Otros, SHALOM

Historia de superación personal

Salomón Camhi:

Un retrato de resiliencia

 

La historia de Salomón Camhi es un reflejo de amor y de superación personal frente a las adversidades de la vida. Hoy con 91 años, nos recuerda que, en cualquier etapa de la vida, siempre es posible redescubrir la pasión y la creatividad. 

 

Salomón revivió su pasión por la pintura, la cual lo está ayudando poco a poco a sanar su corazón tras la pérdida reciente de su amada esposa Alicia Levy, con quien compartió una larga historia de amor y compañía. Hasta sus últimos días, fue él quien cuidó de todas sus necesidades, utilizando su tiempo entre su cuidado, la pintura y el dominó. “El aprendizaje más valioso que puedo compartir a mis 91 años, fue estar casado y haber tenido un hermoso matrimonio que duró 60 años y ocho meses”, expresa. 

 

Durante nuestra entrevista, Salomón nos mostró sus coloridas obras que adornan el 4to piso del Hogar Cisroco. Sentado al lado de su computador, con el cual paga sus cuentas y hace compras online, y rodeado de sus propias obras, compartió con nosotros su conmovedora historia entre risas y lágrimas; un recordatorio de la capacidad del ser humano para enfrentar los momentos difíciles y encontrar nuevas formas de redescubrir la belleza de la vida.

 

Salomón cuéntanos un poco sobre ti…

Nací en Valdivia y soy de padres judíos que llegaron de Europa. Luego de 10 años en Valdivia, mis padres decidieron venirse al Centro de Santiago. Me dediqué a los negocios de importación. Afortunadamente tengo cuatro hijos, Jaime, Roberto, Alexis y Marcelo, y 11 nietos. Me gusta mucho ver partidos de fútbol y de tenis, buscar reportajes en Youtube.com sobre política, historia y cursos de pintura, y leer el diario todos los días por la mañana. 

 

¿Cómo comenzó tu pasión por la pintura?

Comencé aproximadamente a los 35 años dibujando con carboncillo y al tiempo de manera autodidacta comencé a practicar con el óleo.  Después de muchos años convertí la terraza de mi antiguo departamento en mi estudio. Sin embargo no pude dedicarme a esta pasión ahí, ya que con el calor se me secaban los trabajos y con el frío de invierno, me era imposible estar en la terraza. Hace 1 año y medio, llegamos con mi esposa a Cisroco, cada uno dormía en una habitación separada dada la enfermedad de ella, por lo que comencé a retomar con fuerza la pintura y convertí mi pieza en mi estudio. Siempre me dediqué al óleo, pero desde hace poco estoy aprendiendo y explorando el mundo del acrílico. 

 

¿Qué te motivó a volver a pintar cuadros?

Pintar me entretiene, distrae y me relaja. Cuando entro en el mundo de la pintura, intento hacer lo mejor que puedo y felizmente me han salido cuadros bastante bien. Seguiré pintando cuadros hasta que ya no pueda más. 

 

“Él lleva pintando muchos años pero solo en los últimos [dos] es que se dedicó en serio y está produciendo nuevas obras a una velocidad impresionante. Que decidiera no seguir pintando luego de tan grande pérdida era una posibilidad, sin embargo, nos mostró nuevamente que luego de momentos difíciles, hay que ponerse de pie, y lo hizo resignificando el momento. Decidió ahora comenzar una nueva colección de obras ahora bajo otra firma, una en memoria del amor de su vida: Alisal. En vez de enfocarse en lo negativo, encontró una razón potente para continuar. Un propósito dentro de la pérdida y con ello, nos regala a toda la familia nuevos momentos de alegría con él y a todos los que lo rodeamos, nuevas obras para disfrutar”, asegura su hijo Alexis. 

 

¿En qué te inspiras al momento de pintar? ¿Qué quieres transmitir con cada una de ellas?

La pintura es un momento muy personal, en donde me desconecto de todo y solo me concentro en el trabajo. Es como un brote de creatividad o lucidez que nace en mí y me invita a crear. Ha sido una terapia poder pintar, lo que he desarrollado con mucha fuerza en el último tiempo. La inspiración me la dan mis hijos y la gente de Cisroco más cercana, quienes están pendientes de la próxima obra y me desafían cada vez más a hacer cosas más complejas. Cada obra tiene un significado distinto, algunas con significado más profundo, como la del Kotel y otras que me hacen viajar y transportarme a lugares hermosos que me dan paz interior, como si yo fuera el observador.

 

“Es un orgullo verlo. Él siempre ha sido un ejemplo de resiliencia y ahora estamos viendo una muestra más. Tuvo un matrimonio maravilloso con nuestra madre. Lleno de respeto, amor y cuidado mutuo incondicional, por lo que verlo nuevamente levantándose luego de un momento tan difícil es realmente espectacular y una lección de vida”, comentan orgullosos sus hijos. 

 

¿Cuál es tu obra favorita y por qué?

Tengo varias favoritas. Hay una que le hice a mi hermano, ya fallecido, que nunca alcancé a entregársela y me genera emociones espaciales. También en la que pinté a mi nieta mayor. La del Kotel, por el significado que tiene, más aún en estos días de guerra en Israel y porque la fotografía original la sacó mi hijo. A su vez, fue la obra que más me costó hacer y la que más inspiración judía tiene. Representa algo muy especial para mí. He estado en algunas ocasiones en Israel, un lugar muy lindo y lo que más me llena de orgullo por así decirlo, es la capacidad que tiene de poder crear y hacer descubrimientos científicos. 

 

Mantenerse activo y aprender algo nuevo a su edad es admirable. ¿Qué sientes al respecto? ¿Cuál es la receta?  

No sé si hay una receta. En mi caso me mantengo activo mentalmente, me gusta mucho ver documentales en el cable, busco sobre temas contingentes en Youtube, leo bastante noticias y veo todo el fútbol y tenis que hay (se ríe). 

 

Creo que el secreto está en siempre aprender, desafiarse y estar activo mentalmente.

 

Me siento bien conmigo mismo de poder seguir haciendo esto y me ayuda mucho a pasar el tiempo. Quiero seguir, no sé cuántos cuadros más logre pintar, pero seguiré. 

 

“Me alegra y motiva como ejemplo de vida en relación al desarrollo de una actividad que ayude a dar un propósito de vida. Veo que él en la pintura sostiene un proyecto de vida, y eso es muy importante a lo largo del proceso del envejecimiento. Es admirable ver la dedicación que Salomón le dedica a la pintura, cómo a su edad se esfuerza también en perfeccionarse en la técnica que desarrolla y cómo emprende en eso, siendo muy productivo pintando muchos cuadros. En ese sentido, por un lado me da alegría ver que desarrolla esta actividad, pero también es una motivación a aprender de él, en el sentido de que no hay edad para seguir creciendo, para desarrollarse y abrirse a explorar y aprender”, asegura Marjorie Salazar, Encargada del Hogar. 

 

Recientemente realizaste una exposición y tus obras también están expuestas en un pasillo del Hogar. ¿Cómo han reaccionado las personas ante tu trabajo y qué significado tiene para ti compartirlo?

En el evento de la celebración del aniversario de Bereshit, expusieron mis cuadros. Vinieron muchas personas incluso el Embajador de Israel. Fue muy lindo ver cómo la gente observaba mis cuadros y me felicitaban. Me sentí orgulloso de poder mostrar algo. Por lo que me dijeron les gustaron mucho mis cuadros. Fue muy lindo para mi que me dieran una instancia como el evento en el que hice la exposición, porque me permitió extender mi arte a todos los residentes y sus familias. Es la primera vez que experimento algo así y fue muy lindo. Agradezco a Cisroco por eso. 

 

“Los residentes paulatinamente han ido conociendo el trabajo de Salomón, el cual expone y con ello decora y alegra el cuarto piso de la residencia. Yo diría que tanto para sus pares como también para el personal y para las visitas, ese es un rincón alegre, con color, una galería de arte, que alegra nuestros espacios y donde está su estilo e identidad”, comenta Marjorie. 

 

¡Salomón Camhi está en Instagram! ¿Podrías contarnos acerca de esto?

¡Sí, me abrieron una cuenta en Instagram @alisal_cl! Me parece muy simpático -nos cuenta con una voz alegre-. Hay más de 1.000 seguidores que ven mis obras y me hace sentir orgulloso tener una cuenta en Redes Sociales, donde puedo mostrar todos mis cuadros. Todas estas cosas a uno lo llena de cierto orgullo. 

 

Al final de mis años, estoy consiguiendo algo que nunca conseguí hacer antes. 

 

Tu pasión por el Arte está trascendiendo generaciones familiares…

¡Sí! Mi hijo Roberto, sin contarme nada, pintó dos cuadros con motivos campesinos y le quedaron muy bien, no les encontré ninguna falla. A su vez, una de mis nietas también aprendió unas cosas que le enseñé y comenzó a pintar un poco. Ver a mi hijo y a mi nieta, que empiezan de a poco a interesarse y continuar este legado artístico, me hace sentir muy feliz. 

 

“No puedo decir que heredé su habilidad, porque no sé dibujar, pero sí el amor por el arte. Me acuerdo cuando chica que me quedaba quieta viendo los retratos, especialmente uno precioso de mi abuela. Me sigo asombrando cada vez que lo veo. ¡Un nivel de detalle! Se puede ver a través de la pintura todo el amor que le tiene. ¡Y más de una vez nos ha sorprendido con pinturas nuestras! Una muestra enorme de cariño que voy a guardar por siempre “, nos cuenta su nieta Dana. 

 

La perseverancia es una parte importante de la resiliencia. ¿Qué consejo le darías a las personas mayores que están considerando embarcarse en nuevas aventuras?

Hay veces en donde la perseverancia es la única opción. Yo tuve que dejar el colegio obligadamente cuando falleció mi padre, porque había que mantener a la familia. Entonces tuve que aprender del rigor desde muy joven. No había otra opción. Creo que esas experiencias de vida marcan mucho las creencias y la forma de ser que desarrollamos. Yo diría a los más jóvenes que valoren lo que tienen ya que muchos somos hijos de inmigrantes o derechamente inmigrantes y tuvimos que progresar en condiciones distintas y difíciles. 

 

El consejo es que persigan sus sueños ya que nunca alguien se arrepintió de hacer algo, pero sí muchos de no hacer lo que soñaron.