grupal para ayudarlas a reconstruir sus vidas.
Un camino hacia la curación
A pesar de la tragedia, la determinación de Israel de seguir adelante es indomable.
Los proyectos financiados por Keren Hayesod han sido esenciales para proporcionar apoyo psicológico y físico a las víctimas, permitiéndoles dar sus primeros pasos hacia la recuperación. Cada historia de rehabilitación es un recordatorio de la fuerza y resiliencia de las comunidades israelíes.
Con tu apoyo, podemos seguir brindando asistencia a aquellos que más lo necesitan y continuar reconstruyendo las comunidades afectadas. Porque juntos, reconstruiremos un futuro más esperanzador para Israel.