Actualidad, BEIT ISRAEL

Reyna Israel Miles 102 años

Mujeres que dejan Huellas

 

Reyna Israel Miles una brillante profesional, visitadora social, que ocupó el cargo de Directora General de las Escuelas de Servicio Social de la Universidad de Chile, generosa con sus conocimientos y en toda buena disposición para ayudar. 

Su calidad profesional y académica, conjugada con la capacidad de gestión, la llevó a ser parte del equipo que logró conseguir la creación del Instituto Superior de Servicio Social, para Estudios de Posgrado, de Especialización y de Investigación. 

Participó en Congresos internacionales y fue invitada como representante a distintos países, Israel, Estados Unidos, Holanda, Italia y realizó también estudios de perfeccionamiento en Puerto Rico.   Participó con destacados académicos en el programa   Universidad de Chile con la Universidad de California. 

Reyna nació en la ciudad de Los Angeles en 1922 del matrimonio de Santos Israel Ventura con Raquel Miles Gabay.  Santos llegó desde la ciudad de Esmirna, Turquía primero a Argentina en 1920, de ahí decidió   hacer un viaje a Chile donde tenía algunos amigos de Esmirna en Rancagua.  Su espíritu aventurero   lo llevó a conocer Los Angeles, donde se instaló con un almacén de abarrotes   Don Santito, muy popular en la ciudad.    Raquel ayudaba en el almacén en una sección de géneros que tenía. 

El matrimonio tuvo 5 hijos Reyna, Elías, Jacob, Marcos y Moises que falleció cuando era bebe.  

Reyna terminó sus estudios secundarios en el Liceo de Los Ángeles.  Fue a la ciudad de Concepción a dar su Bachillerato, nombre que en ese entonces se llamaba a la prueba para ingresar a la Universidad, obteniendo un alto puntaje.   Estudió la carrera de Servicio Social en esa ciudad, obteniendo muy buenas calificaciones en los años de estudio y en el examen de título, que se daba ante una comisión que venía de Santiago.  Su memoria de título   el desarrollo en el tema   Principales factores que condicionan el aprovechamiento escolar, Educación secundaria. 

Le ofrecieron trabajar en la Escuela como docente y aunque eso significaba alejarse de la casa fue aceptado por sus padres.   En tiempos en que pocas mujeres desarrollaban trabajos profesionales.  

Mientras estudiaba con su belleza conoció a un joven universitario que seguía Ingeniería Química, Jose de Mayo Levy, cuya familia era de la ciudad de Temuco, donde estaba la colonia judía más numerosa del sur de Chile, mayoritariamente proveniente de Monastir, tenían una sinagoga y sede social.

Se casaron en el año 1946, en esa bonita Sinagoga, asistiendo gran parte de la colonia a la ceremonia, pues la familia de mayo era muy conocida. Simón y Daniel de Mayo, hermanos de Jose, operaban la Radio la Frontera de Temuco, Isaac de Mayo publicaba el semanario Alma Hebrea.  

Se radicaron por un tiempo en Concepción.  En 1948 se trasladaron a Santiago, a Jose le ofrecieron un cargo en el Ministerio de Economía y Reyna tuvo su traslado a la Escuela de Servicio Social de Santiago. 

Tuvieron cuatro hijos Alberto, Fernando, Jaime y Ximena, profesionales que se desempeñan en el área de ingeniería química, eléctrica, informática respectivamente. Ximena se desempeñó como geógrafa en el Ministerio de Bienes Nacionales.  Una gran mama con afecto cariño y amor por sus hijos, y dar   consejos, con su conocimiento y serenidad.  

Manteniendo sus valores judaicos y su   herencia sefaradí se destacó por su entusiasmo y gracia en sus bailes en la Comunidad Sefaradí, al son de la hermosa canción El Rey Nimrod. En gastronomía junto a otras destacadas mujeres del Comité de Damas publicaron el libro La Cocina Sefaradí con recetas de diversas comidas.  

Participó   activamente en el grupo Atid de Wizo y en el grupo de mujeres de la Logia Plus Ultra en la Masonería chilena y otras instituciones.

Muy activa hasta después de sus dorados noventa años, trabajando en clasificar y organizar carpetas y documentos en la oficina de uno de sus hijos y completando su proyecto biográfico junto con la agencia Escriviendo.  Se publicó el libro Mi vida de Reyna  con su autobiografía, Su descendencia así dispone   de   una recopilación de fotografías y documentos, anécdotas y vinculación con la historia de la familia, un firme eslabón entre las generaciones.  

También se tienen películas de 8 mm tomadas por su esposo Jose aficionado a la fotografía, un registro invaluable de esa época. Eran amantes de los viajes, recorriendo diferentes países de Latinoamérica, Asia, Europa y por supuesto Israel.  

A sus 100 años, se realizó un hermoso cumpleaños   familiar por plataforma digital, por las restricciones de pandemia, con la participación de un gran número de sus   familiares, hijos, nietos, bisnietos, sobrinos.   Se publicó un artículo Hasta los 120 con beraja y salud en Jadashot 881 de la comunidad sefaradí un homenaje como matriarca comunitaria    y   en ladino en la revista El Amaneser de Estambul, número 209.

Recientemente en el Hogar Beit Israel donde actualmente reside, se hizo un emotivo   homenaje   en el día Internacional de la Mujer, con la asistencia de residentes y personal del hogar, se realizó la entrega de un diploma a sus hijos.   Mujeres que dejan huella.   Ciertamente Reyna una mujer excepcional y gran mamá.