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Rambam Health Care Campus y su impacto único en la medicina mundial.

Por Daphne Dionizis

“El conocimiento del Rambam debe estar al servicio de la humanidad. Queremos compartirlo con el mundo y también aprender de otras instituciones. Es una relación de ida y vuelta”, así lo asegura el Profesor Miki Halberthal, Director de Rambam Health Care Campus. 

Situado en Haifa, Rambam no solo es un pilar fundamental en la región, sino también es el mayor centro interdisciplinario de Israel y líder a nivel mundial en el desarrollo de tecnologías médicas e investigación, principalmente en el campo de las células madre, genética de poblaciones humanas e imágenes híbridas. 

En esta exclusiva entrevista, conversamos con el Profesor Halberthal sobre su reciente visita a Chile, avances médicos y cómo el hospital Rambam ha asumido un rol fundamental en el cuidado de pacientes y jaialim heridos tras la tragedia del 7/10. 

Desde 2019 que asumió como Director de Rambam ¿Cuáles son las principales estrategias que ha implementado para mantener al Hospital Rambam como el centro hospitalario más importante del norte de Israel?

He continuado realizando el increíble trabajo que nuestro equipo lleva a cabo en el área clínica y haciendo crecer el Hospital. En esa línea, estamos ampliando el Campus Oeste. Además, estamos brindando mucho apoyo a la investigación e innovación.

La construcción de la Helmsley Health Discovery Tower, una torre de 20 pisos, con institutos de investigación médica más avanzados del mundo, tiene programado abrir sus puertas en el segundo semestre de 2025.

Además, hemos establecido con más fuerza colaboración con centros de salud de todo el mundo, donde destaca nuestra reciente conexión con América Latina: una región con la que no teníamos relaciones anteriormente. Ya contamos con una relación de colaboración con Brasil y México y estamos iniciando ese proceso con Chile. A su vez, seguiremos ampliando este tipo de iniciativas. 

¿Cuáles son algunos de los proyectos de investigación más emocionantes que se están llevando a cabo actualmente en el Hospital Rambam, y cuáles son sus posibles impactos en la medicina? 

Rambam se destaca por la investigación e innovación en diversas áreas. Aquí mencionaré algunas de ellas.

En primer lugar, una importante especialidad de Rambam tiene relación con las células madre. Cuando se inició el desarrollo de las células madre en Wisconsin (Estados Unidos), un médico del Rambam, el profesor Joseph Iskovitz-Eldor, formó parte del equipo de investigación que trabajó con células madre embrionarias. Actualmente, nos enfocamos en las células madre pluripotentes. En ese sentido, hay numerosas investigaciones en colaboración con otros países del mundo. Las células madre son de vital importancia y estoy seguro de que en el futuro tendrán un gran impacto en la atención sanitaria.

En segundo lugar, tenemos una unidad de cardiología, donde tenemos múltiples proyectos, dispositivos innovadores y diversas investigaciones, que están abriendo nuevas puertas en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, su hospitalización y rehabilitación. La cardiología ha evolucionado desde el tratamiento de enfermedades cardíacas isquémicas, como ataques cardíacos y el bloqueo de arterias, para los cuales ya existen soluciones sorprendentes. Sin embargo, a medida que los seres humanos vivimos más tiempo, surgen nuevos problemas relacionados con la insuficiencia cardíaca.

En tercer lugar, Rambam es líder en el campo de la oncología con numerosas investigaciones sobre soluciones oncológicas, terapias, farmacología y estudios apoyados por la industria. Estamos trabajando en el diagnóstico temprano de problemas de salud como la fibromialgia y el cáncer de ovario, en circunstancias que en la mayoría de los diagnósticos de ese cáncer se realizan cuando ya es demasiado tarde. En cambio, la detección temprana de esta patología podría tener un impacto significativo en la sobrevida de las pacientes. Además, estamos prestando especial atención a las mutaciones genéticas y a los portadores de genes como el gen BRCA. 

En su staff cuenta dos primeros Premios Nobel de Ciencias de Israel: los Profesores Aaron Ciechanover y Avram Hershko. ¿De qué manera este prestigio influye para atraer talento científico y recursos adicionales para la investigación?

El profesor Ciechanover y el profesor Hershko forman parte del Instituto Technion y del Rambam. El profesor Ciechanover está profundamente involucrado con el desarrollo futuro del Instituto de Investigación de Rambam. Ellos son un faro en la investigación y ejercen una gran influencia en los jóvenes, motivándolos a investigar.

Creemos que involucrarse en investigación e innovación no solo es beneficioso, sino que, si no somos parte en esos procesos, no seríamos relevantes.

Rambam cuenta con un centro de investigación de cannabis medicinal, único en su tipo en el mundo. ¿Qué avances significativos se han logrado hasta ahora en esta área? ¿Cómo se espera que estos avances impacten en la medicina y en el tratamiento de enfermedades?

Es evidente que ha existido mucho revuelo en torno al cannabis durante los últimos 10-15 años, y el cannabis se ha presentado como una solución para todo. Lo que estamos intentando, es buscar la solución para esa suerte de paradigma: el cannabis tiene un lugar muy importante en el tratamiento de pacientes crónicos, con efectos muy buenos, pero también efectos negativos. 

De forma que el Dr. Igal Louria-Hayon, coordinador del Centro de Investigación e Innovación en Cannabis Medicinal de Rambam, y su equipo de investigación, están tratando de purificar la forma activa del cannabis, para que, así, sea un aporte en el tratamiento de enfermedades, pero con un efecto menos adictivo.

¿Cuáles son algunas de las características únicas del Hospital Subterráneo Sammy Ofer?

El Hospital de Emergencia Subterráneo Fortificado Sammy Ofer es una instalación increíble que nos permite trabajar en todo tipo de escenarios. Es un centro de tratamiento estratégico de Israel y el más grande de su tipo en el mundo. Se construyó a raíz de los eventos de 2006, durante la Segunda Guerra del Líbano, cuando por primera vez Israel fue atacado por el grupo Hezbolá. Entonces, cayeron cerca de 70 cohetes a nuestro alrededor, que hicieron temblar el hospital. Ninguno de nosotros estaba seguro: ni el personal, ni los pacientes. El director del hospital de ese momento, dado su compromiso con los pacientes, decidió que esto no podía volver a suceder, que debíamos proporcionar una solución médica para los ciudadanos, en cualquier escenario. Así se gestó la idea de construir el hospital subterráneo.

El hospital tiene 1.100 camas, pero en caso de emergencia puede aumentar su capacidad para atender a 2.200 pacientes en el área fortificada.

Si algo ocurre en el Norte, podemos recibir a los pacientes de los hospitales de la región que no están fortificados. Es decir, podemos continuar nuestra actividad habitual, y además, ofrecer una solución regional, sin comprometer la calidad de la atención médica. 

También podemos atender a pacientes crónicos, en diálisis y personas vulnerables, como ancianos, bebés neonatos y prematuros, que necesitan estar en un lugar seguro. 

Actualmente se está atendiendo en Sammy Ofer a una gran cantidad de heridos producto de la guerra. ¿Qué tipo de apoyo emocional se les brinda a los pacientes, familiares y equipo médico?

No hay duda de que los problemas emocionales son un tema muy importante. Desde el comienzo de la guerra Espadas de Hierro, han existido alrededor de 300 víctimas en el norte. Es evidente que el impacto emocional es inmenso y nuestra solución comienza en la sala de emergencias. Contamos con psicólogos, trabajadores sociales y psiquiatras ya presentes en la sala de emergencias, porque creemos que así es como debemos abordar el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático). Si lo tratamos de forma temprana, el efecto a largo plazo es mucho menor. Por eso, intentamos tratarlo desde el principio y, obviamente, durante todo el tiempo que los pacientes y sus familias se enfrenten a ese trauma. Estamos en proceso de establecer una clínica especializada fuera del campus para tratar el TEPT, proporcionando una solución a largo plazo para los soldados y civiles que sufren este trastorno. 

Al mismo tiempo, es crucial recordar al personal, que está pasando un estrés extremo. Han comenzado bajo una gran presión personal, especialmente, aquellos cuyos hijos fueron asesinados o heridos durante los eventos del 7 de octubre, lo que ha afectado profundamente el ambiente en el Rambam.  Por lo tanto, nuestra intervención también se dirige al bienestar del personal. Consideramos a los pacientes, sus familias y el personal como una unidad que requiere atención y soluciones adecuadas.

¿Cómo maneja el hospital la necesidad de atención especializada durante tiempos de conflicto, especialmente en áreas como cirugía de trauma y cuidados intensivos?

El Rambam es un centro de atención terciaria. Contamos con 6.200 empleados, 1.400 médicos y más de 2.000 enfermeros y enfermeras, además de otros colaboradores y personal administrativo. Esta diversidad de recursos nos ayuda a enfrentar los desafíos. 

Ahora, debido a que muchos de los empleados de Rambam fueron reclutados por el ejército debido a la guerra, la carga sobre el personal, que ha permanecido trabajando en el hospital, ha aumentado. Sin embargo, todos están dando lo mejor de sí mismos para tratar a los pacientes. Además, estamos explorando otras soluciones, como la incorporación de personal de otros hospitales privados.

También recibimos voluntarios de todo el mundo, incluyendo América Latina, quienes obtienen la licencia para trabajar en Israel en diversas áreas. 

Atendimos a soldados heridos del norte en conjunto con personal que llegó de San Pablo (Brasil) y Nueva Jersey (Estados Unidos). 

El impacto de los voluntarios en el ámbito social ha sido notable. Es emocionante ver a estas personas que llegaron al Rambam para colaborar con nosotros. La mayoría tiene amplia experiencia y son un ejemplo para la próxima generación.

En resumen, a pesar de los desafíos que enfrentamos, podemos seguir trabajando de manera regular y ofrecer soluciones a todos los problemas.

¿Qué ha sido lo más desafiante tanto en su labor como en la del equipo médico tras la masacre del 7/10?

No hay duda de que las personas, la familia Rambam, saben que esto es extremadamente desafiante. El ambiente en Israel es muy complejo a partir de lo que ocurrió el 7 de octubre. Es muy difícil asimilar y entender. Muchas personas se vieron afectadas por eso.

El ambiente laboral en el Rambam es muy diverso. Hay pacientes y empleados que provienen de los más diversos grupos de la sociedad israelí: árabes, judíos, católicos y drusos, entre otros. Y mantener al equipo trabajando junto, en coexistencia, es muy importante. Es muy desafiante, pero, aun así, el personal es increíble. Y el apoyo que debemos darle es muy importante. Esta es una inversión fundamental y necesitamos hacer mucho trabajo al respecto.

¿De qué manera la población israelí ofreció ayuda al equipo médico del Hospital? 

La ayuda fue en muchas áreas. Primero, el lado filantrópico; teníamos muchas brechas en la infraestructura, y los israelíes que viven en Israel o en otros lugares del planeta, además de nuestros amigos de todo el mundo, nos ayudaron con donaciones de dinero para el hospital, para así, reducir esas brechas, lo que fue muy importante. Contar con la ayuda de donantes es siempre fundamental.

Luego, muchas empresas y personas vinieron a apoyar al personal, desde personas que vinieron a traer comida, hasta artistas y músicos que vinieron a apoyar a los pacientes y al personal. Recibimos todo tipo de cosas que un paciente en esas condiciones necesita. ¡Hay tantas áreas en las que Israel ha ayudado y contribuido. Hay muchas, muchas historias al respecto!

¿De qué manera contribuye el Hospital Rambam al bienestar de la comunidad local más allá de la atención médica?

Necesitamos comprender el escenario al que podríamos enfrentarnos si estalla una guerra desde el norte. Podríamos enfrentar una guerra de 60 días con misiles cayendo a nuestro alrededor cada cuatro minutos, misiles extremadamente poderosos y precisos. Estamos ubicados en un barrio antiguo de Haifa, donde la mayoría de los edificios circundantes carecen de refugio o solución ante tal amenaza.

Aunque no es nuestra responsabilidad directa, al contar con esta instalación hospitalaria, sabemos que los ciudadanos que viven cerca vendrán a nosotros en busca de ayuda y refugio, al menos, inicialmente. Por eso, hemos decidido asignar un área en el hospital para ellos hasta que el municipio de Haifa pueda encontrar una solución más permanente. Esto forma parte de nuestra obligación hacia todos los israelíes no solo hacia nuestros pacientes y personal. 

Rambam es una referencia y responsable del mayor número de cuidados y tratamientos para víctimas de trauma en Israel. Chile ha enviado al menos en dos ocasiones equipos médicos para entrenarse en este centro hospitalario. ¿Cómo se ha desarrollado esta relación en términos de intercambio de conocimientos y experiencias?

Rambam es el centro de traumatología más grande de Israel. Y esto no se refiere al trauma de guerra, sino al trauma cotidiano. Debido a esto, y a la experiencia que desarrollamos durante las guerras y los ataques terroristas, hace cerca de 30 años abrimos el centro de enseñanza para situaciones de trauma, emergencia y víctimas en masa. 

La filosofía del Hospital es que el conocimiento que adquirimos no nos pertenece solo a nosotros, sino a toda la humanidad. 

Compartimos el conocimiento que obtenemos. Por eso, abrimos este centro. Hemos viajado por el mundo para enseñar sobre nuestra experiencia, compartir conocimientos, intercambiar información y generar nuevas iniciativas con otros.

Personas de Chile y de otros lugares del mundo acuden al Rambam durante casi dos semanas para capacitarse. En cualquier lugar que existan desastres naturales, estos profesionales capacitados son fundamentales para ayudar a su propio sistema de salud. Por ejemplo, en Chile, durante el terremoto y en el gran incendio, muchos profesionales fueron capacitados por nosotros. También hemos dado cursos en Chile y otros países de América Latina y estamos dispuestos a volver y ofrecer más cursos.

En relación a su visita a Chile y América Latina, ¿cuáles fueron los principales objetivos de este viaje y cómo percibió la receptividad y el interés de la comunidad médica hacia las propuestas de colaboración y alianzas?

Tenemos colaboración global y organizaciones amigas del Rambam en todo el mundo. Hasta hace año y medio, no habíamos estado en América Latina: una falla que reconocemos y de la cual aprendimos.

Nuestros objetivos incluyen, en primer lugar, la búsqueda de apoyo filantrópico, pero también la colaboración en investigación e innovación y la colaboración en educación, compartiendo el conocimiento que hemos recopilado. Creemos que no es solo dar o tomar, sino que es dar y tomar. 

La experiencia en América Latina mostró la increíble estructura y colaboración de las comunidades judías en países como Chile, Brasil y México, que tienen comunidades con una conexión notable con Israel. Para mí este ha sido el principal impacto al conocer algunos países de Latinoamérica. Al mismo tiempo, conocimos instalaciones médicas, como el Hospital Einstein en San Pablo y el Centro Médico ABC en México, entre otros centros médicos en la región, cuya calidad de atención médica y de investigación e innovación es impresionante, lo que nos ha motivado para que trabajemos en conjunto, porque en el 2024 nuestro objetivo es que trabajemos de la mano con todas las naciones del mundo. Todos compartimos el compromiso de proporcionar atención médica y salud a los ciudadanos, siendo este el vínculo que nos une para hacer el bien.

¿Cuál es la visión a largo plazo en términos de investigación biomédica y cómo planea mantener su posición como Hospital líder en este campo tanto en Israel como a nivel mundial?

El Rambam tiene un instituto de investigación propio, dedicado a la medicina traslacional. La medicina traslacional es la práctica que lleva a transferir conocimientos científicos “del laboratorio a la cama del paciente“, es decir, facilita la transición de la investigación en aplicaciones clínicas que redundan en beneficios para la salud.

En Rambam invertimos para abordar las necesidades no satisfechas de los pacientes, llevarlas al laboratorio y volver al paciente con posibles soluciones. Para mantener nuestra posición como líderes, de acuerdo a nuestros antecedentes, cada año el personal de Rambam realiza alrededor de 500 nuevos proyectos de investigación. Además, estamos construyendo la Helmsley Health Discovery Tower, un edificio de 20 pisos, que será destinado exclusivamente a la investigación e innovación.

¿Cómo ve el futuro del Hospital Rambam en términos de su contribución a la salud y el bienestar de las comunidades locales y globales?

Estamos finalizando el nuevo plan maestro para el Rambam, proyectando cómo proporcionaremos atención médica después del año 2065. El Rambam será cinco veces más grande, con dos veces y media más camas, y nos enfocaremos en todo tipo de innovaciones e investigación. Tenemos un impacto local y, al mismo tiempo, un impacto internacional. 

Además, el Rambam, un hospital gubernamental, trabaja en colaboración con el Instituto Technion, el Instituto de Tecnología de Israel, reconocido como uno de los mejores centros de estudios universitarios del mundo en investigación, ciencia y tecnología. Este tipo de colaboración es única, no hay muchos centros médicos en el mundo afiliados a universidades de ingeniería, lo que también impacta en el tipo de innovación que se realiza en Rambam.