Que alegría haber podido recibir y disfrutar del cine israelí gracias al apoyo del departamento del Irgun de la Organización Sionista Mundial durante parte de la última semana de noviembre y principios de diciembre, y en compañía de nuestra comunidad que ha mostrado gran fortaleza y unidad en estos tiempos de particular adversidad que ha intensificado todos nuestros desafíos, llevándonos a fortalecer nuestras medidas de seguridad, y a redoblar nuestros esfuerzos por educar al público sobre la realidad del conflicto, mientras continuamos promoviendo los valores del sionismo y la paz.
SERET, es el festival de cine israelí más grande del mundo, ya con 13 participaciones; y nos acompañaron con una 8va versión en Chile, con las mejores y más recientes películas de la cinematografía de Israel, entre ellas documentales, comedias y dramas.
“Este año ha sido el más difícil en la historia de SERET, marcado por los recientes acontecimientos en Israel, lo que ha generado un entorno desafiante para un festival de cine israelí”.
El cine es cultura, conexión, aprendizaje y entretenimiento. Un espacio para compartir, donde se reflejan diversas realidades y sueños compartidos.
Así como dentro de los objetivos principales del festival están el promover el diálogo y la reflexión, el intercambio cultural y conectar diferentes comunidades a través del arte cinematográfico, nuestro combate contra el antisemitismo se enmarca asimismo dentro de la misión de quienes representamos a la Organización Sionista Mundial. Necesario mencionar en esta instancia las dificultades que hemos enfrentado los judíos durante el último tiempo, y el creciente antisemitismo al que nos hemos visto expuestos en la Diáspora. Lamentablemente en Chile el antisemitismo y anti israelismo están aún más evidenciados; no somos excepción.
¿Cómo podemos combatir esta realidad? La respuesta es obviamente multifactorial, pero destacamos dos vertientes de los valores que, como Consejo Sionista de Chile, queremos y debemos transmitir: la educación y la cultura.
Por una parte, es necesario educar respecto del judaísmo y desmitificar algunas creencias que aún persisten entre tantos respecto de los judíos. Muchos nunca han interactuado con una persona judía, o no saben que lo han hecho; y nos “conocen” solo por referencias de terceros, mala prensa, y personas que se hacen conocidas en redes por tener muchos seguidores; por lo que les cuesta entender y empatizar con nuestra historia.
Una de las formas más sencillas de educar, es compartiendo nuestra cultura judía y, en particular, la cultura israelí. Así podemos partir por detalles tan sencillos, pero tan decidores como nuestras tradiciones ejemplificadas en las películas que este año pudimos traer junto a SERET, con su propuesta al presentar proyecciones como El casamentero y 7 Bendiciones. Es así como el Festival contribuye a ser un gran aliado en la tarea de dar a conocer al Israel actual y real.
Cuan valiosa es la existencia del Festival de SERET, el hecho que venga a Chile a pesar de que esta vez el escenario ha sido más adverso de lo que organizadores y patrocinadores esperábamos, pero el que esta actividad se llevara a cabo de todas maneras, es fiel muestra de nuestra perseverancia como comunidad.
Ojalá el próximo año podamos recibir y celebrar este festival como corresponde, tal como fue inspirado: para todo el público local, en salas de cine con toda la difusión que un evento como este merece.
Mientras tanto, las instituciones judías debemos continuar con nuestra labor de educar sobre sionismo; para nosotros mismos y a quienes nos rodean, con foco en concientizar y fortalecer a nuestros valores e identidad. Al enfocarnos en la educación, la creatividad, la unidad y la innovación, podemos no solo resistir el antisemitismo, sino también florecer en medio de él para abordar un futuro donde el sionismo no solo se defienda, sino que prospere, y donde el antisemitismo no tenga lugar.