A sus 99 años, sigue cada día pintando, ilustrando y haciendo caricaturas en su casa en Quinteros.
Manuel Gómez Hassan es un destacado pintor e ilustrador chileno, reconocido internacionalmente por su gran trayectoria en el mundo del Arte. Sus obras principalmente reflejan la figura humana con técnica de óleo, acrílico y acuarela. Manuel nació en Santiago, en una familia humilde, muy trabajadora y artista; su madre era pianista y su padre, entre otros oficios, decoraba las vitrinas de las grandes tiendas.
Desde pequeño se vio influenciado por el mundo del Arte, formando a una gran cantidad de alumnos en el Pedagógico de la Universidad Católica y en el colegio San Agustín, y maravillando a personas de diferentes partes del mundo con sus creaciones.
“Ha sido un bonito e interesante proceso ver cómo ha evolucionado su pintura a través de diferentes épocas. Su incesante búsqueda creativa y perseverancia en su estilo, han sido una inspiración y enseñanza de vida para toda nuestra familia.
Estructuró su vida de tal manera que complementó la actividad artística y social, con su actividad de industrial y vida familiar, habiéndose realizado en todo sentido.
Hoy en día sentimos un especial orgullo por su trayectoria y porque sigue creando, a sus 99 años”, nos comenta su hijo Carlos.
Sentado frente a un computador, rodeado de sus bellos cuadros y acompañado por Carlos, conversamos con Manuel, destacado pintor e ilustrador chileno, quien nos cuenta de su trayectoria en estos 99 años de vida.
¿Nos podrías contar cómo comenzó tu interés por la pintura y la ilustración?
A los seis años empezó mi pasión por la pintura y el dibujo. Recuerdo que un día mi padre me castigó por no tomarme la sopa, y me mandó al rincón de mi pieza. En esa época las piezas eran empapeladas. Pasó un buen rato y mi padre se preguntó por qué no me quejaba o no aparecía. Me van a ver, y resulta que yo estaba feliz con un lápiz dibujando en la pared.
Desde temprana edad ingresaste a la Escuela de Bellas Artes ¿Cómo fue la experiencia de comenzar a desarrollar tu talento artístico a esa edad?
Para empezar fue difícil, ya que los directivos de mi colegio no permitían que los niños ingresaran a un lugar donde había modelos desnudas. Mi padre, que era una persona muy hábil, consiguió un permiso especial del rector para que yo pudiera entrar a Bellas Artes. Ingresé a los 12 años, siendo el alumno más chico y empecé a vivir un mundo nuevo, con pintores a mi alrededor y a interactuar con artistas.
Estudiaba en Bellas Artes durante el día y en la noche realizaba el colegio. Fue un periodo bien sacrificado, llegaba tarde de noche a estudiar. Me costó mucho, pero estaba feliz haciéndolo.
¿Cómo recuerdas tu juventud?
Yo tenía un grupo de amigos bien bohemio, poetas, escritores y me entendían perfectamente. Mis amigos fueron grandes artistas después también, Mario Ferrero, Alvarado, Pizarro, entre otros. Con este mismo grupo creamos una revista llamada “El Lagarto”, bastante ambiciosa, era un poco insolente, las cosas las decíamos como son, como dice el dicho “al pan, pan y al vino, vino”. Tanto así que no nos dejaban ingresar a la Biblioteca Nacional. A veces Pablo Neruda colaboraba con la revista. Un día él pidió estar en este grupo de amigos, pero le dijeron que no podían recibirlo.
¿Cuál fue tu primera obra significativa y qué la inspiró?
Se llama el Zócalo de las Brujas, basado en un poema de Mario Ferrero.
Era un cuadro surrealista, la primera vez que hice un cuadro en óleo. Era una caverna donde se asomaban unos seres maléficos. Me gusta mucho porque es algo muy creativo y salió bien.
¿Cuántas obras y exposiciones has realizado a lo largo de tu trayectoria?
Durante mi vida, he realizado alrededor de 100 exposiciones y miles de obras, por lo menos.
Estoy contento con lo que he hecho. Hice exposiciones importantes en el Museo de Bellas Artes en México, en París, Barcelona, Buenos Aires y en varios otros lugares.
Has recibido muchos premios y reconocimientos, tanto nacionales como internacionales ¿Cuáles consideras más significativos y por qué?
Una mención honrosa que fue muy peleada, en un bienal internacional de Arte realizado en Valparaíso. Fue un evento bien controversial.
En todas estas instancias se elige al ganador a puertas cerradas. Recuerdo que en ese evento había un empleado que se llamaba igual que yo, Manuel Gómez, quien me contó que el jurado me quería entregar el reconocimiento, pero que ya estaba “cocinado” el premio con otro artista. El delegado francés no aceptó eso porque él quería que me lo entregaran a mí, y se retiró de la sala. Se dieron cuenta que sin el jurado completo no podían entregar el premio, así que tuvieron que ir a buscarlo y convencerlo. Ahí entonces me entregaron la mención honrosa.
¿Algún evento o momento en tu carrera que haya sido especialmente significativo?
Una exposición en México porque fue una exposición internacional y me dio la oportunidad de conocer a uno de los grandes muralistas del Siglo, David Alfaro Siqueiros. ¡Fue muy importante, fue un honor!
A tus 99 años sigues pintando. ¿Qué lugar ocupa la pintura en tu vida?
Imposible contestar esta pregunta en palabras, para mí es todo la pintura.
A mis 99 años sigo todos los días dibujando, pintando o haciendo caricaturas.
¿Qué consejo le darías a los artistas jóvenes que están empezando en la industria?
Que sean auténticos, que no imiten a otros. Hay que saber que siempre es más importante ser original que un buen copiador, siempre va a tener más valor lo que uno hace que una buena copia.
¿Cómo crees que tu trabajo impactó en el mundo del Arte?
Es difícil imaginar cuál fue mi impacto, pero recuerdo que una vez recibí una carta de una persona desconocida que vivía en Canadá. En esta me contaba que en Canadá no tienen la costumbre de cerrar las puertas, y que un día salió de su casa y encontró a un grupo de gente que se había asomado y estaban mirando sus cuadros. Resultó ser que los cuadros eran míos.
A su vez, algo que recuerdo con mucho cariño es que fui invitado a exponer en la Universidad de Talca, en donde dejé muchas obras y discípulos. Incluso la Universidad me compró muchos cuadros que están hasta hoy.
¿Cómo te gustaría ser recordado en el mundo del Arte?
Me interesa que me recuerden como creador, porque siempre me preocupé de no copiar. Todo lo que hice fue nuevo, original. Es muy importante la creación.