Así lo asegura Ariela Judkovski, madre y líder innata, amante de la lectura, el tenis, y sobre todo, por estudiar y aprender. Hace tan solo un par de meses cruzó la cordillera desde Argentina para cumplir uno de sus grandes sueños: dirigir un colegio fuera de su país. Licenciada en psicología de la Universidad de Buenos Aires, paralelamente estudió en el profesorado para ser profesora de estudios judaicos. Trabajó desde muy joven como morá, para luego encaminarse hacia cargos de Coordinación y de Dirección en prestigiosos colegios de la red escolar judía de Buenos Aires: el colegio Tarbut del cual también es ex alumna, el Colegio Beth y por último el Colegio Wolfsohn. “En un principio creía que quería tener mi propio consultorio para atender como psicóloga y fui tomando conciencia de que me gustaba el trabajo institucional, trabajando en equipo y no en el espacio solitario del consultorio. Estudié mucho psicoanálisis finalizando un posgrado y luego fui profundizando en otras áreas como la gestión, la dirección institucional y el liderazgo. Es así como ingresé en la Maestría en Administración de la Educación en la Universidad Di Tella”, nos cuenta Ariela. En el marco del mes de la mujer, quisimos conocer a Ariela, quien nos cuenta sobre su gran trayectoria liderando colegios judíos y sus objetivos para su nuevo desafío como Rectora del Instituto Hebreo. |
Ariela ¿Qué crees que te destaca como profesional?
Creo que me destaca la capacidad de armar equipos de trabajo colaborativos. Provocar conversaciones reflexivas y de gestión.
Creo que el nivel de conversaciones que se genera en una organización mide su nivel de profundidad, de capacidad reflexiva y de trabajo hacia la mejora constante.
“Escucha sobre qué se conversa y entenderás qué pasa en una organización”. Promover conversaciones pedagógicas interesantes es un objetivo prioritario en la gestión institucional
A su vez, y fundamentando con mayor profundidad el trabajo con otros, no tengo dudas que las personas somos más inteligentes trabajando y pensando con otros.
Las prácticas colectivas promueven el desarrollo de la inteligencia individual.
Entendí con los años que la inteligencia no es solo propia, sino que se desarrolla en la práctica con otros.
Considero, también, que tengo buena escucha, capacidad de liderazgo y de resolución de situaciones complejas. Y al dedicarme a la educación, disfruto de los logros de los estudiantes y de movilizarlos para que emprendan sus propios proyectos y que sean protagonistas de sus trayectorias.
¿Cómo ha sido tu experiencia estos meses en Chile?
Tan solo tres meses que parecieron años.
Asumí la Dirección del Colegio con el inicio de la guerra en Israel. Desde mi llegada la experiencia ha sido intensa. Tuvimos que tomar decisiones delicadas y sensibles para nuestro Colegio, para los estudiantes y para sus familias que impactaron, a su vez, en la comunidad toda.
Poco a poco fui conociendo a los diferentes actores tanto del Colegio como comunitarios. Fueron tres meses de escuchar, comprender, aprender e iniciar conversaciones de intercambio y de construcción. Un periodo muy interesante. Aún el tiempo no ha sido suficiente para conocer a todos, especialmente a los alumnos, pues con ellos quisiera entablar un vínculo directo, de respeto y de confianza.
¿Cuáles son tus principales objetivos en tu nuevo cargo?
Los objetivos se asemejan a los desafíos que nos propusimos para el Colegio. Pero si ahondamos, específicamente en mi cargo…
…espero poder liderar el colegio sosteniendo su calidad académica y fortaleciendo el proyecto educativo para que la comunidad siga estando tan orgullosa como lo está hoy del Colegio que supo construir.
Gracias a la gestión realizada anteriormente, el Colegio se encuentra posicionado en un lugar privilegiado dentro de la Comunidad educativa de Chile. Este logro tenemos que sostenerlo y seguir trabajando hacia la mejora constante en todas las dimensiones institucionales: pedagógica, operativa, infraestructura, finanzas, comunicación, tecnología y desarrollo.
A su vez, profundizar en la trayectoria escolar de los alumnos en relación a la construcción de su identidad judía. Diseñar dicha trayectoria desde el nivel inicial hasta el final de la Educación Media, definiendo los hitos judaicos fundamentales en cada etapa y que cada alumno y alumna sienta orgullo de su judaísmo valorando su historia, sus tradiciones y fortaleciendo su vínculo con Medinat Israel.
Tienes una gran trayectoria como Rectora de diferentes colegios judíos argentinos. ¿Qué es lo que más te apasiona de la educación?
En Buenos Aires este cargo homologado al de Rectora se denomina Directora Ejecutiva. Son cargos de dirección y de liderazgo que abarcan el área pedagógica y las áreas de soporte o de apoyo de una organización. Así también existe una dimensión política hacia el afuera de la institución, que implica generar vínculos con otras organizaciones educativas y con la colectividad en su totalidad.
Apostar al trabajo colaborativo para que nuestros niños, niñas y jóvenes transiten trayectorias enriquecidas, que los ayude a crecer. Que experimenten un colegio que les agregue valor a sus vidas y que las vivencias les sean significativas. Crear las oportunidades en las que sientan que vale la pena asistir todos los días al colegio y que con cada experiencia van a ser mejores personas y estarán más preparados para el mundo actual y venidero. Agregaría el concepto de “Tikun Olam” que tanto nos identifica en el Instituto Hebreo. Transformar el mundo, mejorarlo y crear realidades positivas.
¿Cuáles crees que son los nuevos desafíos que deberá asumir el IH este año?
Junto con el Vaad, y los Equipos de conducción tanto pedagógicos como de las áreas de apoyo y de soporte, nos hemos propuesto varias metas de logro en las que trabajaremos con intensidad. Cada meta encamina un desafío que, sin dudas, los abordaremos de manera conjunta, no solo con la conducción, sino también con los profesores, los alumnos y las familias. Metas en relación a la apertura al mundo, al bilingüismo en inglés, a la construcción de la identidad judía de cada uno de nuestros estudiantes y de sus familias. Metas en relación al acompañamiento personalizado, a las prácticas inclusivas y respecto al uso de nuevas tecnologías. Hoy se habla de nuevas alfabetizaciones básicas que ya no son las tradicionales: leer, escribir y manejar los números. Estas se dan como obvias en un escenario de educación de calidad.
Hoy se plantean los desafíos de saber trabajar con otros, saber aprender para toda la vida y saber comunicar. Hacia esas metas iremos trabajando todos.
A su vez, metas en la dimensión institucional, el cuidado de la economía del Colegio, en las estrategias de comunicación internas y externas, en la captación de alumnos y en el desarrollo de alianzas y acuerdos dentro de la comunidad y por fuera. Encaminarnos hacia una mayor apertura del colegio será uno de los desafíos fundamentales.
¿Cómo defines una educación de calidad y cómo piensas que puede lograrse en el contexto del Instituto Hebreo?
Una educación de calidad es aquella que promueve el desarrollo de las habilidades necesarias para el mundo que nos está tocando vivir. Un mundo que requiere de habilidades de trabajo colaborativo, de comunicación, creatividad, pensamiento crítico y capacidad de aprender en contextos diferentes. Sabemos hoy que el 65% de los alumnos que están hoy en la básica trabajarán en cosas que aún no existen. Esto implica un desafío enorme para todos los que nos dedicamos a la educación.
Hoy existen varias fuentes de búsqueda de conocimiento. Por lo tanto, los educadores ya no formamos más solamente en la transmisión de contenidos, sino que debemos educar creando experiencias que promuevan oportunidades para el desarrollo de las capacidades fundamentales, incluyendo las emocionales, necesarias para que cada uno de nuestros jóvenes pueda encaminarse hacia sus pasiones, sueños y metas de logro.
Todo esto se logra trabajando colaborativamente a través de prácticas de trabajo compartidas en las que las áreas se integran y se trabaja de manera interdisciplinaria.
¿Cuál es tu visión para preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI?
Los colegios tenemos que definir nuestra ruta principal, es decir, hacia dónde encaminamos nuestros esfuerzos de formación educativa con la claridad de qué perfil de estudiantes queremos formar.
Tenemos que definir una misión sustentada en el desarrollo de habilidades cognitivas, de pensamiento y blandas, habilidades emocionales. Todas ellas que les permitan a nuestros estudiantes moverse en este mundo de cambio vertiginoso en el cual la información está al alcance.
Los buenos colegios debemos contar hoy con los programas locales y articularlos con programas internacionales, bilingües y de apertura al mundo.
Ofrecerles las oportunidades necesarias para que se transformen en ciudadanos del mundo capaces de insertarse en sociedades y culturas diversas pudiendo impactar en ellas y transformar realidades.
Un sueño hecho realidad
Ariela es madre de dos hijos que viven en Buenos Aires. Matías de 27 años, economista y Tomás, de 24 años, que está finalizando su carrera como odontólogo. “A los dos les gusta mucho aquello que eligieron estudiar. Son dos seres hermosos y han sido mi gran apoyo para tomar la decisión de cruzar la cordillera y venir a dirigir el Instituto Hebreo en Santiago. Somos muy unidos los tres”, asegura
¿Cuál es tu estrategia para involucrar activamente a los padres en la educación de sus hijos?
Sostengo que las familias tienen que tener un rol activo y participativo dentro de la institución. Son los socios fundamentales en la travesía educativa.
Involucrarse en el proceso de formación, desarrollo y crecimiento de sus hijos es necesario para lograr los objetivos educativos que nos proponemos. Las familias eligen el proyecto educativo de nuestra institución para su formación y somos responsables de que aquello que prometemos ofrecer en nuestras declaraciones, se cumpla. El camino hacia el puerto de llegada es en conjunto.
Una de las metas a lograr es posicionarnos como un equipo de conducción abierto a la escucha y a la participación, ya que entendemos que trabajar juntos enriquece, genera mayor sentimiento de pertenencia, apoyo y fortalece el proyecto institucional.
Por lo tanto, y en línea con estas ideas de apertura, en los últimos meses iniciamos la conformación de algunos grupos de trabajo colaborativo con padres expertos en diferentes áreas de apoyo y de soporte necesarias para el colegio, como el área de comunicación, de desarrollo y de admisión. En este camino seguiremos transitando y conformando nuevos grupos de padres expertos que nos acompañen en diferentes proyectos según las metas a lograr.
En este camino, gracias al Plan Personal de Mejora que tenemos planeado implementar este año, las familias serán actores fundamentales en el diseño del plan de vida de sus hijos y tanto desde el Colegio como desde la familia, debemos trabajar en conjunto y articuladamente para que el estudiante pueda cumplir sus metas.
¿Algún proyecto nuevo que nos puedas adelantar para el 2024?
Algo especialmente nuevo e interesante que nos estamos proponiendo encaminar es el diseño del Plan Personal de Mejora, que será uno de los objetivos más importantes para instalar como práctica de trabajo con los estudiantes.
El Plan Personal radica en acompañar a cada uno de los estudiantes a definir sus metas de logro, de cambio y de reflexión en cada comienzo de año en diversos aspectos de su vida: académicos, emocionales, vinculares, familiares, recreativos. Diseñar en conjunto un plan que les permita planificar los pasos a seguir para responder a la pregunta: “Qué te proponés cambiar, lograr, incorporar, dejar de hacer referido a diferentes aspectos que hacen a tu vida”.
Nosotros, la generación adulta, fuimos construyendo nuestras trayectorias personales y laborales sin la conciencia de que una trayectoria se sueña, se diseña y se planifica para concretarla.
Aprender a diseñar tu plan personal es parte de lo que tenemos que enseñar a nuestros estudiantes y, sin dudas, se ahorrarán muchos desaciertos y transitarán hacia su futuro con la habilidad de hacer visible hacia dónde quieren ir y cómo conseguirlo.
En la dimensión institucional, inauguramos un departamento nuevo: Departamento de Desarrollo. Desde allí fomentaremos el objetivo principal de apertura del Colegio generando acuerdos y alianzas. Por ejemplo: acompañar con experiencias en relación al futuro de nuestros estudiantes en la definición de sus proyectos al salir del Colegio. También, desde el mismo Departamento, trabajaremos en el desarrollo de intercambios estudiantiles internacionales.
En un futuro ¿Cómo te gustaría recordar tu legado a la Comunidad?
Sin dudas que mi tránsito por el Instituto Hebreo es y será una experiencia diferente, y sumamente enriquecedora para mi vida profesional y personal.
Me gustaría que la comunidad sienta orgullo de haber nombrado por primera vez a una Rectora mujer para el liderazgo del colegio.
El liderazgo de las mujeres en las organizaciones es singular y propio. Un liderazgo inclusivo característico por articular, integrar, escuchar, abierto al consenso democrático y, absolutamente, sensible y empático hacia todos los que la conforman.
Seguramente estaría muy agradecida y mirando hacia atrás, me gustaría ver un Colegio que funciona con prácticas y formas de gestionar colaborativas, interdisciplinarias e innovadoras. Una organización educativa que “sabe hacer” en términos educativos.
Desearía dejar huella habiendo agregado valor, mejora y crecimiento para que luego otro u otra continúe el camino.
Sería una hermosa manera de ver mi legado. Especialmente instalando en los estudiantes el deseo de aprender para toda la vida, que sientan orgullo de haber transitado sus trayectorias escolares en el IH y convencidos de que sus acciones pueden transformar el mundo, transformar realidades. Fundamentos propios de nuestra profunda concepción del “Tikun Olam”.